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NUEVATRIBUNA.ES - 05.06.2009

El aforo de 500 personas se quedó pequeño. Poco antes de las nueve de la noche, el salón de actos del Centro Cultural José Saramago de Leganés se llenó hasta la bandera y decenas de simpatizantes de Izquierda Unida (IU) tuvieron que acomodarse en los pasillos y en el mismo vestíbulo del recinto, que a través de un monitor permitió seguir a los desafortunados curiosos lo que dentro se aplaudía y -en ocasiones- vitoreaba.

Tras una calurosa ovación, Cayo Lara -que se atrevió a canturrear el ¡A por ellos, IU!- abrió fuego advirtiendo a los ciudadanos de que si no votan o lo hacen por el PP o por el PSOE "los poderosos van a pensar que todo va bien y que pueden apretar las clavijas más y más a los trabajadores". "Vuestra abstención", alertó, "les da igual a los poderosos; lo que les preocuparía sería un voto masivo a la izquierda".

"El 7 de junio, ¿qué les vamos a decir con nuestro voto a los banqueros, a los promotores urbanísticos que se han llevado el dinero a paraísos fiscales, que han dejado la generación de jóvenes más hipotecados de la historia, a los especuladores, a esta patronal abusiva, al Gobierno de Zapatero y al señor Rajoy?", se preguntó el coordinador general de IU, quien aseguró que para que algo cambie en Europa, pero también en España, hay que acudir este domingo a las urnas.

DE LA REFORMA LABORAL, NI HABLAR

Lara recordó que gracias a los dos diputados de IU pudo frenarse la reforma laboral pactada por PSOE y CiU, y se comprometió a detener la que -según desveló el pasado lunes- presentará la vicepresidenta Elena Salgado después de las elecciones. De llevarse adelante, dijo, "ya no habrá excusas para no hacer una huelga general en España".

En un acto plagado de referencias a una corrupción que se vive con especial crudeza en el Madrid gobernado por Esperanza Aguirre, el coordinador general de IU insistió en la necesidad de controlar los excesos de los grandes ejecutivos, a través de un salario máximo, y el fraude fiscal. "Los empresarios españoles declararon 13.000 euros al año de media, frente a los 20.000 de los trabajadores. ¿Esto se lo cree alguien?", inquirió el líder de Izquierda Unida a un auditorio indignado, ante el que expuso las principales propuestas de su formación para combatir el drama del paro, los salarios submileuristas, la difícil situación de autónomos y pymes, la inaccesibilidad de la vivienda, los desahucios que afectan a miles de familias y el modelo económico neoliberal "compartido por PP y PSOE" que, a su juicio, ha generado esta crisis, y para cuya transformación sería precisa la recuperación de una banca pública.

"¿Qué propuestas ha hecho Rajoy? ¡Ninguna!", manifestó Lara, antes de añadir que el PP es parte del problema y no de la solución. "¿Pero qué alternativa ofrece Zapatero? ¿Qué ha hecho Zapatero?", preguntó a un público entregado que gritaba al unísono "¡cero!" según iba afinando las cuestiones su coordinador. "La base social del PSOE debe pensar si se han hecho políticas de izquierdas, y en su caso deberá volverse hacia IU", reflexionó Lara.

PROPUESTAS PARA EUROPA

"El neoliberalismo no nos ha vencido. Europa nos afecta y otra Europa es posible", afirmó la dirigente madrileña Libertad Martínez, a lo que el coordinador regional de IU, Gregorio Gordo, añadió que dos décadas de neoliberalismo han estado a punto de poner fin al sueño sobre el que se construyó Europa.

El número uno de la candidatura de Izquierda Unida a la Eurocámara, Willy Meyer, señaló por su parte que las propuestas del PSOE para Europa son "un folio en blanco", e invitó al socialista Juan Fernando López Aguilar a que rompa el pacto con el PP y dé por fracasada la estrategia de Lisboa. Es preciso, dijo, recuperar los sectores estratégicos y apostar por consorcios públicos europeos, empezando por la banca.

Meyer, que destacó sus coincidencias con los sindicatos CCOO y UGT, exigió asimismo la derogación inmediata de la llamada "directiva de la vergüenza", que "convierte al migrante, incluso al menor de edad, en un criminal por el mero hecho de no tener papeles", además de la congelación de los acuerdos europeos de cooperación con Marruecos e Israel, por no reconocer el derecho de autodeterminación de los pueblos saharaui y palestino, respectivamente.

En materia de seguridad, el eurodiputado de Izquierda Unida defendió -entre gritos de "¡OTAN no, bases fuera!"- un sistema defensivo desvinculado de la Alianza Atlántica y encaminado a proponer de inmediato a la comunidad internacional un desarme global que acabe con las armas de destrucción masiva en todo el mundo.

"Lo que no queremos para España tampoco lo queremos para Europa", aclaró Meyer antes de referirse a su exigencia de prohibir la energía nuclear en toda la UE; una Unión que, según la formación de izquierdas, debe desburocratizarse y avanzar hacia un proceso constituyente que dote al Parlamento Europeo de plenos poderes legislativos y haga realidad el sueño de Víctor Hugo de unos estados federados europeos. "No pararemos hasta conseguir una Europa de la igualdad, de la solidaridad, de la fraternidad y de la paz", concluyó Meyer en un ambiente que dirigentes de la federación coincidieron en describir como eufórico.

"Otra Europa es posible: el neoliberalismo no nos ha vencido"