viernes. 29.03.2024

Isel Sanchez Vega | @IselSv

Al enfrentarte a una película de este estilo lo más lógico es pensar que va a ir a por la lágrima fácil. Sí, vas a llorar pero porque la historia es increíblemente conmovedora y está brillantemente narrada. No hace falta haber vivido una tragedia así para sentirse fácilmente identificado con los personajes porque su naturalidad y su forma de quererse nos va a ayudar a que empaticemos desde el principio. 

Jim Parsons demuestra que es un gran actor para el drama y se despega muy bien del archiconocido “Sheldon Cooper” para ofrecernos una interpretación memorable. Ben Aldridge defiende muy bien su personaje, quizá más complicado de manejar. Ambos, tienen sus inseguridades: el primero con un trauma infantil que le provoca inseguridades con su cuerpo y el otro que aún no le ha revelado a su familia que es gay, pero enseguida veremos que van a ayudarse mutuamente a resolver sus problemas. Toda relación tiene sus altibajos pero hasta en los momentos más difíciles toman decisiones racionales y maduras. El último acto es precioso y es imposible aguantar las lágrimas, aunque no sean completamente de tristeza.

Su naturalidad y su forma de quererse nos va a ayudar a que empaticemos desde el principio

El guión es de lo más ingenioso. El personaje interpretado por Jim Parsons trabaja como periodista de televisión y eso le da mucho juego. Los flashbacks de cuando era niño son presentados como una sitcom de los 80 y en la actualidad no para de hacer referencias a la cultura pop. Mención aparte merece la mítica Sally Field que se come la pantalla en cada escena en la que participa y tiene una conexión fantástica con ambos protagonistas.

No tenemos desgraciadamente aún muchas historias LGBT que recordar, pero muchas de las que existen repiten incansablemente una serie de elementos. Esta rehúye de la mayoría y supone un paso importante en la representación del colectivo. Es inevitable que recuerde a la reciente “Bros”, que fue la primera comedia romántica gay producida por una “major” (la misma Universal), pero esta capta mejor la esencia de aquellas películas de hace 20 años que tanto adoramos. En ocasiones cae en sus tópicos pero todo se siente más natural y sano que antaño. 

Esta historia rehúye de la mayoría y supone un paso importante en la representación del colectivo LGTB

Quizá falla en el montaje del segundo acto ya que después de una presentación magnífica, el desarrollo de la historia tiene varios saltos abruptos que cortan el maravilloso ritmo que llevaba para centrarse en el drama del último tramo. Sin embargo, pensándolo más a fondo se trata de una lógica decisión que le permitirá a la película centrarse en la trama principal y no alargarse en demasía.

“Quédate a mi lado” nos demuestra que la vida puede ser muy dura pero el tener alguien en quien apoyarse da esperanza y ganas de disfrutarla hasta el último día. De mis favoritas del año hasta ahora.


Duración: 112 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Michael Showalter
Estreno en España: 09/06/2023
Reparto: Jim Parsons, Ben Aldridge, Sally Field, Josh Pais, Nikki M. James
Sinopsis: La historia de la relación del periodista Michael Ausiello (Jim Parsons) y Kit Cowan (Ben Aldridge) da un giro trágico cuando a Cowan se le diagnostica un cáncer terminal.

“Quédate a mi lado”: el amor es el mejor aliado