"Es incomprensible el engaño del presidente del parlamento al asegurar que prepararía un texto para condenar el golpismo del general Franco, el 18 de julio de 1936", se ha quejado esta entidad a través de un comunicado.
Con motivo del 75 aniversario del golpe de Estado, Bono leyó este martes un texto en el que, retomando un discurso del que fuera presidente de la segunda República, Manuel Azaña, recordó "a quienes murieron en defensa de sus ideales" durante la Guerra Civi, pero no incluyó ninguna mención expresa al alzamiento militar del 18 de julio de 1936, a la figura de Francisco Franco o a la dictadura que siguió a la contienda.
Bono se comprometió a recordar en el Congreso el inicio de la contienda civil después de que IU-ICV le pidiera que la Cámara no dejara pasar esa fecha sin condenarla. También la ARMH le había hecho una petición similar.
"La respuesta por parte de Bono ha sido la lectura de un extracto de un discurso de Manuel Azaña, en el que se habla de reconciliación", se queja la asociación, para la que "no se puede llamar reconciliación al hecho de que los franquistas hayan conservado todos sus privilegios en democracia y los desaparecidos por la represión de los golpistas continúen en fosas comunes en cunetas y caminos".
NO ES LA PRIMERA VEZ
También denuncian que "no es la primera vez" que Bono "discrimina a las víctimas de la dictadura franquista" porque, según recuerdan, hace un año ya "se negó a que dentro del Congreso de los Diputados fuera presentada una campaña en de las familias de los desaparecidos por la represión franquista". Eso sí, recalcan que pocas semanas después, el presidente permitiera el rodaje en el Congreso de una serie sobre el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Para la ARMH, Bono actúa con una "doble moral con respecto al origen de las violencias". Para avalar esa acusación adjuntan unas palabras pronunciadas por Bono el pasado 27 de junio, en el homenaje de la Cámara Baja a las víctimas del terrorismo: "Hoy, honramos a los muertos, reconfortamos a los dolientes y detestamos una vez más a los criminales. Pero la indiferencia es tan dura como el olvido. Cuando las calles se ensucian con fotografías de asesinos, los representantes de la soberanía nacional queremos estar con las víctimas".
"En esos mismos términos --agrega la ARMH-- podría haber realizado su condena de la dictadura en un país donde todavía se conservan numerosos monumentos y espacios públicos dedicados a los responsables de un genocidio e incluso en el Parlamento que preside se conservan los retratos de los tres presidentes de las cortes franquistas equiparados a los que fueron elegidos como consecuencia de unas elecciones democráticas".
