viernes. 19.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 16.04.2010

El Partido Popular y la palabra ‘dimisión’ se han hecho amigos íntimos, siempre que dicho término sea lanzado hacia ‘los otros’, por supuesto. Ya se lo han propuesto a Zapatero, a Celestino Corbacho, a José Blanco, a Alfredo Pérez Rubalcaba…. Y ahora le toca el turno al rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa.

El consejero Granados hoy lo ha recordado: “Han pasado 72 horas desde el acto de apoyo al Juez Garzón y todavía Berzosa no ha dimitido”, ha dicho este viernes la mano derecha (nunca mejor dicho) de Esperanza Aguirre.

Siguiendo la estela que marcó Cospedal , el consejero opina que el acto que se hizo el martes en apoyo al Juez Garzón en la facultad de Medicina de la Complutense es “un atentado al Estado de Derecho” ya que se puso en duda y se “insultó” al Tribunal Supremo. Y por lo tanto, como el rector de dicha Universidad lo permitió, y estuvo en él, tiene que “dejar su cargo inmediatamente”. Una lógica aplastante.

Ellos (el PP) son expertos en la crítica hacia todo lo que no siga sus preceptos, como sus macro manifestaciones contra Leyes votadas en el Parlamento y en el Congreso como la del aborto a la que sin pudor alguno califican de “barbarie”. Ellos, sí tienen libertad de expresión para insultar a ministros como Bibiana Aído o para decirle ‘tonto’ al presidente del Gobierno, o para acusar a la Policía española de hacer actividades ilegales.

Qué fácil que es mirar la paja en el ojo ajeno. Qué fácil que es hablar de Justicia, un partido que tiene imputados hasta en la sopa, por saltarse las leyes que tanto defienden. Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal, Federico Trillo o José María Aznar tienen un master en insultos y críticas. Más que un master, un monopolio, porque el resto no puede opinar mucho. Las opiniones todavía sientan peor cuando están vinculadas a temas de nuestro pasado, esos temas que ellos se empeñan en olvidar. Qué nerviosos se ponen cuando se habla de franquismo. ¿Por qué será?

Pero volviendo a Granados, el consejero de Justicia, también dijo que Berzosa “está creando un ambiente de conflicto dentro de la universidad”. Para ilustrar su acusación, se refirió a un acto violento que se produjo el jueves en la facultad de Medicina. Un grupo antisistema conocido como ‘En contra de los centros de menores’ boicoteó un acto de la Consejería de Educación.

Más allá de la repulsa ante el boicoteo, Granados se olvidó de decir quién era este grupo y por qué boicoteaba todos los actos de la consejería de Educación de la CAM. Aunque la utilización de la violencia es totalmente denunciable, este grupo antisistema solicita a la Comunidad de Madrid que vigile los sucesos que se producen en los centros de menores, los cuales ya están siendo investigados por el Defensor del Pueblo, tras varias denuncias de malos tratos y violaciones.

Pero es que al consejero de Justicia le gusta mezclarlo todo, y con mucha demagogia culpa a Berzosa de un acto como el del jueves. Pero en vez de hablar tanto sobre los demás, podría mirar un poco lo que se cuece en su casa, y si tiene que cuestionar a alguien por qué no a su compañera la consejera de Educación Lucía Figar, la cual sí está generando mal ambiente en la universidad, con sus constantes cortes de presupuesto para las universidades públicas. ¿Debería entonces dimitir Lucía Figar señor Granados? ¿Quiénes son los que general mal ambiente? Reflexione sobre ello.

El PP le coloca un contador al rector de la Complutense, Carlos Berzosa, para que dimita