viernes. 26.04.2024

El XVII Congreso Nacional del PP que se celebra este fin de semana en Sevilla bajo el lema ‘comprometidos con España', no pasa de ser un puro congreso de trámite. De él saldrá la nueva dirección del partido y no se esperan grandes sorpresas. O quizá sí, que diría Rajoy. El presidente del Gobierno y líder absoluto (atrás quedaron los convulsos tiempos de contestación y rencillas internas y la pesadilla de ese otro congreso de Valencia) manifestaba a su llegada el deseo de que saliera bien el cónclave, sabedor que llega a la ciudad andaluza con todo atado y bien atado. Hace semanas que negocia con María Dolores de Cospedal el nuevo organigrama del PP y ni una sola voz discordante enturbiará la fiesta popular, de ahí que se le haya terminado apodando como un ‘congreso a la búlgara’.

El Palacio de Congresos y Exposiciones ha sido el lugar escogido para que el PP presuma y mucho de sus triunfos electorales que comenzaron, tal y como Cospedal enumeró, con las elecciones europeas, a las que siguieron las autonómicas y municipales, culminando con la llegada a La Moncloa tras el espectacular triunfo en las generales del pasado 20 de noviembre.

Ahora, ya como presidente del Gobierno, Rajoy se permite ir relajado y cómodo. Así se mostró a su entrada junto a Javier Arenas, candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, cuyas elecciones, a celebrar el próximo 25 de marzo, el PP confía plenamente en ganar. De ahí la elección de Sevilla, como sede de este Congreso, que servirá de lanzadera para la campaña electoral.

Este viernes tocaba votar el informe de gestión a cargo de la ´numero dos’ del partido que obtuvo el respaldo unánime de los compromisarios que alzaron una cartulina amarilla en la que aparecía impreso el "sí", sin que hubiera alguno de ellos que votara en contra o se abstuviera. Cospedal ofreció unas victoriosas cifras y mostró su agradecimiento a Rajoy por haber confiado en ella y haberla apoyado desde que fuera elegida secretaria general. “Puede parecer que ha sido un camino fácil, pero como todos sabéis no ha sido así. Solo porque supimos abordarlo desde la unidad y el sentido común, perseverando nuestra independencia y ofreciéndonos a todos los españoles sin ningún condicionante hemos conseguido alcanzar nuestra meta”.

Cospedal repetirá sin duda como número dos del PP. Así lo quiere Rajoy, pese a que deberá compaginar esta tarea con la presidencia de Castilla-La Mancha. Entre las pocas incógnitas que quedan está el saber donde quedará Esteban González Pons, actual vicesecretario de comunicación, al que Rajoy finalmente no premió con una cartera ministerial. También queda por ver (se sabrá este sábado) si habrá un coordinador general, un ‘número tres’, una posibilidad a la que Cospedal se ha negado a aceptar, temerosa de que pudiera quitarle atribuciones al frente del partido.

En cuanto a las ponencias y enmiendas para los Estatutos, tampoco parece que vaya a haber muchas sorpresas. La propuesta hecha por la ahora delegado del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, sobre el respeto al matrimonio entre personas del mismo sexo se ha quedado fuera del debate; como también la idea expresada por Esperanza Aguirre, para que sean los afiliados los que elijan al presidente del PP. A modo de compensación, la presidenta madrileña tiene encomendada la ponencia sobre Europa y política exterior, pero poco más protagonismo.

Tampoco han dado mucho relumbrón a Jaime Mayor Oreja e incluso al expresidente del Gobierno, José María Aznar, al que han reservado un hueco para la intervención en plenario este sábado al mediodía, cuando lo normal hubiera sido que interviniera en la jornada de inauguración. El que sí tuvo su homenaje fue el recientemente fallecido Manuel Fraga, presidente fundador del partido al que la dirección ha querido tener muy presente en este cónclave, con exposición fotográfica y vídeo incluido.

El PP derrocha triunfalismo