jueves. 18.04.2024
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Los sindicatos propusieron una banda del 1,8 al 3% de subida salarial y una cláusula de revisión que garantizara el mantenimiento del poder adquisitivo

La patronal ha dado definitivamente un portazo al pacto salarial para 2017 propuesto por los sindicatos. Después de meses de marear la perdiz, CEOE y CEPYME se han negado al acuerdo rechazando la cláusula de revisión y bloqueando la posibilidad de que la banda de incremento de los salarios fuese más allá de su anterior propuesta de 1,2-2%, ampliable al 2,5 “en función de las características de cada sector”.

CCOO y UGT consideran “irresponsable” la conducta empresarial en un momento en el que el PIB crece por encima del 3%, y la inflación prevista por el Gobierno se sitúa entre el 1,5 y el 1,9% y advierten de “un otoño difícil” en materia de negociación colectiva tras este último portazo de la patronal. En este sentido anuncian posibles movilizaciones en defensa de la "recuperación de salarios, el empleo de calidad y la protección social”.

En un comunicado, los sindicatos lamentan que la CEOE comenzara las negociaciones para un pacto salarial “con pocas ganas” y lo hayan acabado “sin ninguna”. La patronal -dicen-, “acudió tarde y mal al inicio de la negociación, desapareció durante un largo periodo y en la parte final de la misma demostró poco interés y ninguna voluntad de un acuerdo salarial”.

En lo que la patronal ha venido en llamar “Reflexión final ante el AENC para 2017”, se afirma que como los salarios tuvieron “un importante incremento entre 2000 y 2008…ahora la buena noticia es que vuelven los márgenes empresariales…y ya  nunca más los salarios tendrán que ver con la inflación”.

Ante estos planteamientos, UGT y CCOO advierten de que la actitud de las organizaciones empresariales en esta negociación “devalúa el proceso de diálogo social y asesta un duro golpe a la credibilidad de sus interlocutores, un hecho que nos provoca una profunda duda sobre futuros escenarios de concertación”, no obstante, ambas centrales sindicales seguirán apostando por diálogo social como herramienta para combatir la precariedad y la desigualdad.

CCOO y UGT habían insistido en la necesidad de garantizar un incremento estimable de los salarios después de seis años de pérdida de su capacidad de compra. Propusieron una banda del 1,8 al 3% de subida salarial y una cláusula de revisión que garantizara el mantenimiento del poder adquisitivo; una cláusula que para los sindicatos tiene un valor conceptual y práctico y que trasciende a la coyuntura de esta negociación. La CEOE respondió con una propuesta inicial de incremento entre el 1 y el 2%, más tarde maquillada al 1,2-2%, con un 0,5% adicional “en función de las circunstancias de cada sector”.

“CEOE y CEPYME han sido incapaces de reconocer la necesidad de trasladar a las rentas salariales la recuperación de la economía española y de las empresas para avanzar hacia un modelo más justo de relaciones laborales y de salida de la crisis”, critican CCOO y UGT. Mientras el PIB crece por encima del 3%, los salarios apenas se incrementan el 1,2%. Las organizaciones empresariales concluyen que “los incrementos salariales deben venir de la productividad, la competitividad y la mejora de los márgenes empresariales. Ya nunca más tendrá que ver con la inflación”, y apuntan que “sin perder de vista la inflación y los incrementos de salarios de los grandes países de la UE”.

“¿En qué quedamos? ¿Tenemos o no en cuenta la inflación?”, se preguntan los sindicatos

UGT y CCOO destacan el resultado final de este “largo e irregular proceso de negociación” en torno al AENC 2017 “es una falta de respeto tanto al diálogo social, como a millones de trabajadoras y trabajadores pendientes de actualizar sus convenios”. Ambas organizaciones sindicales resaltan que el objetivo del acuerdo era mejorar sustancialmente los salarios, por justicia social y porque impulsará la actividad económica. 

El pacto salarial queda frustrado por la cerrazón de la patronal