viernes. 19.04.2024
homenaje a angel peix
Acto de homenaje a Ángel Peix

Ángel Peix fue un emblema de la USO de Catalunya en sus primeros 20 años de recorrido histórico, de mediados de los 60 a mediados de los 80 del pasado siglo. La mitad de esa veintena vivida bajo el franquismo y la otra mitad con la ilusión infinita por el arranque y primer rodaje de la Democracia.

Ángel era el referente de la USO, forzosamente ilegal entonces, en una de las factorías más combativas en la época: la Hispano Olivetti, que fabricaba máquinas de escribir, calculadoras manuales y eléctricas y ordenadores de primera generación en su última etapa antes de que la cerraran.

Ángel tenía mucho que ver con la combatividad de la Olivetti a la que acabo de referirme, y eso le valió la cárcel. Yo entré en la USO de Catalunya a finales del 67 y entrado ya el 68, cuando salió de la cárcel, fue que lo conocí, y compartí con él intensamente hasta que pasé a la clandestinidad como liberado en 1971 con la tarea de ayudar a tiempo pleno a la implantación de la USO en toda España. En esa condición yo volvía a Catalunya de vez en cuando.

Ángel era un militante ejemplar de la USO de aquella época. En mi intervención en Cheste tuve ocasión de explicar por qué.

A mediados de los 80, Ángel y la familia deciden empezar una nueva etapa en su tierra valenciana originaria. Hay un periodo de militancia en la USO de allí y finalmente estabiliza su vida, sus vidas, cabría decir, en el entorno laboral, sociopolítico, sindical, asociativo, de Cheste, todo ello en la órbita del PSOE local.

El pasado 10 de octubre Ángel se fue para siempre. Yo publiqué un extenso artículo de despedida glosando su trayectoria militante y humana. Incluía en aquellas líneas también un recuerdo a Andreu Vila, un militante de la USO coetáneo de Ángel que se fue el mismo día, y un comentario emocionado sobre Maixabel, una película que había visto ese mismo día sobre la lucha por la reconciliación de la esposa de Juan Mari Jaúregui, el dirigente socialista guipuzcoano que asesinó ETA en agosto del 2000.

manuel zaguirre homenaje a angel peix
Manuel Zaguirre en el homenaje a Ángel Peix

Y como de bien nacidos es ser agradecidos, el PSOE de Cheste organizó un homenaje a Ángel Peix el pasado 18 de junio. Y me hicieron el honor de invitarme y brindarme la palabra unos minutos.

Y a Cheste nos fuimos Barceló y yo. La primera con la que me encontré, tomándose una cervecita y unos cacaos en la terraza de un bar frente al Ayuntamiento, fue con Nuria, la eterna compañera de Ángel desde casi adolescentes. Aquella mujer como una torre es ahora una viejita que se consume y merma. Conteniendo la emoción le pregunté: “¿Me conoces, Nuri?, soy el Manolo”; “cómo te voy a conocer con la mascarilla”, replicó. Me la quité de golpe, sin dejar de mirarla, yo de pie y ella sentada. No dijo nada, pero me regaló aquella mirada y aquella sonrisa, intactas, de cuando la conocí hace más de 50 años. Dos pensamientos me inundaron: Que Nuria y Ángel fueron dos caras de una misma moneda vital y militante y que no hay forma de homenajear a Ángel sin hacerlo a Nuria, y que maldito sea ese asesino de memorias y de vidas llamado Alzheimer.

Toda la gente que iba llegando al homenaje y pasaba antes por la terraza lo primero que hacía era abrazar a Nuria y dedicarle un piropo o una frase cariñosa, que ella devolvía con el silencio y la sonrisa dulce y pícara antedicha.

Con el salón de plenos del Ayuntamiento abarrotado, intervinimos casi una veintena de personas para darle contenido concreto al homenaje desde la vivencia de cada cual con Ángel. Intervino primero Barceló, compañero de lucha en la Olivetti y en la USO desde el inicio de los 70. A continuación intervine yo. Vinculé de forma indivisible el homenaje a Ángel que se fue con el cariño a Nuria que sigue con nosotros a su manera. Insistí en la idea de que son dos caras de una misma moneda de vida militante al servicio de los demás. Recuperé el valor de muchas contribuciones a la lucha clandestina de la USO de Catalunya, como fue poner su minúsculo piso del Pasaje Iglesias 14, muy cerquita de la Olivetti, a disposición siempre para todo: reuniones, montar la edición de “Catalunya Obrera”, esconder a algún perseguido … Su configuración ética, moral, ideológica, era muy común a la mayoría de los militantes de la USO de la época: El ver, juzgar y actuar propio de la JOC frente al activismo ciego y consignero de otros, una fundamentación de pensamiento y acción en los mejores valores del humanismo social-cristiano y del socialismo democrático y una práctica insobornable de la Autonomía Sindical respecto a los partidos, el capitalismo o la Iglesia, basada en la convicción de que la Clase Trabajadora, si se le aportan los medios y los métodos, es capaz de pensar, organizarse, luchar y liberarse por sí misma, incluyendo su derecho a equivocarse y a rectificar … Sin concesión a la nostalgia, insté a los sindicatos de hoy y a las fuerzas progresistas a recuperar los esfuerzos de formación de militantes y dirigentes y ciudadanía en general para evitar el riesgo histórico de que los primeros sean meras empresas “legalitas” y las segundas meros recipientes electorales que encaran las elecciones casi como quien juega a la ruleta rusa ante una ciudadanía desorganizada, despolitizada, desesperanzada y vulnerable a la manipulación y el populismo.

Concluí mi intervención asegurándole a Nuria y a Ángel que no se preocupen, que nosotros cuidaremos y mimaremos su memoria como mejor forma de homenaje y agradecimiento por cuanto nos dieron.

Hablaron a continuación representantes de todos los estamentos de la vida en Cheste, desde la política a las fallas, desde el trabajo a los pensionistas, desde el deporte a la música. No eran intervenciones de trámite típicamente españolas del “que bueno era ahora que se murió”. Para nada. Varias personas se quebraron por la emoción y todas ellas hablaban espontáneamente desde el corazón: Ángel y Nuria fueron de los imprescindibles, de los que luchan siempre y hasta el último aliento, con los que puedes contar siempre.

Cerró el acto el alcalde socialista de Cheste, que lo tuve sentado junto a mí, que tomaba notas de las intervenciones mientras acunaba a una niñita preciosa. Se preguntó en voz alta si había alguna actividad o entidad en Cheste en la que no hubieran estado implicados esa pareja irrepetible. Yo diría que no y añadiría que jamás tuvieron un cargo o responsabilidad retribuida.

Un almuerzo plácido, que antes se llamaba de hermandad, basado en la paella y la fideuá, a Dios gracias, puso fin a una jornada que no olvidaremos.

Manuel Zaguirre | ExSecretario General de la USO. Afiliado al PSC.
(Fotos facilitadas por Manuel Zaguirre)

Tranquilos, Ángel y Nuria, mimaremos vuestra memoria