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NUEVATRIBUNA.ES 19.10.2009

Madrid es irrespirable. Así lo cree la asociación ecologista Globalízate que, después de conocerse la decisión de la Fiscalía de Medio Ambiente de tomar cartas en el asunto, ha pedido al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón el cese de la flamante delegada Ana Botella por su "incompetencia" en el área que preside.

El pasado viernes, la Fiscalía decidió incoar diligencias informativas por la mala calidad del aire en la capital y pidió a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid que comunique qué actos se han adoptado para los casos de exceso de contaminación, así como los planes y programas para la mejora de la calidad del aire tanto en la ciudad como en la región.

PROFUNDO DESCONOCIMIENTO

Globalízate cree que la "incompetencia" de Botella viene provocada por "su profundo desconocimiento en material ambiental y el desdén que manifiesta hacia la sostenibilidad". "Madrid ha conocido en los últimos años los niveles más altos de contaminación registrados y no tenemos constancia de ninguna medida efectiva para su reducción, es más, la concejala está tratando de ocultarla eliminando las estaciones de medición", exponen desde la asociación.

Después de calificar a Botella como la "concejala contra el medio ambiente", Globalízate aseguran que los niveles alcanzados durante el último año en partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno y ozono troposférico han superado "en muchísimas ocasiones" los niveles máximos permitidos mientras que "la única respuesta de la edil ha sido pedir a los madrileños que permanezcan en sus casas".

Consideran que de este modo se pone en riesgo no sólo a los más vulnerables, como ancianos y niños, sino también a personas de toda condición sumando un riesgo potencial al incremento de enfermedades graves del aparato respiratorio.

La asociación Globalízate remitió hace unos meses al Defensor del Pueblo una queja por la contaminación en la capital. En cuanto a la iniciativa del fiscal de Medio Ambiente esperan que sirva para una reducción efectiva de la contaminación en un próximo futuro.

A los madrileños no les queda otra que dejar de respirar