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nuevatribuna.es | 18.01.2011

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se desplazó este martes a Oviedo para mantener una reunión con los miembros de la dirección del partido en Asturias y, en particular, con la candidata por esta comunidad para las próximas elecciones, Isabel Pérez-Espinosa, según han informado fuentes de la dirección nacional del partido.

Esta visita se produce en medio del goteo de bajas de miembros del PP asturiano afines a Francisco Álvarez-Cascos que se está produciendo desde que el pasado día 1 el ex ministro anunció que abandonaba el PP, tras haber sido excluido de la candidatura del partido.

La visita de De Cospedal al Principado se produce un día después de la reunión del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva Regional, en la que se abordó la estrategia del PP regional para los comicios.

La dirección nacional del PP ha pasado página de la polémica Cascos y el propio Mariano Rajoy aseguró que eso "ya pasó". "Del señor Álvarez-Cascos pues no tengo ya nada más que decir. Esta es una decisión que se tomó el 30 de diciembre y él hará lo que estime oportuno y conveniente pero no tengo nada más que decir", dijo este lunes el presidente del PP.

CASCOS IRÁ “SOBRE SEGURO”

Por su parte,el ex secretario general del PP ha afirmado que quiere "ir sobre seguro" y no "apresuradamente" en su búsqueda de una alternativa política para Asturias, porque si se mete en el "juego político" será "sólo para ganar", según un resumen facilitado por la televisión 13TV, donde Cascos fue entrevistado el lunes por la noche.

"No hay siglas para un nuevo partido ya que no resuelven votos, sólo el interés en encontrar una alternativa para recuperar el orgullo de ser asturiano", declaró el ex ministro, reconociendo que para ello necesita el compromiso de quienes quieran sumarse a su proyecto. De este modo, no informó de qué pasos, ni en qué fechas, piensa dar para llevar a cabo su proyecto.

Además, Álvarez-Cascos dedicó duras críticas al PP asturiano por no haber "sabido hacer oposición al fracasado gobierno autonómico" y haberse "limitado a dar voz a lo que se contaba en la calle". A su juicio, su dimisión del partido ha sido "todo un revulsivo para demostrar la incómoda situación que vivía en el PP".

Y, sobre la actitud dirección nacional del PP, dijo que le dio "pena" comprobar que no hizo "nada" por evitar "hechos sin precedentes como insultos, menosprecios y descalificaciones".

El ex ministro admitió no haber hablado con el ex residente del Gobierno, José María Aznar, pero dijo "saber interpretar sus silencios" y cree que compartía su decisión.

Cascos quiere ir “sobre seguro” en su nuevo proyecto político