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NUEVATRIBUNA.ES - 14.09.2009

Mariano Rajoy sigue deshojando la margarita del que ha de ocupar la presidencia de Caja Madrid en sustitución de Miguel Blesa. La última palabra la tiene él, según el último acuerdo alcanzado con Esperanza Aguirre, pero la presidenta madrileña se resiste entre dientes a comulgar con las intenciones del presidente de su partido cuyas relaciones andan más que tocadas desde el Congreso de Valencia.

Fue precisamente en ese cónclave (donde Rajoy fue ratificado como líder del PP), y en los días previos al mismo, donde el frente aguirrista se levantó contra Rajoy perdiendo estrepitosamente gracias a los avales de Francisco Camps y compañía. Y fue precisamente Ignacio González –actual vicepresidente de la Comunidad de Madrid-, una de las voces más críticas y principal azote de los marianistas, que cerraron filas y levantaron trinchera contra la lideresa.

Que González es el candidato de Aguirre ya no se oculta en Génova 13, pero tampoco el hecho de que Rajoy no le quiere ver ni en pintura. Un gallardonista suaviza el rifirrafe afirmando que el presidente del PP “no quiere a ningún político” al frente de la entidad bancaria. De ser cierta la máxima no entrarían en las quinielas ni Luis de Guindos (candidato que no disgusta al PSOE); ni Ángel Acebes, ni Rodrigo Rato, ni Manuel Pizarro, quien ha dicho que terminará legislatura como diputado.

Para el ex secretario general del PP, Aguirre quería reservarle una vicepresidencia tras una supuesta remodelación de su gobierno que sigue sin concretarse. La jugada de la presidenta no era otra que echar a Francisco Granados y a González del Ejecutivo (en una operación de limpieza de imagen por los casos de corrupción y espionaje político) para premiar a este último con la presidencia de la Caja, lo que dejaría contento al que hasta ahora ha sido mano derecha de Aguirre y a Acebes como su nuevo número dos.

Y en cuanto a Rato, ni lo quiere Rajoy ni él mismo está por la labor. La presidencia de Caja Madrid se le queda pequeña para el ex gerente del Fondo Monetario Internacional. Además –señala un diputado popular- “me consta que Rato quiere volver a la política”. -¿Sí? ¿Y de qué? “¿Por qué no de vicepresidente económico?”, señala la misma fuente, dando por sentado que el PP ganará las próximas elecciones generales y dejando la puerta abierta a que Rajoy cuente con él si consigue desbancar al PSOE.

En cuanto a los socialistas, el pacto alcanzado antes del verano incluye una vicepresidencia y más presencia en los órganos de dirección. Aunque no será el PSOE quien ponga sobre la mesa un candidato, sí tendrá cierto derecho de veto respecto a la persona que elija finalmente el PP. En ese sentido, fuentes del PSM, se inclinan más por un “perfil técnico” que político defendiendo así la misma tesis de Rajoy.

A diferencia de Aguirre, Rajoy "no quiere a ningún político" para presidir...