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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS 12.08.2010

El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, ha denunciado la "dejación" y el "vergonzante silencio" del Gobierno ante Marruecos que, según ha subrayado, ha apostado por "tensar innecesariamente la cuerda" e incluso llega a hablar en comunicados oficiales de las ciudades de Ceuta y Melilla como "territorios ocupados". En todo caso, pidió no mezclar al Rey Juan Carlos en el 'rifirrafe' político.

En declaraciones a Europa Press, Arístegui ha manifestado que, aunque "no es una política responsable" la que está llevando a cabo el país vecino, "el silencio del Gobierno de Zapatero es más irresponsable todavía", máxime cuando las Fuerzas de Seguridad españolas "tienen que sentir el respaldo del Ejecutivo".

"El Gobierno de España no solamente ha hecho dejación sino que ha hecho una política de vergonzante silencio. No me parece admisible bajo ningún término el que se acuse de racismo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles", ha enfatizado.

Arístegui ha criticado que el Ministerio de Exteriores de Marruecos haya emitido varios comunicados oficiales "permanentemente agitando la tensión y calificando de racista las actuaciones de la Policía española".

"Es un gesto imprudente que merece una urgente respuesta por parte del Gobierno de España", ha dicho, para subrayar que este tipo de actuaciones requieren "liderazgo político y firmeza" con el objetivo de "parar la espiral de la crisis" y la "tensión" que "por alguna razón está generando Marruecos".

El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores también ha citado el hecho de que en comunicados oficiales se esté hablando de Ceuta y Melilla como "ciudades ocupadas". Por eso, ha pedido que el jefe de la Diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, "reaccione" ante este tipo de cuestiones, ya que, según ha recordado, "es la cuarta o quinta vez que se le solicita un simple acto de firmeza en defensa de la legalidad vigente de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía de Ceuta y de Melilla".

Según ha insistido, el Ejecutivo de Zapatero tiene que reaccionar de "una manera mucho más clara", no "para alimentar el fuego de la confrontación" o "echar más leña al fuego" sino para "dejar las cosas claras y no caer en la aquiescencia por silencio".

El diputado del PP no ha valorado la intervención de Don Juan Carlos, que el miércoles telefoneó a Mohamed VI para rebajar la tensión con Marruecos y acordaron en esa conversación mantener "un próximo encuentro informal".

"El Rey es uno de los baluartes fundamentales de la representación exterior de España y de nuestro prestigio y, por lo tanto, las acciones diplomática que el Rey toma como iniciativa y lleva a cabo no deben ser comentadas políticamente y no ser metidas en el rifirrafe político", ha concluido Arístegui.

BOICOT DEL PASO DE MERCANCÍAS A MELILLA

Por otro lado, un grupo de una treintena de marroquíes, que dicen pertenecen al "Comité para la liberación de Ceuta y Melilla", ha boicoteado el paso de mercancías marroquíes hacia Melilla, a pesar de la llamada del Rey Don Juan Carlos a Mohamed VI con la que se esperaba que las aguas volvieran a su cauce tras un mes de quejas oficiales por supuestas agresiones de la Policía española a ciudadanos marroquíes en esa frontera.

La protesta se ha desarrollado en el puesto fronterizo de Beni-Enzar -el único que cuenta con aduana comercial de los tres que separan Melilla de Marruecos- por el grupo que encabeza Abdelmonaim Chouki y que obligó a dar media vuelta a furgonetas y otros vehículos que transportaban pescado, verduras y hortalizas para los mercados de Melilla.

La amenaza de boicot del llamado "Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla" ha cumplido este jueves finalmente su amenaza, después de dos intentos anteriores fallidos, como los ocurridos el lunes y martes, y justo un día después de que el Rey de España llamara por teléfono al Rey de Marruecos Mohamed VI para evitar que "malentendidos o pequeños problemas" perturben la relación bilateral.

Los manifestantes advierten de que este boicot, que ha coincidido con el inicio en Marruecos y en Melilla del mes de ayuno de los musulmanes, el Ramadán, proseguirá también el viernes y el sábado.

Los mercados de pescado, frutas y hortalizas de Melilla han trabajado con la mitad de los puestos abiertos, pero no hay problemas en el suministro porque este tipo de productos también se puede encontrar en los supermercados que se nutren de artículos traídos desde la Península, aunque a un precio un poco mayor.

Unos de los pescaderos, Mohamed, lamentó que esté ocurriendo este tipo de boicot "porque esto perjudica tanto a marroquíes como a melillenses que viven de este negocio a uno y otro lado de la frontera".

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