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NUEVATRIBUNA.ES 25.07.2010

El PSOE ha puesto ya en marcha su maquinaria electoral para afrontar las elecciones autonómicas y municipales de 2011. El desgaste producido por las medidas de ajuste contra la crisis económica y las reformas estructurales como la del mercado de trabajo y de las pensiones van a hacer muy cuesta arriba no ya sólo recuperar el respaldo electoral perdido en los últimos meses sino también mantener intactos algunos feudos tradicionalmente socialistas como Castilla-La Mancha. Los resultados de esos comicios –a los que precederán las catalanas- serán determinantes para medir las posibilidades de victoria en las Generales de 2012, un escenario que se antoja incierto para el PSOE ante la duda de que José Luis Rodríguez Zapatero vuelva a optar a la reelección como presidente del Gobierno. Las perspectivas económicas no son en modo alguno halagüeñas. El Gobierno no espera que se empiece a notar la recuperación hasta septiembre del próximo año. La consigna marcada por el secretario general en el último Comité Federal fue la necesidad de movilizar a todos lo cuadros del partido para explicar a la ciudadanía el porqué de los ajustes y las ventajas que a medio plazo se van a derivar de los mismos. Y todo ello con una apertura del curso político tras las vacaciones de verano que arrancará con una huelga general convocada por las principales centrales sindicales del país.

En ese escenario, Ferraz busca reforzar ciertas candidaturas sobre todo en aquellos lugares donde el PP empieza a mostrar síntomas de debilitamiento por los escándalos de corrupción. Madrid y Valencia son dos buenos ejemplos. Al primer caso, hay que añadir además el hecho de que los sondeos reflejan la pérdida de la mayoría absoluta de Esperanza Aguirre que también baja en valoración política. Sin embargo, ello no se acompaña con una subida notable del PSOE cuya única expectativa es poder reeditar un pacto de gobierno con Izquierda Unida similar al que se frustró con Rafael Simancas por la traición de los tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sanz.

Lo vivido los últimos días en el Partido Socialista de Madrid, con un cúmulo de informaciones contradictorias y desmentidos, pone de manifiesto que el debate sobre las candidaturas se encuentra al rojo vivo. El secretario general del PSM, Tomás Gómez, no tiene ninguna intención de ceder a las peticiones que le han llegado desde altas instancias de su partido para que facilite la entrada a otro candidato. El hecho de que fuera Manuel Chaves quien se reuniera con él para comunicarle tal cosa (lo que ha sido desmentido por ambas partes) confirma la necesidad de un interlocutor neutral como es el presidente del PSOE ante las discrepancias de José Blanco y Leire Pajín. El vicesecretario general mantiene un sospechoso silencio sobre Tomás Gómez limitándose a decir que dará su opinión cuando toque hablar de ello, es decir en septiembre próximo. Por su parte, la secretaria de Organización, ha sido uno de los pocos dirigentes nacionales que han mostrado públicamente su apoyo al ex alcalde de Parla. Nadie más en el partido se ha manifestado al respecto, ni para bien ni para mal. En el PSM se ha echado en falta algún apoyo explícito de la plana mayor del PSOE a Tomás Gómez que no llega, limitándose a lo sumo a formular una rectificación de urgencia ante el enfado mostrado por el parleño por las filtraciones sobre su reunión con Chaves.

Hay que reconocer que el primer paso dado por Ferraz para ‘tantear’ a Gómez ha procurado hacerse con cierta elegancia. La dirección federal con Zapatero a la cabeza no quiere hacer ‘sangre’ con el líder de los socialistas madrileños. Pero ante la posibilidad de ganar terreno en Madrid hay quien apuesta por candidatos de “dimensión nacional” como podrían ser algunos ministros entre ellos la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez o Jaime Lissavetzky, capaces de arrastrar voto y asegurar a su vez un colchón cara a las elecciones de 2012.

Un dirigente socialista hace una reflexión oportuna al considerar que el PP lo está haciendo mejor que el PSOE por situar dirigentes con “proyección nacional” como María Dolores de Cospedal, candidata a la presidencia de Castilla-La Mancha, o el ex ministro Javier Arenas para Andalucía, para intentar ganar en feudos socialistas. Esto mismo es lo que se ha colado en el debate de las candidaturas del PSOE. Tomás Gómez es cuestionado en Madrid de la misma forma que Jorge Alarte lo es en Valencia o Pedro Saura en Murcia.

La cosa por tanto está muy abierta con un verano de por medio en el que pueden tomarse decisiones importantes para anunciar al inicio del curso político y que, en casos como Madrid, no se descartan unas primarias para elegir a los futuros candidatos.

El PSOE busca candidatos para las elecciones de 2011 con "proyección nacional"