viernes. 29.03.2024
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El análisis de datos, en relación con la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (INE), refleja que mientras los salarios retroceden, las empresas cada vez aportan menos a las arcas de la Seguridad Social y cobran más en bonificaciones y subvenciones a la contratación (un 8% en el último año).

En este sentido, el sindicato UGT resalta que desde 2009 los asalariados han perdido casi 40.000 millones de euros en el reparto de la renta nacional, mientras las rentas empresariales y de la propiedad han crecido en 5.000 millones, por lo que es necesario –advierte- “cambiar este modelo de crecimiento injusto y desequilibrado, que ha incrementado la desigualdad y la pobreza”.

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La caída salarial es evidente desde hace años: las empresas pagan ahora una media de 33 euros de costes laborales menos que en 2012, un 1,3% menos

Los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del primer trimestre de 2016 ratifican que los salarios y los costes laborales de las empresas en general siguen sin crecer como deberían en una fase de expansión económica como la que vivimos desde 2014. “La actividad crece, está aumentando el empleo, pero la mala calidad del mismo y el deterioro de las condiciones laborales que han producido las reformas laborales desde 2010, y de manera muy señalada la aplicada por el gobierno del Partido Popular en 2012, hace que los salarios no aumenten en consonancia”, denuncia el sindicato.

El coste laboral mensual cae un 0,2% respecto del existente hace un año, y los costes estrictamente salariales permanecen sin variación respecto de entonces. Los salarios ordinarios, es decir, sin los pagos extraordinarios y atrasados, caen un 0,2%. La caída salarial es evidente desde hace años: las empresas pagan ahora una media de 33 euros de costes laborales menos que en 2012, un 1,3% menos.

Construcción, comercio y hostelería son los que registran mayores descensos

La caída de los costes laborales por trabajador y mes es sobre todo evidente en algunos sectores de gran relevancia en la estructura productiva de nuestro país: Construcción (-2,2%), Comercio (-1,4%) y Hostelería (-1,3) son los que registran mayores descensos anuales, tres ramas de actividad que suponen conjuntamente el 30% del total de empleo en España. Curiosamente, a pesar de este descenso de costes laborales, el empleo en la construcción ha caído un 2,7% en el último año; por su parte, la hostelería ha sido el sector que más empleo ha creado en el último año, y en el comercio apenas si ha variado. Esta disparidad de comportamiento del empleo con relación a la evolución de los costes laborales demuestra que la reactivación económica y del empleo depende sobre todo de los factores que influyen sobre la demanda de cada actividad, y que los salarios no son un factor determinante en el devenir de los sectores productivos.

Las bonificaciones y subvenciones a la contratación que perciben han aumentado un 8% en el último año

Por el contrario, el desplome salarial de los últimos años, que como reflejan los datos no se está corrigiendo, está impidiendo que se recupere la demanda, y en consecuencia está frenando la creación de empleo. Paralelamente, los bajos salarios son responsables en gran medida (junto con los recortes en el sistema de protección social y en los servicios públicos esenciales) del aumento de los niveles de pobreza y de exclusión social en los últimos años. Desde 2009, el porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social ha crecido en España en 4,5 puntos porcentuales, alcanzando el 29,2% de la población, el cuarto nivel más elevado de toda la UE.

Mientras los salarios siguen retrocediendo, las empresas ven como se reducen sus aportaciones a las arcas de la Seguridad Social, lo que está contribuyendo a aumentar el déficit de esta institución esencial para el sistema de protección social de nuestro país. En el primer trimestre de 2016, con un crecimiento del empleo estimado por la EPA del 3,3%, las cotizaciones obligatorias que pagan las empresas por cada trabajador han caído el 0,2%. Hacía tres años que no descendían. Por el contrario, las bonificaciones y subvenciones a la contratación que perciben han aumentado un 8% en el último año, reduciendo por esta vía indirecta sus costes laborales.

Fuente: UGT

Mientras que los asalariados pierden 40.000 millones de euros, las empresas ganan 5.000