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22 de junio de 2010, 15:44
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 21.6.2010
La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha dicho hoy que su Gobierno prevé reducir el presupuesto para 2011 en torno a un 10 por ciento, un descenso que ya registró el de este año con una bajada de 2,5 puntos.
En una entrevista en TVE, Aguirre ha defendido esta medida porque, de lo contrario, no se podrían pagar los servicios "esenciales" como la sanidad o la educación, y ha contrapuesto sus políticas económicas con las del Gobierno central, que en ocasiones "dilapida" el gasto público con proyectos como el Plan E. Dentro de su estrategia para contraponer su austeridad" al derroche del Gobierno, la presidenta regional ha dicho: "Queremos bajar el presupuesto el 10 por ciento, en vez de subirlo el 17 por ciento que es lo que hizo (José Luis Rodríguez) Zapatero del 2009 al 2010. Nosotros queremos recortar el 10 por ciento sobre un presupuesto que ya estaba recortado el 2,5 por ciento el año pasado y esto es dificilísimo".
El anuncio de Aguirre coincide con la aparición de informaciones, como la que este lunes lleva Público a su portada, en las que se da cuenta de que a pesar de su cacareada rebaja de salario de un 15%, la líder madrileña seguirá cobrando más que el presidente del Gobierno. En concreto, 89.967 euros anuales frente a los 78.184 euros de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero no sólo ella. También otros 91 altos cargos de la Comunidad de Madrid, entre los que se cuentan el vicepresidente, Ignacio González, los consejeros, los viceconsejeros, los secretarios generales técnicos y los directores generales.
"Ha llegado el momento de decir a los españoles que la fiesta se ha terminado", ha afirmado la presidenta madrileña, quien ha recomendado "apretarse el cinturón" y adoptar medidas que, según ella, ha tomado en su Ejecutivo, como la reducción de sueldos de los altos cargos, la supresión de direcciones generales, el ahorro en coches oficiales o en gastos de representación.
Preguntada sobre el documento de reforma laboral aprobado por el Consejo de Ministros, ha insistido en que se ha quedado "corta" y "light" porque, entre otras cuestiones, "no se toca el despido, no se liberaliza la contratación ni la afección de los convenios".
Sobre la posibilidad de reducir el gasto en las empresas públicas de la Comunidad, Aguirre ha afirmado que la supresión de éstas, de entes públicos o de organismos autonómicos es una medida "dolorosa", aunque "no hay más remedio" que adoptarla, ya que de lo contrario no se podrían pagar los "recursos públicos esenciales". Por eso ha dicho que apoya la bajada de sueldo para los funcionarios anunciada por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, porque a su juicio es una medida que va "en la buena dirección".
Al margen de esta reforma, Aguirre también ha apostado por otras como la energética, la financiera o la educativa con el fin de equiparar a los españoles al "nivel" de los europeos.
Con respecto a la convocatoria de huelga general prevista para el 29 de septiembre, ha asegurado que es "un disparate" porque España "no está para huelgas" y en la actualidad está afrontando un momento "muy delicado", con una situación en la que los ingresos de los contribuyentes "no llegan" para afrontar todos los gastos.
La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha dicho hoy que su Gobierno prevé reducir el presupuesto para 2011 en torno a un 10 por ciento, un descenso que ya registró el de este año con una bajada de 2,5 puntos.
En una entrevista en TVE, Aguirre ha defendido esta medida porque, de lo contrario, no se podrían pagar los servicios "esenciales" como la sanidad o la educación, y ha contrapuesto sus políticas económicas con las del Gobierno central, que en ocasiones "dilapida" el gasto público con proyectos como el Plan E. Dentro de su estrategia para contraponer su austeridad" al derroche del Gobierno, la presidenta regional ha dicho: "Queremos bajar el presupuesto el 10 por ciento, en vez de subirlo el 17 por ciento que es lo que hizo (José Luis Rodríguez) Zapatero del 2009 al 2010. Nosotros queremos recortar el 10 por ciento sobre un presupuesto que ya estaba recortado el 2,5 por ciento el año pasado y esto es dificilísimo".
El anuncio de Aguirre coincide con la aparición de informaciones, como la que este lunes lleva Público a su portada, en las que se da cuenta de que a pesar de su cacareada rebaja de salario de un 15%, la líder madrileña seguirá cobrando más que el presidente del Gobierno. En concreto, 89.967 euros anuales frente a los 78.184 euros de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero no sólo ella. También otros 91 altos cargos de la Comunidad de Madrid, entre los que se cuentan el vicepresidente, Ignacio González, los consejeros, los viceconsejeros, los secretarios generales técnicos y los directores generales.
"Ha llegado el momento de decir a los españoles que la fiesta se ha terminado", ha afirmado la presidenta madrileña, quien ha recomendado "apretarse el cinturón" y adoptar medidas que, según ella, ha tomado en su Ejecutivo, como la reducción de sueldos de los altos cargos, la supresión de direcciones generales, el ahorro en coches oficiales o en gastos de representación.
Preguntada sobre el documento de reforma laboral aprobado por el Consejo de Ministros, ha insistido en que se ha quedado "corta" y "light" porque, entre otras cuestiones, "no se toca el despido, no se liberaliza la contratación ni la afección de los convenios".
Sobre la posibilidad de reducir el gasto en las empresas públicas de la Comunidad, Aguirre ha afirmado que la supresión de éstas, de entes públicos o de organismos autonómicos es una medida "dolorosa", aunque "no hay más remedio" que adoptarla, ya que de lo contrario no se podrían pagar los "recursos públicos esenciales". Por eso ha dicho que apoya la bajada de sueldo para los funcionarios anunciada por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, porque a su juicio es una medida que va "en la buena dirección".
Al margen de esta reforma, Aguirre también ha apostado por otras como la energética, la financiera o la educativa con el fin de equiparar a los españoles al "nivel" de los europeos.
Con respecto a la convocatoria de huelga general prevista para el 29 de septiembre, ha asegurado que es "un disparate" porque España "no está para huelgas" y en la actualidad está afrontando un momento "muy delicado", con una situación en la que los ingresos de los contribuyentes "no llegan" para afrontar todos los gastos.
