miércoles. 24.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES 18.05.2009

José María Aznar ha roto el sepulcral silencio que guarda Génova y el líder del PP Mariano Rajoy sobre la imputación por cohecho del presidente valenciano en la trama de corrupción Gürtel. El ex presidente del Gobierno se muestra convencido de que “todo se aclarará” y confía en que el asunto “quede en nada”, porque Francisco Camps “lo está haciendo muy bien”, dijo este lunes en la que ha sido la primera muestra de apoyo a dos días de la comparecencia ante el juez del jefe del Consell.

Camps arrancó la peor semana de su mandato con un acto institucional celebrado en el Palau de la Generalitat para la firma del Pacto Local de Integración, cita a la decidieron no asistir ni los partidos de la oposición ni los representantes sindicales de CCOO y UGT, pero sí el gobierno regional en pleno que le recibió con cinco minutos de aplausos. Desde el PSOE, su portavoz en el Parlamento autonómico, Ángel Luna, destacó que el encuentro “está organizado para presionar al juez”, al tiempo que la portavoz de Comprimís, M�nica Oltra considera que es un acto “para mayor gloria de Camps” y se preguntó: “¿Justo antes de declarar quieren que vayamos a darle cariño?”.

La avalancha de críticas ante lo que se considera una “instrumentalización oportunista” de las instituciones públicas le ha aguado aún más la fiesta al presidente valenciano que este fin de semana se defendió públicamente de lo que considera “insidias” hacia su persona. Insidias que en datos se resumen en 12.000 euros en trajes supuestamente regalados por los cabecillas de la trama corrupta y, en lo que es aún más importante, 8,2 millones de euros en adjudicaciones a las empresas encabezadas por Francisco Correa.

Pero no todo han sido malos tragos para Camps. El presidente valenciano también se ha dejado querer por el colectivo gitano que cariñosamente le bautizó como “Tío Paco” en un encuentro celebrado antes del acto con los inmigrantes en el Palau.

Camps es el primer presidente autonómico en treinta años imputado por cohecho y de lo que decida el juez José Flors (archivar o no la causa) marcará sin duda el futuro político de unos de los barones más destacados del PP.

Su comparecencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia se ha retrasado al miércoles dado que su abogado tenía otra vista. Este martes comparecerá el que ya estaba previsto: su ‘número dos’, Ricardo Costa, igualmente imputado por cohecho. Le seguirán Víctor Campos, primer vicepresidente de Camps en el Consell que ha sido suspendido de militancia; y Rafael Betoret, actual jefe de protocolo de la Diputación de Valencia y ex jefe de gabinete de Turismo, precisamente la conselleria de la que supuestamente han salido al menos la mitad de las adjudicaciones a empresas de Correa. Sin embargo, toda la atención estará puesta en Álvaro Pérez ‘El Bigotes’, máximo responsable de Orange Market y amigo personal del presidente de la Generalitat; y ya el jueves en el famoso sastre de Camps, José Tomás.

Y de la trama valenciana al mismo corazón de Génova 13. El diario El País publica este lunes que el tesorero Luis Bárcenas habría recibido de Correa 3.500 euros para pagar viajes realizados en 2002. Según obra en el sumario, el también senador del PP habría recibido en meses anteriores en torno a 650.000 euros, extremo que sigue negando el propio Bárcenas, aunque la investigación eleva estos emolumentos a 1,6 millones de euros.

La semana también arranca con la mirada puesta en Madrid, cuyo diputado autonómico Benjamín Martín Vasco tiene que depositar una fianza de casi un millón de euros impuesta por el juez. Sin olvidar la trama de espionaje político que un juez de la capital investiga por el supuesto uso de fondos públicos en los seguimientos realizados al ex consejero Alfredo Prada y al vicealcalde Manuel Cobo.

Aznar tiene fe ciega en Camps