viernes. 29.03.2024
kellys

Saludamos las luchas de las personas trabajadoras que en pleno Agosto continúan. Todas estas movilizaciones y huelgas obreras tienen un denominador común y es la lucha contra la desregulación laboral y las contrarreformas neoliberales IMPUESTAS POR LA Troika.

Los vigilantes de seguridad privada son un sector en auge en el que las empresas están haciendo a su Agosto gracias a la privatización de la seguridad, la dejación del estado en materia de vigilancia y seguridad y la privatización global que vivimos con la creación de fuerzas con armas, propias de las grandes empresas. Esto no es responsabilidad de los vigilantes jurados cuya función regulada y laboral podemos defender en el ámbito de lo privado y sin ejercer funciones coercitivas. Pero su proliferación va unida a la pérdida de poder salarial y derechos de las personas de seguridad, cada vez más numerosas, cada vez peor pagadas.

A esto unimos el hecho de que el estado cede parcelas de su competencia a empresas privadas al objeto de que estas se lucren y siempre lo hacen a costa de sus empleadas y empleados pues su material de trabajo, sus herramientas de producción y beneficio son personas y por tanto viven de explotar y mal pagar a personas. Esto ha hecho que este sector en auge estalle y el aeródromo del  Prat sea un digno ejemplo de lucha y resistencia frente a tanto abuso, que la reforma laboral permite y alienta. Por tanto la lucha de las y los trabajadores de seguridad del aeropuerto del Prat beneficia a todas y todos los trabajadores. Luego solidaridad en las colas con ellos.

Denunciamos el ataque al derecho de huelga que supone la intervención de los Mossos y la Guardia Civil especialmente, sustituyendo a quienes están en este paro laboral. Es curioso que el estado que renuncia a sus obligaciones en beneficio de empresas privadas (pues lo lógico sería que los vigilantes fueran de AENA y se incrementaran a su vez plazas de fuerzas de seguridad del estado), no solo renuncie a sus funciones sino que intervenga para favorecer los intereses de las empresas explotadoras.

Los taxistas llevan tiempo denunciando la “uberización” de la economía es decir empresas multinacionales –mayoritariamente de los EE.UU- montan plataformas digitales y explotan a falsos autónomos que ponen su propia herramienta de trabajo, no tienen las debidas garantías laboralesy encima defraudan a hacienda, a la seguridad social y a los ayuntamientos. Es la desregulación salvaje en contra del interés público y por tanto contra la seguridad social, las pensiones, la sanidad, la… Con el consentimiento traidor a nuestros intereses de todas las administraciones, de todos los ayuntamientos. El problema es que este tipo de empresas virtuales y “globales” ahora atacan al taxi, pero su ataque cada vez es mayor contra otros sectores laborales, perjudicando al estado y por tanto a todas y todos. Por eso hay que apoyar a los taxistas. Por eso hay que perseguir el fraude. Por eso los ayuntamientos –todos- deben dejar de ser tan cobardes para defender al transporte público.

El fenómeno de las Kellys o camareras de piso, las que limpian las habitaciones de los hoteles es la muestra del empleo de pésima calidad que está generando el turismo, la industria turística que se lucra de un turismo masivo y barato, pero sostienen sus beneficios a costa de robar a sus empleados y a costa de sub-contratar a ETTs labores propias de sus empresas y cadenas. La industria turística flota sobre un mar negro y fraudulento, horas sin pagar, contratos sin firmar y encima abusando de robar espacio público, aceras, plazas y descanso a ciudadanas y ciudadanos.

Hemos de estar con todas estas personas en lucha y muchas más que sabemos lo están. La economía del estado español no puede “remontar” a base de explotar, defraudar y robar, tal y como está ocurriendo. Llamamos a poner pie en pared y decir basta ya. Cada día somos más pobres y con menos derechos. Quieren convertir a España en un gigantesco Bronx o Shanghái.

En apoyo de las luchas obreras