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NUEVATRIBUNA.ES - 28.03.2009

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 17 años de prisión a la madre de la menor mauritana que aseguró haber sido violada por su marido en Puerto Real en junio de 2007. El tribunal considera que la procesada cometió un delito de violación, otro de coacciones y un tercero de amenazas. La sentencia condena también al marido de la menor, un mauritano, de unos 40 años de edad, a 13 años y 6 meses de prisión por agresión sexual. Al padre de la menor, tercer procesado en esa causa, el tribunal lo absuelve de agresión sexual y lo condena a un año y seis meses por un delito de amenazas. También le prohibe acercarse a su hija durante cuatro años. El fallo incluye que la madre y el marido de la joven la indemnicen con 15.000 euros.

El juicio relacionado con la menor mauritana obligada a casarse y a mantener relaciones sexuales con un hombre mucho mayor concluyó hoy tras la asistencia como testigos del imán de Puerto Real (Cádiz) y el hermano de la joven, entre otros conocidos de los procesados están citados como testigos de la defensa. El caso ha sentado en el banquillo a los padres y al esposo de la chica.

La fiscal sostiene que el marido de la joven la violó en junio de 2007 en Puerto Real, cuando ella tenía 14 años, y que los padres fueron cooperadores necesarios de la agresión sexual, que la amenazaron y le pegaron cuando se negaba a acostarse con su esposo, de 39 años, con quien se casó en Mauritania en diciembre de 2005. Los procesados han negado esos hechos. El juicio comenzó el pasado jueves, continuó el viernes y se reanudó ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz.

Los acusados son mauritanos y el caso ha deparado un movimiento de solidaridad de compatriotas que reclaman respeto a las tradiciones de ese país, entre ellas el hecho de que una menor se case con un hombre de mucha más edad. A las dos primeras sesiones del juicio ha asistido un representante de la Embajada de Mauritania.

La menor, de 16 años, declaró el viernes que fue obligada a casarse y que su padre y su madre la amenazaron y le agredieron para que en junio de 2007 se acostase con su marido cuando éste viajó a Puerto Real.

En el juicio, el marido de la menor, haciendo uso de su derecho al turno de la última palabra, dijo que la joven que denunció la violación se la inventó, y pidió el mismo respeto para las tradiciones mauritanas que para las de los gitanos al tiemp que culpó de la invención a una hija del matrimonio español que acoge a la menor que denunció haber sido violada. "Lo que busca esa muchacha es ir por las televisiones y ganar mucho dinero y también cambiar a mi esposa de musulmana a cristiana", dijo en una intervención interrumpida en un momento determinado por el presidente del tribunal.

"Nadie cuestiona sus costumbres. Aquí no se le está acusando a usted de haberse casado con una menor en Mauritania, sino de una agresión sexual, algo que también es delito en su país", replicó el magistrado. Sus palabras fueron traducidas por una intérprete que ayer sustituyó al que intervino en las dos primeras sesiones (que no es el intérprete de árabe de la Audiencia). El hombre comunicó al tribunal que había sido amenazado y se retiró.

La sentencia no es firme. Contra ella cabe recurso ante el Tribunal Supremo y es previsible que será presentado por la defensa. La resolución de la Sección Tercera, de la que ha sido ponente la magistrada Ana María Rubio Encinas, fue notificada ayer a la fiscal y a la defensa. Las penas son inferiores a lo solicitado por la Fiscalía, que reclamó 22 años y 10 meses de prisión para la madre de la menor, 20 años y 10 meses para el padre y 15 para el marido. La defensa sostuvo que no hay prueba alguna de la violación denunciada por la joven y solicitó la absolución de los tres acusados.

El juicio que sentó en el banquillo al marido, a la madre y al padre de la menor se celebró en el Palacio de Justicia de Cádiz en tres jornadas entre el 5 y el 12 de marzo.

La joven nació en Cádiz en 1992. Sus padres, ambos mauritanos, residen desde hace muchos años en España. La propia menor relató en el juicio que desde pequeña convivió con una familia española amiga de sus padres. Y que cuando tenía 12 años, su madre la llevó a Mauritania y allí, tras unos meses, en 2005, la obligó a casarse con un primo suyo de unos 39 años de edad.

La joven explicó, llorando y con frecuentes interrupciones, que regresó después con su madre a España y que volvió a residir en Puerto Real con la familia española con la que continúa. Entonces, en junio de 2007, llegó su marido y, según contó la menor, sus padres la amenazaron para obligarla a acostarse con él. Una noche, dijo, el marido la violó.

Los procesados negaron rotundamente la versión de la joven. Su madre culpó a la familia española de haberle metido todo eso en la cabeza a su hija con el propósito de quedarse con ella. El marido, en prisión preventiva desde junio de 2007, aseguró que la joven miente: que mantuvieron relaciones sexuales consentidas y que nunca la forzó; ni en Puerto Real ni en Mauritania.

17 años de prisión para la madre de la menor mauritana que fue obligada a...