lunes. 29.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES 17.3.2009

La portavoz ‘popular’ en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha sido incapaz de responder a una sola de las preguntas que le han planteado este martes los periodistas sobre la cuestión y se ha limitado a echar balones fuera. “Nunca imaginé que tendría que responder a una pregunta como ésta”, ha contestado Sáenz a una de las interpelaciones. Pero el caso es que las facturas no aparecen porque bien que le gustaría al principal partido de la oposición poder mostrarlas para desmontar el “caso” contra Francisco Camps.

Como parte de su estrategia para contraatacar en los tribunales, el PP ha anunciado la presentación de un escrito ante la Fiscalía General del Estado en el que solicita que se emprendan acciones penales contra José Tomás García, el sastre que tomaba medidas a Francisco Camps y que además fue comercial de Milano y Forever Young, la empresa a la que supuestamente el cerebro del caso de corrupción, Franciso Correa, abonaba el vestuario del presidente de la Generalitat valenciana a cambio de sustanciosos contratos.

Se ve que, hartos de pedir sanciones contra Baltasar Garzón (hasta cuatro denuncias ha presentado ya el PP contra el juez instructor del caso Gürtel sin que haya prosperado ninguna), los ‘populares’ han optado por “defender su honor” atacando a una de las piezas aparentemente más débiles del entramado. Porque ¿quién es José Tomás García?

El “sastrecillo valiente”, como ya le apodan algunos, es quien ha apuntalado los indicios sobre la posible conducta delictiva de Camps, que destapó una de las imputadas en el caso, hasta el punto de convertir a los trajes del dirigente valenciano en un quebradero de cabeza para el principal partido de la oposición.

José Tomás fue citado a declarar por la policía cuando llegó a oídos de la Fiscalía Anticorrupción que se estaban regalando trajes a políticos valencianos que luego pagaba Orange Market, una de las empresas vinculadas a la trama de Correa. El sastre reconoció haber mantenido una relación profesional con Camps durante un año y pico, mientras seguía trabajando para Milano y después, cuando se incorporó a la plantilla de Forever Young, una tienda continuación de la primera. Durante ese tiempo, le confeccionó varios trajes que después eran abonados por una persona de Orange Market, Cándido Martínez, el encargado de cuadrar las cuentas con el responsable de facturación de Forever Young, Javier García Fernández. Todos estos detalles los desgranó el propio José Tomás en una entrevista concedida al diario El País el pasado fin de semana.

La única manera de demostrar que no aceptaron regalos a cambio de favores con cargo al erario público que tienen Camps y otros dirigentes valencianos (como su segundo Ricardo Costa), que supuestamente han renovado su vestuario siguiendo el mismo procedimiento, es presentar las facturas o los resguardos de los pagos con tarjetas de crédito. Y en esas andan el propio Camps y otros colegas de partido con escaso éxito por ahora, todo hay que decirlo. El portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, ha llegado a decir, en un intento desesperado por justificar lo que hasta ahora no tiene justificación alguna, que “no es costumbre de Camps pagar con tarjeta” y que debe ser la propia tienda, Forever Young, quien presente las facturas.

El tema, por otra parte, se ha situado en el estadio de “palabra contra palabra”. El portavoz adjunto del grupo popular en el Congreso, Alfonso Alonso, insiste en la tesis de su partido (Camps ha tenido una "actuación impecable") y añade que “el presunto sastre miente, se contradice y genera una enorme confusión”.

¿Dónde están las facturas?