A finales de 2010, un grupo de presos disidentes de ETA que cumplía condena en Nanclares mostró por carta su disposición a encontrarse con las familias de sus víctimas. Del proceso de documentación sobre los encuentros restaurativos que tuvieron lugar entonces nace esta propuesta teatral, que pretende ser una herramienta más para la reflexión, el diálogo, la convivencia y el fomento de la cultura de paz.
La compañía anuncia así el punto de partida de su propuesta: “Una sala en la cárcel. Tres personas: la víctima, el victimario y una mediadora. Sus ojos. Los ojos del otro. ¿Son más cosas las que nos unen a los otros, o las que nos separan de ellos?”. Chani Martín lleva a escena la preparación previa de los encuentros, en la que una mediadora (encarnada por Ruth Cabeza) trabaja por separado con la víctima (María San Miguel) y con el victimario (Pablo Rodríguez) hasta llegar al encuentro final entre ambos.
Es el segundo espectáculo de la trilogía sobre Euskadi de Proyecto 43-2, una iniciativa artística y pedagógica sobre el dolor causado por el terrorismo en la sociedad vasca. La compañía propone una forma diferente de entender la realidad, con textos veraces, potentes, emotivos, y el diálogo final con el público. Para el primer montaje -"Proyecto 43-2", como el nombre de la compañía-, María San Miguel realizó un amplio trabajo de campo en el País Vasco, pero la experiencia y el testimonio vital del diputado socialista Eduardo Madina marcaron el rumbo y el espíritu de la compañía.
Todos los personajes de ese primer montaje -que ha girado por España con notable éxito- son víctimas de la misma situación, pero cada uno lo vive a su manera. En el texto no se nombra a ETA, porque, como comenta María San Miguel, «a veces, cuando se pronuncia, se olvida lo que hay detrás; la importancia de la vida cotidiana».
Les pareció que una única obra se quedaba corta para explicar el conflicto. Por eso quisieron dar continuidad a la idea, y se sentaron a investigar y a escribir sobre las conversaciones entre presos disidentes y víctimas, que ahora presentan en Madrid.
Proyecto 43-2 ofrece teatro documental que conmueve al espectador -porque muestra la huella indeleble del indescriptible dolor que ha causado el terrorismo en Euskadi-, pero que también invita a la reflexión sobre la reconciliación, el entendimiento mutuo, la normalización de la convivencia y la construcción de la memoria colectiva. Hermosa contribución desde las tablas de un escenario.
“La mirada del otro” se representa del 9 al 11 de abril en la Sala Cuarta Pared, dentro del Festival Surge Madrid, y de nuevo se programará del 7 al 16 de mayo.
