Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx
Existe el riesgo de que los más puristas consideren que no se puede hablar de una película como "The Marvels" si no se está al día en eso que viene a llamarse el universo Marvel, compuesto por cinco fases en las que las películas y las series se entrelazan y retroalimentan, formando un inmenso universo en el que todo tipo de personajes y tramas tienen cabida. En este punto, podría mencionar productos de dudosa calidad, como la reciente serie "Invasión Secreta" o la cinta "Ant-Man y la Avispa: Quantumanía", que este mismo año se han estrellado con un entusiasmo más bien escaso. Sin embargo, la nueva cinta de las aventuras de la Capitana Marvel es tan pobre y mediocre que no hace falta dar muchas piruetas para llegar a la conclusión de que estamos ante uno de los puntos más bajos de la franquicia.
Nia DaCosta (Candyman, 2021) toma las riendas de este universo, uniendo en la misma aventura a la Capitana Marvel (Brie Larson), Kamala Khan (Iman Vellani) y la Capitana Rambeau (Teyonah Parris) contra una misteriosa villana que busca destruir el universo. No hace falta explicar mucho más de la historia, ya que realmente no hay un argumento claro que busque una mínima coherencia. En los primeros minutos se nos dan enrevesadas lecciones sobre agujeros de gusano y leyes físicas que tratan, sin demasiado éxito, de justificar el sinsentido que está por llegar. Pero seamos realistas, durante sus justos 105 minutos no hay una historia que contar, y nada tiene el más mínimo sentido. Y no, no me vale el argumento de que es una película que simplemente busca entretener al espectador, ya que la diversión puede (y debe) estar unida al talento.
Son muchos los problemas que un producto como este atesora en su desarrollo, pero sin duda el más grave es que la villana a la que da vida Zawe Ashton se podría encontrar entre los antagonistas más insustanciales y anodinos de todo el universo Marvel. Más allá de que en ningún momento quedan claras sus intenciones y que su personalidad está trazada en tres líneas, el personaje no tiene ningún brillo, y su búsqueda de un brazalete cósmico es evidentemente una mala copia de las ambiciones de Thanos. Es evidente que no estamos ante una "película-evento", pero resulta muy curioso su falta de entusiasmo y pasión por lo que se nos cuenta. Ni siquiera como producto feminista y de empoderamiento funciona bien.
No obstante, nada de esto sería excesivamente preocupante si por lo menos tuviera buenas secuencias de acción y algún que otro enfrentamiento épico, pero lo cierto es que no las tiene. A pesar de que esta película tiene un presupuesto mayor que la anterior cinta de la Capitana Marvel dirigida en 2019, todo luce con menos brillo, creatividad e incluso talento. Es evidente que Marvel, y me atrevería a decir que gran parte de la industria de Hollywood, se encuentra en un momento de falta de creatividad muy importante. El agotamiento de este universo es algo más que evidente y es algo que no puede superarse bajo el carisma de Brie Larson o Iman Vellani. Pensar que "The Marvels" pueda ser el origen de una nueva saga causa más cansancio que entusiasmo.
A pesar de todo, hay pequeñas pinceladas que logran salvar la propuesta del descalabro absoluto, como ese maravilloso planeta en el que solo se puede cantar, que aunque es una idea muy desaprovechada, logra sacarnos del letargo y sacarnos varias sonrisas. También cumple muy bien su papel Samuel L. Jackson dando vida a Nick Fury, aunque más por lo que representa el personaje que por lo que hace en esta película.
En definitiva, una propuesta que se aleja de producciones de mayor calidad como “Guardianes de la Galaxia vol. 3” o la temporada 2 de “Loki”, y que nos recuerda que Marvel necesita una urgente renovación.
