nuevatribuna.es
25 de mayo de 2009, 19:47
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.5.2009
El PP madrileño parece haber emprendido una huída hacia adelante para intentar sacudirse la sucesión de denuncias por presunta corrupción que no cesan de caerle encima. Adelantándose a lo que hasta ahora sólo es un anuncio, el que realizó el secretario general del PSM este fin de semana sobre una denuncia por las sospechas de financiación irregular, la formación que dirige Esperanza Aguirre ha acudido a los tribunales para formalizar un querella contra el propio Gómez por "injurias y calumnias". La presidenta regional ha apoyado la iniciativa de los servicios jurídicos de su partido con unas declaraciones en las que ha asegurado que la anunciada denuncia de Gómez es como si ella le acusara de "asesinar viejecitas".
"Tomás Gómez se debe creer que para ganar elecciones lo que tiene que hacer es injuriar y calumniar, y nosotros lo que creemos es que la injuria y la calumnia de ninguna manera puede permanecer impune", ha asegurado la jefa del Ejecutivo madrileño, que además ha negado que su partido se haya financiado ilegalmente a través de Fundescam, proclamando que España "es un Estado de Derecho" en el que "no se puede acusar de delitos falsamente a quien se quiera, amparado en la impunidad de ser el secretario general de un partido". Acto seguido, Aguirre se ha explayado manifestando que "esto no es impune. Acusar de un delito, si es falso, es un delito en si mismo, porque es como si yo le acuso a él (a Gómez), no sé, de asesinar viejecitas".
A las declaraciones de la presidenta madrileña se han sumado las de otra "damnificada" por el verbo de Tomás Gómez. Se trata de la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, cuyo matrimonio con el ex alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda fue comparado por el líder socialista con el de Julián Muñoz y Maite Zaldívar, imputados en la trama de corrupción urbanística del "caso Malaya". El motivo de la comparación fue la revelación de que el cerebro de la trama Gürtel, Francisco Correa, había regalado a Sepúlveda un Jaguar valorado en 50.000 euros. Mato también acudió a los tribunales mediante la presentación de una querella y la semana pasada se celebró un acto de conciliación en el que Gómez se negó a retractarse.
Este lunes, al hilo de la nueva querella por injurias y calumnias contra el secretario general del PSM, Mato ha insistido en acusarle de "afán de protagonismo". La dirigente "popular" ha señalado que el PSM "desgraciadamente para los madrileños desde hace mucho tiempo va sin rumbo". Y ha apostillado: "Me gustaría que hubiese un PSM fuerte, creo que hace falta una oposición fuerte porque tiene mucho que aportar al Gobierno, sobre todo, si es oposición constructiva". En su opinión, "este tipo de política le puede dar un titular de periódico pero desde luego no le da nada a los madrileños, y en política hay que trabajar para los madrileños y hay que dejarse de tratar de echar basura a los de enfrente cuando, además, no hay nada de nada".
Lo cierto es que al margen de declaraciones y contradeclaraciones, es a la Justicia a quien corresponde decir la última palabra.
El PP madrileño parece haber emprendido una huída hacia adelante para intentar sacudirse la sucesión de denuncias por presunta corrupción que no cesan de caerle encima. Adelantándose a lo que hasta ahora sólo es un anuncio, el que realizó el secretario general del PSM este fin de semana sobre una denuncia por las sospechas de financiación irregular, la formación que dirige Esperanza Aguirre ha acudido a los tribunales para formalizar un querella contra el propio Gómez por "injurias y calumnias". La presidenta regional ha apoyado la iniciativa de los servicios jurídicos de su partido con unas declaraciones en las que ha asegurado que la anunciada denuncia de Gómez es como si ella le acusara de "asesinar viejecitas".
"Tomás Gómez se debe creer que para ganar elecciones lo que tiene que hacer es injuriar y calumniar, y nosotros lo que creemos es que la injuria y la calumnia de ninguna manera puede permanecer impune", ha asegurado la jefa del Ejecutivo madrileño, que además ha negado que su partido se haya financiado ilegalmente a través de Fundescam, proclamando que España "es un Estado de Derecho" en el que "no se puede acusar de delitos falsamente a quien se quiera, amparado en la impunidad de ser el secretario general de un partido". Acto seguido, Aguirre se ha explayado manifestando que "esto no es impune. Acusar de un delito, si es falso, es un delito en si mismo, porque es como si yo le acuso a él (a Gómez), no sé, de asesinar viejecitas".
A las declaraciones de la presidenta madrileña se han sumado las de otra "damnificada" por el verbo de Tomás Gómez. Se trata de la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, cuyo matrimonio con el ex alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda fue comparado por el líder socialista con el de Julián Muñoz y Maite Zaldívar, imputados en la trama de corrupción urbanística del "caso Malaya". El motivo de la comparación fue la revelación de que el cerebro de la trama Gürtel, Francisco Correa, había regalado a Sepúlveda un Jaguar valorado en 50.000 euros. Mato también acudió a los tribunales mediante la presentación de una querella y la semana pasada se celebró un acto de conciliación en el que Gómez se negó a retractarse.
Este lunes, al hilo de la nueva querella por injurias y calumnias contra el secretario general del PSM, Mato ha insistido en acusarle de "afán de protagonismo". La dirigente "popular" ha señalado que el PSM "desgraciadamente para los madrileños desde hace mucho tiempo va sin rumbo". Y ha apostillado: "Me gustaría que hubiese un PSM fuerte, creo que hace falta una oposición fuerte porque tiene mucho que aportar al Gobierno, sobre todo, si es oposición constructiva". En su opinión, "este tipo de política le puede dar un titular de periódico pero desde luego no le da nada a los madrileños, y en política hay que trabajar para los madrileños y hay que dejarse de tratar de echar basura a los de enfrente cuando, además, no hay nada de nada".
Lo cierto es que al margen de declaraciones y contradeclaraciones, es a la Justicia a quien corresponde decir la última palabra.
