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ISABEL G. CABALLERO / NUEVATRIBUNA.ES - 08.10.2008


Nueva Tribuna. Primero de todo enhorabuena. Ha sido reelegida en el cargo. Su nombre se barajó como ‘número tres’� ¿Se lo planteó en algún momento?
Elena Valenciano. No. Siempre dije que eso era una cosa de la prensa. Yo llevo hace un año nada más�Había que trabajar mucho durante este año y además yo opté a la portavocía de Exteriores del Congreso y ahora cambiar de área no me hubiera parecido razonable.

I.G.C. ¿Qué representa esta nueva ejecutiva y el nombramiento de Leire Pajín?
E.V. El perfil de Leire Pajín responde a todas las expectativas que desde el PSOE se tenían sobre cómo tenía que producirse la incorporación de gente nueva, entre comillas, porque Leire ya fue miembro de esta ejecutiva desde el primer congreso que ganó Zapatero, tenía 24 años entonces. Y ahora, además de lo joven, lo entusiasta y la fuerza que tiene, ha acumulado una experiencia muy importante, como la gestión impecable de la Secretaría de Estado de Cooperación y una gestión política muy relevante. Ella ha conseguido que la política de cooperación sea consensuada con todos los grupos, apoyada por la coordinadora de ONG, y hacer de la política de cooperación una bandera. Leire incorpora todo ese aval de buena gestión, de buena tarea política. Representa lo mismo que decía el lema del PSOE en el Congreso: “La fuerza del cambio”, además de ser una persona querida es respetada.



“José Blanco tenía demasiadas competencias asumidas”

I.G.C. Quizá eso ha pesado a la hora de designarla para ese cargo.
E.V. No. Es por que ella es una persona que se implica mucho, que hace mucha empatía con los demás. Es una persona con un carisma muy especial. Y Zapatero sabe todo eso, conoce ese sentir, y por eso le ha colocado en ese lugar. Acierto absoluto y alegría y fuerza para el PSOE.

I.G.C. ¿Y se extrapola su perfil al resto de la ejecutiva?
E.V. Esta es una ejecutiva muy plural y diversa como es el PSOE. Ha quedado la foto de la edad, pero no es verdad. Hay gente de muy diversas edades y se combina bastante bien. Gente joven con mucha experiencia. Gente más mayor con poca experiencia. La juventud y la inexperiencia en el caso de la política no siempre van de la mano. Leire Pajín, Eduardo Madina, yo misma, Pepe Blanco, somos gente que hemos pasado por las Juventudes Socialistas y que estamos en política desde que teníamos 15 o 16 años. Acumulamos más experiencia política que alguna gente que ha entrado en la ejecutiva que tiene más de 50 años y que no ha hecho un tránsito político, pero que son especialistas en áreas y que incorporan otros muchos valores.

I.G.C. ¿Cree que puede haber un problema de bicefalia con respecto a Blanco y Pajín?
E.V. No. José Blanco mantendrá las competencias de acción electoral y comunicación. Pero no hay bicefalia. El PSOE la ha habido cuando ha habido un secretario general y un candidato a la presidencia del Gobierno. Pero la estructura de la ejecutiva con la vicesecretaría general es clarísima, tiene las funciones de coordinación entre la tarea del PSOE como partido, del Grupo Parlamentario y el Gobierno. Leire Pajín tiene la tarea de ocuparse de la organización como tal. José Blanco tenía demasiadas competencias asumidas y a veces ha fallado la coordinación por un problema de acumulación de trabajo.



"Un contrato de integración no quiere decir absolutamente nada, eso es humo"

I.G.C. Finalmente, la propuesta para que los inmigrantes voten en España no ha suprimido el principio de reciprocidad.
E.V. Lo que hay que hacer es impulsar los acuerdos de reciprocidad que lo permitan. De lo que se trata es de animar a que eso suceda. Ya hay acuerdos, por ejemplo el parlamento ecuatoriano ha aprobado ya esa posibilidad.

I.G.C. Significaría reformar la Ley Electoral para lo que necesitáis el consenso del PP.
E.V. El PP no se va a atrever a votar en contra.

I.G.C. Bueno, después de las declaraciones de Mariano Rajoy sobre que a los españoles no les importa que los inmigrantes voten o no.
E.V. Ya, pero luego hay que presentarse a las elecciones en la Comunidad de Madrid y decirles a los inmigrantes que podían haber votado que no van a votar. Me parece totalmente razonable que las personas que viven aquí, que cumplen con sus obligaciones tengan derecho también a opinar sobre las políticas que les van a afectar.

I.G.C.¿Lo vais a llevar pronto, en este periodo próximo?
E.V. Sí, creo que vamos a empezar con iniciativas al respecto muy pronto.

I.G.C.¿Qué opinas sobre el contrato de inmigración?
E.V. Creo que no va a salir. Contrato de inmigración son las constituciones y las leyes del país. Un contrato de integración no quiere decir absolutamente nada, eso es humo. Aparte de que es xenófobo por el mensaje.

E.V. Respecto a la directiva de retorno aprobada en Europa y que ha tenido mucha contestación, ¿es que no se ha comunicado bien?
E.V. Lo que ha sucedido es que quien trae la directiva de retorno son los medios y éstos lo que no hacen es contar la situación antes de la directiva. El debate está completamente falseado. La directiva de retorno no crea el problema del que estamos hablando. Ya sucede que hay inmigrantes que entran de forma ilegal y que están retenidos por una estancia en algunos casos muy larga, en otros muy corta como es el caso español. Eso ya sucede. Lo que se pretende es armonizar un poco esa situación. Sacudir a la directiva de retorno es un poco absurdo porque tal vez lo que habría que hacer es sacudir a la situación tal y cómo se produce, salvo que lo que digamos es que estamos a favor de la inmigración ilegal, entonces el debate sí merece la pena, es interesante: no vamos a echar a los que entren de forma ilegal, pero si lo que se ha decidido es que el que entre de forma ilegal vamos a echarle pues vamos a hacerlo con las máximas garantías. La situación es mejor con la directiva que sin la directiva.

I.G.C. Y en cuanto a la laicidad, ¿para cuando veremos la jura de ministros sin crucifijo?
E.V. El problema es que la laicidad es bastante más que eso. Para que deje de haber crucifijos hay que hacer una modificación de algunas leyes y reglamentos, y además la definición de cómo se producen esos actos de momento la hace la Casa Real. Por lo tanto, ya veremos, esto es un recorrido bastante largo pero este país cada semana que transcurre avanza en mayor medida hacia la laicidad. No hay que tener mucha prisa. Hay que hacerlo de una forma natural, procurando no herir los sentimientos de nadie. A lo mejor es más avance en la laicidad la asignatura Educación para la Ciudadanía que quitar los crucifijos; o más el otorgar el derecho a los gays a contraer matrimonio que haya o no funerales de Estado. Esta es una tarea de fondo que hay que hacer con mucho respeto.

I.G.C. En el 37 Congreso Federal hay quien ha echado en falta un debate de ideas más en profundidad, sobre el aborto, la laicidad, la eutanasia�Pero de cumplirse por ejemplo la revisión de la ley del aborto y no figura en el programa electoral de los socialistas, ¿cree que esto puede acarrear alguno problema de cara al electorado?

E.V. No. Porque nosotros en nuestro programa electoral no llevamos una concreción de cómo se va a producir, pero sí decimos que vamos a abordar una reforma y sí decimos que deberá garantizar la equidad y la libre decisión de las mujeres. Es menos concreta que lo que dice el congreso pero no hay ninguna contradicción. Lo que hay que ver es cuál es la mejor manera de hacerlo porque la decisión está tomada y ahora hay que intentar que esa decisión sea apoyada por el mayor número de gente posible y de fuerzas políticas. Es una tarea que queda por hacer y estamos decididos a hacer la reforma de la ley del aborto porque creemos que esta ley no está respondiendo a la realidad social del momento actual. Pero para hacerlo necesitamos el concurso de mucha gente. Queremos que se entienda, que se comparta y que políticamente se apoye en el Congreso.



"La manera de resolverlo es una ley de plazos"

I.G.C.¿Hablamos de una ley de plazos?
E.V. Entendemos que la mejor manera de resolverlo es una ley de plazos pero estamos abiertos a conversar con el resto de fuerzas políticas y también con la sociedad en su conjunto para ver cuál es la mejor manera. No se han inventado muchas más cosas. Casi todas las leyes que funcionan en Europa son leyes que combinan plazos y supuestos. No existe ninguna ley de plazos pura ni de supuestos pura.

I.G.C.¿Se aprobaría sin el consenso con el PP?
E.V. El PSOE la aprobaría si tiene mayoría en la Cámara y la mayoría se puede construir de diferentes maneras. Ojalá el PP la apoyara pero lo veo difícil. La ley debe contar con una amplia mayoría y eso hay que empezar a trabajarlo políticamente cuando hayamos hecho primero una tarea de trabajo experto. Probablemente se va a hacer una subcomisión dentro de la comisión de Justicia en el Congreso para que empiece a trabajar.

I.G.C.¿Cuáles son los principales retos del Gobierno en materia de política exterior?
E.V. Fundamentalmente tenemos que hacernos cargo de la presidencia de la Unión Europea, en un momento difícil en todos los sentidos, no sólo económicamente si no también en cuanto a su construcción política. Nuestro cometido fundamental es trabajar bien esa presidencia en la que intervendrán muchos elementos que afectan a los intereses de España. Estamos en un lugar geoestratégico que hace que tengamos que estar pilotando sobre distintas realidades. Avanzar también en al sensibilización del resto de los socios de la UE a la necesidad de una política de inmigración común también es una prioridad.



"Si gana Obama será imposible ver una política exterior norteamericana como la que hemos visto estos años"

I.G.C. ¿Y respecto a las relaciones con Estados Unidos?
E.V. Las relaciones con EEUU ganen McCain o gane Obama se va a reconducir, con España y con todo el mundo porque no son buenas con casi con nadie. Para ellos eso es una prioridad y desde luego si gana Obama producirá un impacto muy positivo y casi será imposible volver a ver una política exterior norteamericana como la que hemos visto en estos años.

I.G.C. ¿Cómo se le ve a Zapatero en el exterior?
E.V. Zapatero también es un líder fuera de España porque representa una apuesta progresista que en buena parte del mundo está muy de capa caída. La izquierda y al gente progresista tanto en la UE como en EE UU espera mucho de Zapatero, porque es el que encarna la voluntad de los progresistas en el mundo que es que avanzar en los derechos individuales, es decir, tener a la persona como elemento central de la política pero tanto dentro de los países ricos como fuera. La apuesta de Zapatero para la lucha contra el hambre, la cooperación al desarrollo, todo este empeño en que España tiene que ser un país libre, la vanguardia en la ayuda al desarrollo para el resto del mundo es espectacular porque España nunca había estado en esa posición. España es un país respetado por los grandes e importantes y muy querido por los pequeños, y ocupamos un lugar bastante interesante en este momento.

I.G.C. Respecto a la igualdad, ¿cuáles son los principales retos?
E.V. El principal problema para la autonomía de las mujeres es el empleo. Alcanzar la igualdad del empleo y la igualdad salarial es la herramienta para todo lo demás. Porque en la educación hemos avanzado muchísimo pero el gap que se mantiene todavía entre el nivel de empleo de las mujeres y de los hombres y el nivel salarial no se corresponde con el nivel educativo que tienen las mujeres. También hay que arreglar el problema de la falta de libertad. Las mujeres no somos libres porque tenemos una violencia social que nos agobia, presiona y a algunas les mata. Y empezamos a ser ciudadanas de pleno derecho en el ejercicio democrático porque empieza a haber muchas mujeres que son elegidas para tomar decisiones. Las máximas de la revolución francesa todavía no han llegado a las mujeres españolas.



"Cuando se anunció el nombre de la ministra Bibiana Aído emergió el machismo más recalcitrante"

I.G.C. ¿En qué va a determinar esto el diálogo social?
E.V. Ya se ha entendido por parte de los agentes sociales que la incorporación de las mujeres, la pelea por los derechos y la igualdad salarial no es una cuestión que reivindican las feministas sino que eso afecta a la competitividad del país, a la mejora de los resultados económicos. Los países más competitivos son los que tienen mayor grado de igualdad. Una vez aceptado que eso forma parte también de la agenda de la concertación social resultará más sencillo. Aún así todavía, en las estructuras sindicales y empresariales hay mucha resistencia. La ley de igualdad tiene que empapar la negociación colectiva.

I.G.C. ¿Porqué cree que está siendo tan contestada la ministra de Igualdad, Bibiana Aído?
E.V. Pues porque le hemos pedido hacer un triple salto mortal sin red. Siendo joven, mujer, ajena al mundo madrileño de la corte y la política, pues que haga todo. Que cree un ministerio nuevo que prácticamente hay que estar alimentando todos los días, que es un ministerio que necesita del concurso y la complicidad de los demás para tener éxito. Que además opine sobre todo aquello que afecta a cualquier área que implique a las mujeres. Vamos a darle un poquito de tiempo, un poquito de oxígeno, porque además a las mujeres se nos juzga con una brutalidad impresionante, y ahí está el machismo más retrógrado vigilando a las mujeres políticas. En el caso de Bibiana, además es muy joven y es objeto de mayor ansia inquisitorial. Es guapa, tiene estilo, en fin�

I.G.C. ¿Cree que el hecho de que haya habido tanta polémica viene a confirmar la necesidad de que haya un ministerio de Igualdad?
Claro. El mismo día que salió el ministerio y se anunció el nombre de la ministra emergió el machismo más recalcitrante. Y no sólo Bibiana, también fue Carme Chacón. En realidad estamos muy lejos de lo que algunos creen que hemos conseguido. Estamos muy lejos y todavía se puede retroceder. Conviene que entre nosotras, sobre todo, seamos generosas y defendamos a las nuestras.

Elena Valenciano: "El PP no se va a atrever a rechazar que voten los inmigrantes"