viernes. 29.03.2024
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Ramón Górriz | Secretario de Acción Sindical de CCOO

“Por eso, para dejar atrás la recesión, superar el estancamiento y avanzar en una recuperación vigorosa de la actividad y el empleo es necesario un cambio en la estrategia salarial: hay que terminar ya con la devaluación salarial y que los salarios vuelvan a crecer en términos reales”

La evolución salarial para 2014 viene orientada por el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012-2014 (AENC), que establece una contención de la participación del capital y el trabajo en el aumento de la renta adicional generada en las empresas. Está moderación conlleva que los incrementos de productividad se empleen, preferentemente, para recortar precios y aumentar la inversión. Adicionalmente, la rebaja de precios debe servir, por un lado, para evitar pérdidas de poder de compra de los salarios, lo que afectaría negativamente al consumo. Y, por otro, para mejorar las exportaciones y ganar cuota de mercado interno sustituyendo importaciones. Los aumentos de productividad y de cuota de mercado interno deben servir para impulsar la inversión y la creación de empleo.

El secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, cree que este esfuerzo compartido se ha visto debilitado por varios elementos. En primer lugar, las grandes empresas del país, que cotizan en el IBEX 35, han seguido con una política de reparto de dividendos contraria a lo pactado en el II AENC, lo que se ha traducido en un recorte de los recursos para mejorar su competitividad y el empleo. En general, las empresas del IBEX han repartido dividendos por encima de los beneficios que han generado, financiando el exceso con cargo a reservas y endeudamiento. En segundo lugar, el esfuerzo realizado por los trabajadores, algunos empresarios y sectores para recortar los precios, se ha visto anegado por el aumento de la imposición indirecta (IVA, impuestos especiales, tarifas y precios públicos) y la política inflacionista de las empresas con poder de mercado (eléctricas, gasolina, suministro de gas, transporte y distribución de alimentos) que han seguido presionando el deflactor de los precios de inversión y consumo al alza, mediante el incremento de sus márgenes por unidad de producto. En tercer lugar, consecuencia de las disfuncionalidades del sector financiero, gran parte de las ganancias de productividad que los trabajadores han cedido a la empresa para mejorar su posición competitiva, la inversión y el empleo, se ha empleado finalmente no para estos objetivos sino para saldar deuda.

La mejora del poder de compra salarial es un elemento clave para la recuperación del consumo y la salida de la crisis. Aceptando que en 2014 la economía española inicie un ciclo de crecimiento débil, es necesario definir una nueva estrategia salarial diferente a la de los últimos años, dominados por los recortes y la recesión, que ha provocado una reducción superior al 8% de los costes laborales unitarios (CLU), una caída que  supera el 18% si se expresan en términos reales.

Porque no es posible que la economía española consiga tasas de crecimiento del PIB significativas apoyándose de forma exclusiva en la demanda externa. O dicho de otra forma, sin una recuperación sólida de la demanda interna estamos condenados a una fase de estancamiento de crecimiento débil, incapaz de generar empleo. Una demanda interna que tiene su componente cuantitativo básico en el consumo de los hogares, que a su vez dependen, fundamentalmente, de los salarios y de las prestaciones públicas, básicamente pensiones. “Por eso, para dejar atrás la recesión, superar el estancamiento y avanzar en una recuperación vigorosa de la actividad y el empleo es necesario un cambio en la estrategia salarial: hay que terminar ya con la devaluación salarial y que los salarios vuelvan a crecer en términos reales”, concluye Górriz.

“Si no mejoran los salarios la economía seguirá estancada”, denuncia Ramón Górriz