jueves. 25.04.2024
madrid oso madroño

Madrid ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Bueno, no todo Madrid, sino tan sólo el eje Prado-Retiro. En Madrid, ya existían varios lugares con ese tipo de títulos variados concedidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Tenemos el Real Sitio de El Escorial con su Monasterio y su Casita del Príncipe, el Casco histórico de Alcalá de Henares, incluida su portentosa Universidad, Aranjuez cuenta con un potente título de Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad y hasta contamos con un Paisaje Natural como el del Hayedo de Montejo, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. Ahora tenemos el eje del Paseo del Prado, su entorno y el Parque del Retiro.

Hace tiempo, con la ayuda de las fotos de mi amigo Isabelo Matías Martín escribí un libro dedicado a describir el paisaje y contar las anécdotas que acompañan el recorrido de la manifestación del Primero de Mayo en Madrid. La estación de Atocha, el Ministerio de Fomento, el Museo Reina Sofía, el Paseo del Prado, el Botánico, el Museo del Prado, la Casa Sindical, el Thyssen, las fuentes de Neptuno, Apolo, Cibeles, la Puerta de Alcalá, el Ayuntamiento, la calle de Alcalá, la Puerta del Sol,

Hay mucho de historia de la arquitectura, mucho de mentidero de la Villa, mucho de construcción de la ciudad, de trabajo, historia de un pueblo, de iniciativa, revuelta, en este recorrido. Hoy, ese camino de Madrid ha sido reconocido por la UNESCO, tras la primera iniciativa de Ana Botella, el trabajo de promoción de la idea por parte de Manuela Carmena y la recogida del fruto maduro por parte de Almeida.

Por eso, el libro El Madrid del Primero de Mayo se convierte en un bastón útil para recorrer ese Madrid que vio pasear a la nobleza, manifestarse a los obreros, amotinarse a la ciudadanía, aplaudir y vitorear al rey más nefasto de nuestra historia, o proclamar la República por dos veces.

Ahora Nueva Tribuna comienza la publicación del libro por entregas, siguiendo una de las grandes tradiciones periodísticas que permitieron la publicación en otros tiempos de Los Miserables de Víctor Hugo, el Conde de Montecristo de Alejandro Dumas, Madame Bovary de Flubert, Guerra y Paz de Toltoy, o Crimen y Castigo de Dostoievsky.

En nuestro país hace 101 años Luces de Bohemia, de Valle-Inclán, era publicada por entregas como ya lo habían sido las obras de Benito Pérez Galdós, o como lo haría después Pérez Reverte con su Capitán Alatriste. Tampoco en Nueva Tribuna la experiencia es nueva, pues ya han publicado novelas como Pisaré sus calles nuevamente, de Pablo Fernández-Miranda.

Madrid Patrimonio de la Humanidad, pretende guiar a quienes física o virtualmente recorran el camino del Madrid nuevo patrimonio mundial de la humanidad, descubriendo sus orígenes como poblachón polvoriento y destartalado hasta convertirse en capital de la gloria y defensora de libertades y derechos.

Capítulo a capítulo, entrega a entrega, podrás descubrir cómo el ferrocarril modernizó Madrid, cómo Carlos III intentó construir una capital digna de un imperio, cómo los trabajadores quisieron participar en la vida de la ciudad y el país, cómo pasó el Retiro de ser el Jardín particular de los Reyes a Parque de la ciudadanía.

Podrás entender cómo la especulación del suelo y el precio de la construcción se convirtieron en los motores industriales de desarrollo de la ciudad, o descubrir las tramas que dieron lugar a revueltas, asesinatos y corrupciones sonadas. Podrás asistir al 2 de Mayo, al 14 de Abril, o al Motín de Esquilache.

Disfrutar de un Madrid Patrimonio Mundial de la Humanidad significa también escuchar sus historias, mirar sus fachadas y adentrarse en los interiores de unos edificios y unas vidas cargadas de buenos y malos momentos que nos hicieron como hoy somos.

Deseo que disfrutes del recorrido por entregas y te animes a seguir descubriendo este Madrid y sus gentes, en este extraño verano de pandemias, cargado de tensiones sociales y políticas, porque sólo desde estos descubrimientos podemos afrontar el camino que nos espera como ciudadanía y como ciudad.


Capítulo 1º | La estación de Atocha


Madrid Patrimonio por entregas