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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS | 2.2.2009

Núñez Feijóo, que dejó claro hace unos días que está harto de que el escándalo de los espías madrileños esté oscureciendo su campaña hasta el punto de haberla hecho desaparecer, ha lanzado una advertencia sobre los riesgos de que las disensiones internas impidan alcanzar los objetivos electorales del partido. En presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, uno de los polos de la disputa, ha asegurado que el PP no está "roto", pero ha admitido que tiene cierta tendencia a la "depresión". Feijóo se ha alineado con las tesis de su presidente nacional, Mariano Rajoy, en el sentido de que los 'populares' deben mirar por encima de su "ombligo" y ha recordado que el PP perdió las anteriores autonómicas gallegas por la "incertidumbre" sobre la sucesión de Manuel Fraga al frente del PDG quien, por cierto, también se encontraba entre el auditorio.

Feijóo, que ha participado en los Desayunos Informativos de Europa Press, ha hablado de las causas que llevaron a la "amarga victoria" del PP en las elecciones gallegas del 2005 (se quedaron a un escaño de la mayoría absoluta). "El PSOE había ganado inesperadamente las elecciones generales de 2004 y había una marca PSOE muy potente en España y en Galicia y nuestro partido había tenido algunas desavenencias internas que acusaban el liderazgo posterior y futuro del presidente fundador del partido (Manuel Fraga)".

Después, ha hecho su particular análisis de los males que aquejan al PP: tiene problemas (en alusión a la supuesta trama de espionaje en el PP de Madrid), pero "no está roto". "No puedo participar de esa descripción ni tengo ningún dato para decir que el PP está roto", ha asegurado el candidato gallego y ha marcado la línea de oposición que en su opinión (y en la de Rajoy) debería seguir el partido: "En un momento en que España está en recesión y se amenaza con la primera huelga de la democracia española de la justicia, que 6.000 españoles van al paro diariamente, que el PSOE se dedique criticar al PP, que es la alternativa, es la demostración de que los partidos no podemos mirarnos al ombligo y que debemos de referirnos al proyecto de los españoles". "Comparto, ha explicado, la manifestación del presidente Rajoy en el sentido de que el PP también debe de mirar hacia las familias, las personas que han perdido el empleo y buscar alternativa económica hacia un gobierno que no merecemos".

En todo caso, ha asegurado estar centrado en la campaña electoral gallega y en intentar "responder al reto de un cambio generacional y un cambio de gobierno en Galicia". Sin embargo, ha considerado necesario "aclarar, esclarecer, investigar y conocer el resultado y alcance de algunas informaciones que han salido en los medios", sobre el espionaje en el PP madrileño. Ha negado tener algún dato sobre la investigación que al respecto lleva a cabo la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal y ha señalado que “lo más razonable por parte del partido es ponernos a disposición de la investigación fiscal y de ganar las elecciones en Galicia y obtener el mejor resultado, si no es posible ganarlas, en el País Vasco".

El incierto futuro de Rajoy

Preguntado sobre si será cuestionada la figura del líder nacional del partido según el resultado de las elecciones gallegas, vascas y europeas, Feijóo ha dicho que en el PP ya están "acostumbrados a esto" cuando pierden las elecciones "y hemos perdido bastantes". Y para remachar sus afirmaciones ha recordado el ejemplo de José María Aznar, que perdió las generales de 1993, y que, según ha manifestado, luego fue el "mejor presidente de la democracia española". "Por eso digo que nuestro partido, que tiene cierta facilidad para la depresión, también tiene cierta facilidad para sobreponerse a las dificultades", ha insistido, añadiendo que al tiempo que "no hay ningún partido más unido que el PP, a pesar de que podamos tener algún punto de discrepancia en algún momento".

También ha aprovechado para criticar a los socialistas por su "slogan" en las elecciones vascas de que hay que echar a los nacionalistas de Ajuria Enea, mientras que en Galicia dicen que "lo bueno es gobernar con los nacionalistas". Este, que sin duda se ha convertido ya en uno de los mensajes más reiterados por el PP en la precampaña electoral gallega, le ha servido para enfatizar que el suyo es un partido "mucho más coherente como oferta nacional".

Por "prudencia y responsabilidad" no ha querido referirse a la situación que atraviesa Caja Madrid y ha replicado a una pregunta sobre el tema que con tantos políticos madrileños en la sala él no debía responder a la cuestión.

El PP está deprimido