nuevatribuna.es
15 de septiembre de 2010, 9:02
NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C. 15.09.2010
El último debate sobre el estado de la región de la legislatura que arrancó este martes en la Asamblea de Madrid quedó en cierta manera eclipsado por el proceso de primarias del PSM. Tomás Gómez acudió como invitado como viene haciendo todos los años desde que fuera elegido secretario general de los socialistas madrileños. Quien no hizo acto de presencia fue su contrincante, Trinidad Jiménez, una ausencia que su equipo justificó por problemas de agenda en su tarea como ministra de Sanidad (casualmente tenía una cita con Jaime Lissavetzky para la firma de dos convenios entre el Ministerio de Sanidad y el Consejo Superior de Deportes) pero que en realidad responde a su decisión personal de no asistir al debate dado que de momento es sólo precandidata, tal y como explicaron a este periódico fuentes de su entorno.
Los que sí acudieron fueron algunos de los miembros de su plataforma como el portavoz y concejal David Lucas que tuvo oportunidad de charlar brevemente con Esperanza Aguirre precisamente de las elecciones internas que celebrará su partido el próximo 3 de octubre. En tono muy amigable, la jefa del Ejecutivo regional no quiso posicionarse a favor o en contra de uno u otro candidato -para no beneficiar al contrario, ironizó-, pero sí se interesó por el censo de militantes del PSM preguntando si eran 17.000, a lo que el concejal socialista matizó respondiendo que eran cerca de 18.000 contando con los de Móstoles, donde la agrupación socialista fue disuelta, lo que Aguirre calificó de “alucinante”.
Gómez entró en la Asamblea acompañado por la portavoz Maru Menéndez, uno de sus más firmes apoyos en el pulso librado con Ferraz, pero también recibió el ánimo y aliento de otros compañeros como la ex ministra Matilde Fernández y el resto de diputados del Grupo Socialista que respalda su candidatura, así como el especial saludo del presidente de CEIM, Arturo Fernández, quien le dio una palmada en la espalda diciéndole con una sonrisa que "le seguía", se supone que en la batalla que mantiene por su candidatura.
Preguntado por los medios, el líder del PSM no quiso entrar en la polémica por el envío masivo de sms con los datos de la última encuesta de Metrocospia para no "perjudicar" a su partido. Con gesto serio siguió la hora y media que duró la intervención de Aguirre a la que también asistió el vicealcalde Manuel Cobo (que parece haber olvidado sus rencillas con la presidenta regional) y la concejala Ana Botella, además de otros cargos públicos como alcaldes y diputados nacionales. Al término y ya en pasillos, Gómez volvió a esgrimir su imagen de líder de la oposición asegurando que este iba a ser el último discurso de Aguirre en un debate sobre política general ya que "no ha logrado alcanzar los mínimos exigibles a un gobierno serio, de un gobierno que se preocupa por los ciudadanos". Por su parte, Maru Menéndez, destacó que "lo más lamentable" es que la presidenta "ha abandonado la confianza que depositaron en ella los madrileños".
Pese a que la presidenta regional volvió a centrar sus críticas en el Gobierno de Zapatero y relató una por una todas las medidas adoptadas por su Ejecutivo desde que ella está al frente del Gobierno obviando asuntos tan espinosos como la trama Gürtel o el reciente conflicto en el Metro de Madrid, los socialistas reconocen la dificultad de hacer llegar sus mensajes de oposición y de alternativa a la ciudadanía porque la atención está focalizada en las primarias. Los partidarios de Gómez mantienen que éste contará con apoyos suficientes para erigirse con la victoria y eso pese a que esperan que salgan más encuestas favorables a Trinidad Jiménez. Por su parte, los 'trinitarios' vieron al ex alcalde de Parla un tanto alicaído: "Están preocupados", comentaban, porque "estamos mejor que al principio y mejor de lo que ellos creen".
Otras de las imágenes de la jornada la dejaron los diputados de Izquierda Unida que lucieron pegatinas en apoyo a la huelga general del 29 de septiembre; así como los tres diputados imputados en la Gürtel, Alberto López Viejo, Benjamín Martín Vasco y Alfonso Bosch Tejedor, que siguieron el discurso desde sus escaños (ahora, los últimos de la fila) siendo los primeros en abandonar el hemiciclo, no sin antes dedicar unos aplausos a su presidenta ovacionada por todos sus consejeros.
El último debate sobre el estado de la región de la legislatura que arrancó este martes en la Asamblea de Madrid quedó en cierta manera eclipsado por el proceso de primarias del PSM. Tomás Gómez acudió como invitado como viene haciendo todos los años desde que fuera elegido secretario general de los socialistas madrileños. Quien no hizo acto de presencia fue su contrincante, Trinidad Jiménez, una ausencia que su equipo justificó por problemas de agenda en su tarea como ministra de Sanidad (casualmente tenía una cita con Jaime Lissavetzky para la firma de dos convenios entre el Ministerio de Sanidad y el Consejo Superior de Deportes) pero que en realidad responde a su decisión personal de no asistir al debate dado que de momento es sólo precandidata, tal y como explicaron a este periódico fuentes de su entorno.
Los que sí acudieron fueron algunos de los miembros de su plataforma como el portavoz y concejal David Lucas que tuvo oportunidad de charlar brevemente con Esperanza Aguirre precisamente de las elecciones internas que celebrará su partido el próximo 3 de octubre. En tono muy amigable, la jefa del Ejecutivo regional no quiso posicionarse a favor o en contra de uno u otro candidato -para no beneficiar al contrario, ironizó-, pero sí se interesó por el censo de militantes del PSM preguntando si eran 17.000, a lo que el concejal socialista matizó respondiendo que eran cerca de 18.000 contando con los de Móstoles, donde la agrupación socialista fue disuelta, lo que Aguirre calificó de “alucinante”.
Gómez entró en la Asamblea acompañado por la portavoz Maru Menéndez, uno de sus más firmes apoyos en el pulso librado con Ferraz, pero también recibió el ánimo y aliento de otros compañeros como la ex ministra Matilde Fernández y el resto de diputados del Grupo Socialista que respalda su candidatura, así como el especial saludo del presidente de CEIM, Arturo Fernández, quien le dio una palmada en la espalda diciéndole con una sonrisa que "le seguía", se supone que en la batalla que mantiene por su candidatura.
Preguntado por los medios, el líder del PSM no quiso entrar en la polémica por el envío masivo de sms con los datos de la última encuesta de Metrocospia para no "perjudicar" a su partido. Con gesto serio siguió la hora y media que duró la intervención de Aguirre a la que también asistió el vicealcalde Manuel Cobo (que parece haber olvidado sus rencillas con la presidenta regional) y la concejala Ana Botella, además de otros cargos públicos como alcaldes y diputados nacionales. Al término y ya en pasillos, Gómez volvió a esgrimir su imagen de líder de la oposición asegurando que este iba a ser el último discurso de Aguirre en un debate sobre política general ya que "no ha logrado alcanzar los mínimos exigibles a un gobierno serio, de un gobierno que se preocupa por los ciudadanos". Por su parte, Maru Menéndez, destacó que "lo más lamentable" es que la presidenta "ha abandonado la confianza que depositaron en ella los madrileños".
Pese a que la presidenta regional volvió a centrar sus críticas en el Gobierno de Zapatero y relató una por una todas las medidas adoptadas por su Ejecutivo desde que ella está al frente del Gobierno obviando asuntos tan espinosos como la trama Gürtel o el reciente conflicto en el Metro de Madrid, los socialistas reconocen la dificultad de hacer llegar sus mensajes de oposición y de alternativa a la ciudadanía porque la atención está focalizada en las primarias. Los partidarios de Gómez mantienen que éste contará con apoyos suficientes para erigirse con la victoria y eso pese a que esperan que salgan más encuestas favorables a Trinidad Jiménez. Por su parte, los 'trinitarios' vieron al ex alcalde de Parla un tanto alicaído: "Están preocupados", comentaban, porque "estamos mejor que al principio y mejor de lo que ellos creen".
Otras de las imágenes de la jornada la dejaron los diputados de Izquierda Unida que lucieron pegatinas en apoyo a la huelga general del 29 de septiembre; así como los tres diputados imputados en la Gürtel, Alberto López Viejo, Benjamín Martín Vasco y Alfonso Bosch Tejedor, que siguieron el discurso desde sus escaños (ahora, los últimos de la fila) siendo los primeros en abandonar el hemiciclo, no sin antes dedicar unos aplausos a su presidenta ovacionada por todos sus consejeros.
