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NUEVATRIBUNA.ES 10.03.2010

¿Deben los políticos dar ejemplo? Pues el socialista Tomás Gómez cree que sí. El secretario general del PSM forma parte del grupo de dirigentes que no tiene un plan privado de pensiones y además se congratula de ello. “Soy partidario de que la obligación de un cargo público es hacer uso de la administración pública y tener un sistema de pensiones público. No concibo que un presidente autonómico no sea usuario de la sanidad pública, por ejemplo, de la que es el responsable y por lo tanto debe dar ejemplo al resto de ciudadanos de que está muy de acuerdo de cómo se gestiona ese recurso”.

Tema protagonista en el pleno de este miércoles en el Congreso, después de las explosivas declaraciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, pocos miembros del Gobierno y otros dirigentes se han librado de la pregunta de marras. ¿Tiene usted un plan de pensiones privado? El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero respondía con un lacónico “no”, mientras que la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega decía “sí”.

También han reconocido tener uno los titulares de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa; de Vivienda, Beatriz Corredor; y de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, quien llegó a señalar que tener un plan privado de pensiones no debe ser "tan malo" cuando todos los gobiernos, con independencia de su adscripción política, lo bonifican "de forma generosa" con incentivos fiscales.

Por el contrario, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, afirmó que tiene contemplada "exclusivamente" la pensión pública, al igual que la titular de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, quien dijo entender que sus compañeros ministros tengan uno privado "como cualquier otro ciudadano" que hace sus previsiones de futuro como considera. "Es una forma de ahorrar", apuntó. Su compañero de Fomento, José Blanco, dijo que su pensión la fía al Congreso.

Más reacios a comentar públicamente si poseen o no un plan privado de pensiones se mostraron el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, quien llegó a decir que su vida privada "no interesa", y la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, que únicamente se limitó a comentar que lleva cotizando a la Seguridad Social desde los 22 años y que cuando deje de trabajar cobrará su correspondiente pensión pública.

EL PP APROVECHA EL DESLIZ DE CORBACHO…

Desde el PP, su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, desveló tener suscrito un plan de pensiones privado "muy bajito" desde que empezó a trabajar en la Administración Pública, si bien indicó que tiene intención de hacer "un mayor esfuerzo de ahorro" tras escuchar ayer a Corbacho. También dijo tenerlo el secretario general, José Luis Ayllón, pero "no desde hace mucho tiempo, más o menos desde que Corbacho es ministro de Trabajo", y la diputada y secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, Celia Villalobos, que incluso prepara uno para sus hijos.

Tanto ella, como el diputado Vicente Martínez Pujalte y el responsable económico del Grupo Popular, Cristóbal Montoro, aprovecharon para criticar al Gobierno por estar infundiendo "miedo" a los ciudadanos sugiriendo la conveniencia de contratar planes privados y para censurar que Corbacho realice este tipo de declaraciones "sin hacerse cargo de su responsabilidad". "Lo mejor para garantizar las pensiones es empleo, empleo y empleo", resumió Pujalte.

…Y DURÁN I LLEIDA SE SINCERA CON SUS 600 EUROS MENSUALES

Desde CiU, su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida, dijo tener firmado un plan privado en el que dijo que "simplemente" mete 600 euros mensuales -"mi plan es escaso y, si pudiera, lo reforzaría", llegó a decir- y recomendó a "todo el mundo que pueda" que siga su ejemplo para complementar su pensión.

En esta misma línea, su homólogo del PNV, Josu Erkoreka, aconsejó suscribir uno "pero no por desconfianza en las pensiones públicas, sino porque, por la evolución demográfica, puede hacer que la cuantía no supere el nivel mínimo de dignidad".

Desde IU, Gaspar Llamazares también dijo tener un plan privado de pensiones pero, en su caso, no aconseja a los ciudadanos que contraten uno porque su rentabilidad es menor a la de un bono del Estado y porque, según destacó, la mayoría han perdido "entre un 20 y un 30 por ciento del capital inicial". Además, aprovechó para instar al ministro de Trabajo a que defienda las pensiones públicas "y no tanto las privadas".

La líder de UPyD, Rosa Díez, indicó que contrató un plan de pensiones en los noventa y que hace "mucho tiempo" que dejó de capitalizarlo, pero en todo caso abogó por la necesidad de que la Seguridad Social garantice una pensión "digna, y que lo demás sea algo complementario pero no necesario".

Por su parte, el portavoz de ERC, Joan Ridao, reveló que no tiene contratado un plan privado porque no lo necesita ya que lleva años trabajando como abogado, profesor y ahora como parlamentario.

¿Deben los políticos dar ejemplo?