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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 15.11.2009

...y, sobre todo y más importante, dar la imagen de unidad entre sus dirigentes que contarreste la de las guerras intestinas por el poder que amenazan al partido en comunidades como Madrid y Valencia. Pero, ni la presidenta madrileña, ni el valenciano Francisco Camps, ni el responsable del partido en Andalucía, Javier Arenas, escucharon el discurso final del líder. En el caso de Madrid, sólo dos de los diez consejeros del gobierno de Esperanza Aguirre se quedaron a la clausura. La mayoría de la delegación madrileña desapareció sin dejar rastro, con la propia presidenta, su secretario general, Francisco Granados, y su vicepresidente, Ignacio González, a la cabeza.

Aguirre ya había anticipado que por razones personales -un familiar cercano está muy enfermo- no se quedaría a la jornada del domingo en la que Mariano Rajoy ha presentado un decálogo de valores con el que aspira a ganarse la confianza de los ciudadanos hasta las próximas elecciones generales.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, consideró como una "anécdota" las ausencias de Aguirre y de Camps: "Lo importante es la categoría, y aseguro que la categoría es que éste es un partido que, con las diferencias que lógicamente se producen en todas las organizaciones democráticas, tiene unidad básica en su discurso político, en su propuesta a la sociedad y con el liderazgo de Rajoy".

Antonio Beteta y Gádor Ongil fueron los principales representantes del PP de Madrid en la clausura de la Convención Nacional que este fin de semana ha reunido a cerca de 3.000 militantes y simpatizantes del partido en Barcelona bajo el lema "Propuestas para el cambio".

Entre los representantes del PP de Madrid que sí acudieron a la clausura se encontraba Manuel Lamela, ex consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre y al que Mariano Rajoy estuvo cerca de fichar para su equipo en el Congreso de Valencia de 2008.

NI RASTRO DE CAMPS

Por su parte, el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, apenas estuvo unas horas en la Convención Nacional. Llegó a mediodía del sábado fuertemente arropado por unos 200 incondicionales traídos en autobuses desde Valencia. Almorzó con Rajoy y el resto de barones territoriales y regresó a su ciudad. Camps estuvo este domingo en Valencia junto a los patronos del equipo de Ferrari de la Fórmula 1, que presenta en la ciudad del Turia a Fernando Alonso como su nuevo piloto para la próxima temporada.

La sorpresa fue que entre los ausentes de la clausura de la Convención se encontraba también el presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, vicesecretario general de Política Territorial del PP y uno de los hombres más fuertes en el equipo del líder de la oposición. Fuentes populares han disculpado la ausencia asegurando que Arenas estuvo el sábado por la noche con Rajoy terminando de preparar el discurso porque el domingo tenía que regresar temprano a Sevilla con motivo de una celebración familiar.

El resto de los barones territoriales estaban sentados en las dos primeras filas del Palacio de Congresos de Barcelona escuchando atentamente a Rajoy. Junto a él, la secretaria general del PP y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, la única además del líder que intervino en la clausura.

Además, estaban el gallego Alberto Núñez Feijóo, el asturiano Ovidio Sánchez, el cántabro Ignacio de Diego, el vasco Antonio Basagoiti, la aragonesa Luisa Fernanda Rudí, el navarro Juan José Palacios, el riojano Pedro Sanz, el castellanoleonés Juan Vicente Herrera, el extremeño José Antonio Monago, el murciano Ramón Luis Valcárcel, el canario José Manuel Soria, el balear José Ramón Bauzá y el ceutí Juan Jesús Vivas.

UN PARTIDO "UNIDO Y LIMPIO"

El presidente del PP, Mariano Rajoy, hizo este domingo un llamamiento a la unidad para que el Partido Popular pueda conseguir sus objetivos electorales y ser un "instrumento útil" a la sociedad porque, según recalcó, se deben "a la gente" y "al interés general". "Un proyecto ilusionante, mayoritario y regeneracionista, como el que ofrecemos a la sociedad, exige que lo lidere un partido de ámbito nacional, unido y limpio", exclamó.

Rajoy lanzó este mensaje interno al partido en la clausura de la convención política que se ha celebrado en Barcelona durante tres días. "La unidad es un presupuesto fundamental para el logro de nuestros objetivos. Para que el PP sea un instrumento útil a la sociedad española es necesaria la unidad", aseveró. Dicho esto, recalcó que el PP tiene que centrarse "en lo importante" y en lo que "de verdad afecta a los españoles" porque se deben a la gente.

"Nos debemos única y exclusivamente al interés general. La independencia es un valor fundamental de nuestro partido político porque si no somos nosotros mismos, al final no somos nadie", enfatizó el presidente, cosechando un fuerte aplauso.

Según dijo, esa unidad debe ir acompañada de "limpieza en la vida pública". Esa limpieza, continuó, es "una exigencia moral" porque "nadie está obligado" a participar en política y, por lo tanto, debe saber que su actitud tiene que "ser ejemplar". A su entender, "traicionar" ese compromiso "inexcusable" supone "traicionar la confianza" que los ciudadanos han depositado en el PP.

Ante los casos de corrupción, el líder de la oposición se comprometió a aumentar el "nivel de exigencia" aprobando un Código de Buenas Prácticas. Paralelamente, dijo que promoverán reformas legales para "devolver a los ciudadanos la confianza en sus representantes". Con este objetivo, avanzó que la próxima semana ofrecerán al conjunto de fuerzas políticas "un gran acuerdo" por la transparencia y contra la corrupción en la vida municipal española.

El líder de los 'populares' aprovechó su intervención para dejar claro que la política es "una actividad noble" y subrayó que hay muchos servidores públicos que han dado ejemplo de "abnegación, trabajo y sacrificio". "Hay mucha gente que se dedica a la política y merece un respeto. No todos somos iguales", resaltó.


Aguirre, Camps y Arenas frustran la "foto de la unidad" que se había propuesto Rajoy