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NUEVATRIBUNA.ES - 9.4.2010

El también ex ministro de Fomento ha declarado a Onda Cero que "algunos policías que investigan al Partido Popular se hicieron famosos falsificando los papeles de Laos". Y, ni corto ni perezoso, ha añadido que "hay una camarilla policial dedicada a fabricar pruebas" y que "tiene gracia que la estrategia de acoso la lidere el PSOE, con lo que tiene encima como partido".

Francisco Álvarez-Cascos, ex Ministro de Fomento en el gobierno de Aznar, fue uno de los principales valedores de Francisco Correa, imputado como presunto cabecilla de la trama, para que asumiera a través de sus empresas la organización de más de 300 campañas electorales del Partido Popular (PP) de las que supuestamente se beneficiaría la formación conservadora para financiarse ilegalmente. En su declaración ante el juez Pedreira, Correa alude a él en varias ocasiones, unas veces como "Paco" y otra como "el señor Cascos". Entre otras cosas, Correa ha asegurado ante el juez que Cascos era su amigo y que le dio el contrato de AENA.

El ex ministro, sin embargo, dice que, pese a ser durante años el secretario general del PP, jamás tuvo indicios de la existencia de la trama de corrupción masiva dirigida por Correa a quien, según ha reconocido, conoció porque era "uno de los proveedores de viajes" de la formación. Posteriormente, "amplió su actividad a la organización de actos" ya que ofrecía condiciones "mejores" que la de quien los montaba hasta entonces. Según sus declaraciones a Onda Cero, Cascos dejó de trabajar con Correa en 1994.

Por otra parte, el ex número dos del PP ha aprovechado para arremeter contra el juez Baltasar Garzón, a quien se ha referido como "una anormalidad democrática" por ser el único personaje que en un año ha formado parte de los tres poderes, del legislativo, del ejecutivo y del judicial. Conviene recordar que Garzón fue el primer instructor del caso Gürtel.

Para Cascos, los mimbres del PP de 1990, son "todavía sólidos 20 años después" y no hay ideologías redentoras, sino que la maldad y el vicio está en las personas.

El ex ministro no ha sido el primer miembro de su partido que ha intentado sembrar dudas sobre la actuación de la Policía en la investigación de Gürtel poniendo los cimientos de una nueva teoría de la conspiración. Ya lo hizo el martes, poco después de que el juez Antonio Pedreira levantara el secreto del sumario, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando dijo que "hasta ahora en España estamos en un Estado de Derecho y no nos juzga la Policía que depende del Gobierno, nos juzgan los jueces. Esperemos a que se pronuncie el juez".

Cascos acusa a la policía de amañar las pruebas de corrupción contra el PP