jueves. 28.03.2024
Eduardo Mangada. Al fondo la catedral de La Almudena de Madrid. (Fotos: Pablo Vargas).

Eduardo Mangada fue concejal de Urbanismo con Enrique Tierno Galván y Consejero de Territorio, Medio Ambiente y Vivienda con Joaquín Leguina.

Arquitecto y experto en urbanismo, Eduardo Mangada, critica con dureza el modelo territorial puesto en práctica en Madrid durante los últimos años y apuesta por rehabilitar la ciudad, “hacer ciudad dentro de la ciudad” –dice- y no “un conglomerado de guetos” o "ciudadelas" como Eurovegas, un proyecto que califica de "inmoral y vergonzoso".


Nuevatribuna.es | Isabel G. Caballero | El drama de los desahucios se ha agudizado con la crisis económica. ¿Cree que se está vulnerando el derecho a la vivienda en España?

“Me parece muy grave que Ana Botella diga que ya no es necesario vivienda social”

Eduardo Mangada | Creo que sí, que no se está cumpliendo del todo el mandato constitucional. Tal y como he reflejado en uno de mis artículos, esto coincide plenamente con el desmantelamiento por parte de Ana Botella de la Empresa Municipal de la Vivienda con una frase terrible. Antes de desmontar la empresa en sí, lo que dijo que es que ‘no hacía falta vivienda social en España’, vivienda protegida -yo la llamo vivienda social porque me parece más inteligible para la gente-, ‘que todo el mundo tenía, que los pisos estaban muy baratos, que los bancos tenían muchas viviendas, por tanto no hacía ninguna falta ninguna vivienda social’. Quiero matizar un tema que me parece importante. El tema de la vivienda social, vivienda protegida, vivienda con un precio tasado políticamente, es decir, una vivienda que tiene un precio establecido por razones políticas y no por el mercado. Porque desde hace muchos años, en la cultura socialdemócrata –una cultura que la han mantenido los gobiernos de la derecha -, siempre se ha entendido que la parte de la población que no puede acceder a la vivienda a un precio de mercado, tiene que acceder a la vivienda a través de un precio tasado, es decir, subvencionado de alguna forma. Y eso por dos razones. Una, por cohesión social, por sentido de la solidaridad; y otra, por razones económicas. Los economistas más tradicionales entienden que la familia no puede dedicar al gasto de la vivienda más de un 25%-30% de sus ingresos. ¿Por qué? Porque si gasta más, lo que está detrayendo es su capacidad de demandar otros bienes y servicios. En resumen: dentro de la cultura que en Europa -a partir de la Segunda Guerra Mundial- se ha implantado en todos los países europeos con más o menos empuje, incluso con Franco, se entendía y se ha entendido que una parte de la población no puede satisfacer el derecho al acceso a una vivienda en precios de mercado, se ha entendido que eso no es bueno socialmente y tampoco económicamente. Por lo tanto, sigo creyendo que es necesario mantener una política de vivienda social, tasada y denuncio que la alcaldesa de Madrid plantee claramente una frase donde afirme que ya no es necesario vivienda social y tome la decisión de desmontar la Empresa Municipal de la Vivienda que sería la encargada de satisfacer, de promocionar este tipo de vivienda. Es un grave atentado del derecho constitucional a la vivienda digna.

Precisamente usted fue uno de los principales impulsores de las VPO (Viviendas de Protección Oficial) en Madrid.

EM | A mí me tocó, cuando fui concejal de urbanismo en el ayuntamiento de Madrid, y fui de los que montaron la Empresa Municipal de la Vivienda; y, luego, de consejero, también presidí el IVIMA de laComunidad de Madrid e impulsé la creación de dos cooperativas potentes sindicales que son VITRA y desgraciadamente la PSV. En aquel momento fue un debate importante con Antonio Gutiérrez (CCOO) y con Nicolás Redondo (UGT), que los sindicatos deben superar su labor estrictamente reivindicativa para tener también una labor cooperativa con los poderes públicos.

¿Y cree que ahora los sindicatos no están haciendo esto que plantea?

EM | Se mantiene muy bien VITRA (CCOO). Yo he construido mucho con ellos y lo hacen de una forma absolutamente transparente y nítida, siempre hacen operaciones de concurso de suelo público, van siempre estrictamente con el precio tasado y cada cooperativa y cada cooperación tiene su autonomía económica con un consejo en el cual está el cooperativista y el sindicato. Para mi es un ejemplo de transparencia y de buena gestión.

Comentaba que el derecho a la vivienda se vulnera en España porque no se cumple la Constitución. Pero hay quienes piden la reforma de la Constitución como solución al problema.

EM | Ese derecho no se ha modificado y está plenamente vigente desde hace muchos años, incluso en gobiernos de UCD. Siempre ha habido una ley de vivienda en la cual se garantizaba -a través de convenios del Gobierno con la banca-, unos préstamos subvencionados. Pero hay más. No puede haber una política –y esto es importante- de vivienda tasada, de vivienda social, si no hay una parte proporcional del suelo calificado por planes generales que también esté tasado. Porque sin suelo para hacer vivienda no habrá vivienda. De ahí la Ley del Suelo, incluso las leyes de 1997, de Aznar. Siempre ha habido, otra cosa es que se haya cumplido del todo o no se hayan cumplido, pero ha habido leyes que desarrollaban el mandato constitucional, tanto en cuanto a tener financiación con subvención pública como las reservas de suelo destinadas a este tipo de vivienda. Y el primer anuncio de ruptura de esta línea ha sido -que yo haya oído- el de doña Ana Botella, la primera que ha anunciado que lo desmonta y que desmonta el instrumento para hacerlo.

Pero a Aznar se le achaca -ahora que ha reaparecido- el origen de la burbuja inmobiliaria, precisamente por la liberalización del suelo y por la ley que aprobó.

EM | Lo que hay que ver es que todo el suelo español sea una mancha de organizaciones en ruina y todo sea urbanizable, pero dentro de lo que es urbanizable, todavía en los planes generales, hay suelo para vivienda protegida.

Entonces, ¿cree que Aznar respetó la vivienda protegida?

"Se está tomando como excusa la crisis como justificación ideológica para desmontar el Estado de Bienestar"

EM | Esa parte se ha respetado en todos los planes generales, en proporción diferente, depende de la voluntad política de los ayuntamientos, pero está fijado por ley el porcentaje del suelo que hay que vincularlo a la producción de viviendas protegidas. También es verdad que, en estos momentos de crisis, ha habido una retracción del dinero público y además hay una cuestión ideológica: se está tomando como excusa las dificultades económicas y la lucha autodestructiva para reducir el déficit como justificación ideológica para desmontar ideológicamente la política que configura el Estado de Bienestar. Creo que en estos momentos ya no es un problema solo de recursos económicos, que lo hay, pero al amparo de esa escasez económica lo que se está dando es una batalla ideológica de desmontar lo más importante que ha inventado Europa que es el Estado de Bienestar.

A su juicio, ¿qué ha supuesto y que va a suponer el decreto antidesahucios aprobado por el Gobierno andaluz?

EM | Para mi es un elemento que transmite un cierto optimismo en un doble sentido. Primero en que no es verdad que todo el mundo sea igual, es distinto un gobierno de izquierdas que uno de derechas y creo que la Junta de Andalucía tiene para mi una parte, digamos incluso, sentimental, que cuando los dos partidos de izquierda se unen, juntos, tienen mucha más fuerza. Como dice un poema de Benedetti: ‘codo a codo en la calle somos más que dos’. Esto fue el gran éxito que tuvimos los primeros ayuntamientos democráticos en España, que en un porcentaje muy alto fueron ayuntamientos, no de mayoría –que los hubo-, en donde hubo una clara y leal alianza y leal compromiso entre el PSOE y el Partido Comunista. Segundo, me parece importante porque es desenmascarar algo que es de un cinismo absoluto. Es decir, estamos los ciudadanos saneando a los bancos con nuestro dinero y sin embargo los bancos están reclamando y ejecutando los desahucios. Me parece muy bien la decisión adoptada por el Gobierno andaluz para expropiar –ojo- el uso de la vivienda- y me parece un paso muy importante que debería servir de ejemplo para muchas cosas.

El Gobierno amagó con recurrirlo al Constitucional pero al final no parece que vaya a hacerlo.

EM | No solo el Gobierno central. El famoso comisario Olli Rhen también amenazó y me parece magnífica la reacción de Griñán, ‘si realmente en Europa se pone en duda esto que hemos hecho, es una Europa que no me interesa’.

¿Y no le parece significativo el paso atrás dado por el Gobierno?

EM | Es que, realmente, la Junta de Andalucía hizo las cosas bien, no fue una declaración puramente ideológica ni propagandística. Tenía datos numéricos, de cuanta gente hay amenazada por desahucios, es una declaración política sobre unos datos y se ha pensado muy seriamente la base jurídica que la sostiene, lo cual no quiere decir que no sea interpretable, que no sea recurrible, tiene una sólida base, primero ideológica, luego cuantitativa y luego jurídica.

¿Cree entonces que no vulnera la Constitución?

EM | Yo creo que no. Nunca se sabe, si se indulta y se desindulta a la Infanta (Cristina) [se ríe irónico], se puede indultar y desindultar el decreto andaluz y estamos en unos momentos en que uno de los grandes problemas es el desprestigio de las instituciones españolas, entre ellas las españolas.

¿No le parece que Andalucía está siendo la avanzadilla –igual que lo ha sido Madrid con la derecha- de políticas de izquierda contra la crisis? Y no lo digo solo por la ley antidesahucios, sino también por el decreto de medidas contra la exclusión social. Son medidas muy sociales y muy inmediatas.

"El decreto andaluz antidesahucios tiene una sólida base, ideológica, cuantitativa y jurídica"

EM | Es un foco de esperanza, de ejemplaridad ante la gente. Mire usted, no es lo mismo un gobierno de derechas que un gobierno de izquierdas y aquí hay que reconocer que IU ha sido un aliciente importante en un Gobierno que había estado más detraído con una simple mayoría del PSOE. Hay que celebrar la presencia sensata tanto del vicepresidente de IU [Diego Valderas] como de la consejera [Elena Cortés]. Me parece magnífica su declaración cuando presentó el decreto, es aire nuevo. Cuando se advierte que se tropiezan con muchos problemas de tipo económico, para mí el mecanismo de garantizar que no puede ir una persona a la calle con un desahucio abusivo, cuando empiezan a haber sentencias importantes en que se demuestran que muchas de las hipotecas tenían cláusulas abusivas, me parece que es un mecanismo perfectamente legítimo, leal y oportuno lo que ha hecho la Junta de Andalucía. No somos unos rojos porque seamos unos rojos sino porque tenemos la experiencia de que los gobiernos neoconservadores han destrozado las conquistas sociales de dos siglos de batalla, es la consecuencia de una lucha con la alianza de las clases medias y con un pacto de tolerancia de las clases ricas que preferían la paz social y llevó a un equilibrio que ha durado fundamentalmente desde el año 1946 hasta 1980 exactamente.

¿Y si trasladamos ese escenario a Madrid ahora que los sondeos reflejan la posible pérdida de la mayoría absoluta del PP¿ ¿Cree que hay voluntad de un futuro pacto entre PSOE e IU?

"Creo que ha habido una decadencia profunda de la izquierda que ha coadyuvado que triunfe la derecha y ahí hay mucha responsabilidad el PSOE"

EM | Debería ser y además debería serlo en dos sentidos: porque serviría de revulsivo al PSOE, mi partido, al que encuentro absolutamente anquilosado y muermo, empezando por los líderes regionales y municipales. Creo que sería un revulsivo importante la presencia de un movimiento de Izquierda Unida más potente y sería algo que paliaría un riesgo, que es el triunfo de UPyD, que me parece un partido muy ambiguo y muy peligroso. Así que en este momento, la posible reconstitución, cohabitación, colaboración de IU y el PSOE sería un elemento muy bueno. Pero en Madrid es muy difícil. Se han perdido importantes municipios de la periferia madrileña, lo que llamábamos el cinturón rojo. ¿Cuántos municipios potentes quedan en manos de la izquierda en el sur de Madrid? Hay una desmovilización y es verdad que podemos echarle mucha culpa al triunfo de los neoliberales, pero también hay una enorme culpa de una izquierda blandorra y muy liderada por el PSOE. Cuando Felipe González dijo que ‘lo mismo daba gato blanco o un gato negro con tal de cazar ratones’ me parece que inició un proceso de degradación de la izquierda. Cuando el señor Solchaga, ministro de Economía, dice que ‘España es un país en el que más rápidamente se hace uno rico’, está degradando la cultura de la izquierda. Creo que ha habido una decadencia profunda de la izquierda que ha coadyuvado que triunfe la derecha y ahí hay mucha responsabilidad el PSOE.

Hablemos de urbanismo y de Madrid. En algunos de sus declaraciones y artículos, usted se muestra muy crítico con los PAU. ¿Qué reflexión hace sobre el crecimiento que ha tenido la capital y la comunidad en los últimos años?

EM | Tenemos una ciudad desmadrada donde ha habido -amparado también por la ley del 97-, un crecimiento absolutamente desproporcionado: lo que se entendió que era un simple negocio: producir ladrillos, ladrillos y ladrillos; o suelo, suelo y suelo; y en estos momentos, tenemos una ciudad rodeada por un cinturón de espacios basura. También en otras localidades de la Comunidad de Madrid, la extensión que plantea el alcalde de Alcorcón donde va a ir ahora Eurovegas, también es un desmadre. Alguien decía ‘los ensanches de Madrid’, los PAU, ‘hombre, no son ensanches’, yo digo que son adherencias adiposas, son como cánceres y, en este momento, lo que hay que hacer es descalificarlos, recuperarlos, no van a servir para nada, han creado un suelo estéril donde la gente ya no cultiva, no va a ser forestado y hay que descalificar mucho suelo. Creo que el próximo plan general más que aumentar suelo tendría que recortar suelo y centrarse en algo muy importante que es rehacer ciudad en la ciudad, rehabilitar las ciudades existentes, volver a la ciudad más compacta, menos extensa, menos difusa, porque no hay forma de garantizar el transporte público ni todos los suministros con el modelo que tenemos. Es un desastre lo que tenemos en Madrid, es el ejemplo seguramente más dramático de Europa. Los PAU de Madrid es lo más dramático. No hay ningún país del mundo igual.

Pero hay que tener en cuenta el crecimiento de la población en la Comunidad de Madrid.

EM | Mentira. Madrid no ha crecido en población. En estos momentos no hacen falta viviendas en general, hacen falta en determinados sitios, en sitios muy concretos, para determinados sectores sociales. En España hay un millón de viviendas vacantes y además están en manos de los bancos la mayoría. Lo que hace falta es una política que se haga distributiva, selectiva. Madrid no necesita más viviendas, sí necesita rehabilitar determinados sitios. La rehabilitación sí que va a ser necesaria, rehacer ciudad dentro de la ciudad. Luego está el tema del alquiler. Somos el país con menor proporción de viviendas de alquiler de Europa. Pero hay que ser conscientes de que esto requiere que haya un promotor de viviendas en alquiler. Tal como está el sistema hipotecario, tal como está el sistema de préstamos, un banco no te presta para viviendas en alquiler porque requiere que tú lo devuelvas inmediatamente. El alquiler requiere fondos muy a largo plazo y una estructura gestora de las viviendas de alquiler.

En un artículo suyo –‘Miniciudades, ciudadelas, guetos contra la ciudad’publicado en nuevatribuna.es, se muestra muy crítico con el proyecto de la nueva sede central del BBVA en Madrid. ¿Qué le parece el proyecto de Eurovegas?

"El proyecto de Eurovegas es inmoral y vergonzoso, es la ciudad de las putas y los casinos"

EM | Sobre lo del BBVA, creo que una ciudad no puede ser un conglomerado de guetos. A mi me horroriza. Aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión. Esa ciudad hecha de enclaves cercados, inconexa con el resto de la trama urbana, una ciudad de ciudadelas, de guetos, para mi no es una ciudad. La ciudad es un tejido híbrido, un tejido muy mezclado, un tejido donde se superponen muchas funciones, la ciudad es el sitio de la convivencia. Meter a la gente de pronto en un sitio y tenerla ocho horas ahí… La ciudad de las finanzas del banco Santander es una monstruosidad, cuando entras allí, estás cercado, con su policía, con sus guardias de seguridad, eso sí, puedes hacer gimnasia, tienes pádel, tienes piscina, pero estás alejado de lo que es la ciudad y la ciudad es un tejido mucho más entreconectado entre sí. Una ciudad no puede ser una ciudad hecha de ciudades de los bancos, de las ciencias, ciudades telefónicas. Nueva York, capital del capitalismo mundial, no tiene ninguna ciudad de Morgan, ni de Lehman Brothers, están mezclados, están en la Citi. Esto de Madrid es un modelo siniestro de ciudad, no es una ciudad, es lo que llaman la no ciudad. Si además de eso, resulta que hay un gueto que es además inmoral y vergonzoso como Eurovegas, resulta que es un gueto que ya no es la ciudad financiera, es la ciudad de las putas -con todos mis respetos- y los casinos, para mi una de las operaciones más vergonzosas. Si hay operaciones para mí vergonzosas desde el punto de vista urbanístico son las cuatro torres del Real Madrid, donde para financiar a un club deportivo se malvende se regala una edificabilidad para pagarle la deuda al Real Madrid y otra es Eurovegas que me parece una inmoralidad, donde un señor pretende relajar las normas legales de un país. Los poderes de la Comunidad de Madrid tienen el cinismo de decir que ha habido un concurso, pero ¿cómo un concurso? Como urbanista creo que la ciudad es un tejido más imbricado, más mezclado, tanto física como socialmente, como interclasista. Es un fenómeno de inmigración, de convivencia, de conflicto, de mezcla, de gente y de espacios. En un artículo de hace tiempo de Umberto Eco, planteaba que para interpretar la ciudad actual había que volver a un modelo medieval donde cada señor tenía su feudo, su castillo, su ejército propio. Piénsalo, la ciudad del Santander es una ciudad con su cerca, con sus murallas y su sistema de seguridad propio. Es un Estado ciudad, es una vuelta a tras, una vuelta terrible que ha sustituido la ciudadanía por el empleado, por el esclavo, con corbata, con coche y con sauna, pero al fin y al cabo un esclavo.

Nos quedamos con su modelo de ciudad del siglo XXI que tal y como lo plantea lo querríamos todos. Vamos a ver si es posible que podamos caminar hacia ello. 

"El decreto andaluz antidesahucios es un mecanismo legítimo, legal y oportuno"