Las islas desafortunadas
Pepo Paz Saz, escritor, editor y responsable de Bartleby Editores, pone voz a una queja que ha estado circulando en algunos sectores de los titulares de casetas por la ubicación de una doble línea de expositores en el centro del recinto.
Opinión | PEPO PAZ SAZ
Contrastar el discurso oficial, siempre. Esa es una de las disciplinas del editor. Cuestionar. Cuestionarse. Después de catorce extenuantes jornadas podemos afirmar —sin temor a crear polémica— que la iniciativa de la organización de “crear” espacio en las islas centrales ha resultado un fiasco considerable de afluencia y, por ende, de ventas. Un daño difícil de encajar por las pequeñas editoriales independientes que deberán asumir costes de contratación de personal extra, horas perdidas y frustración a raudales. Costes adicionales para unas cuentas de resultados ya de por sí maltrechas tras muchos y largos meses de pandemia. No lo olvidemos: las casetas no son gratis. Atenderlas, tampoco.
En las islas desafortunadas nos sentimos solos y un pelín descontentos.
Este fin de semana concluirá la 80ª edición de la Feria del Libro de Madrid y volveremos a escuchar el cacareado mensaje de que las cifras de ventas y de afluencia habrán crecido un tanto por ciento por encima de las de 2019 y bla, bla, bla. Acá, en las islas desafortunadas, nos sentimos por el contrario solos y un pelín descontentos. Alzar los hombros con resignación no vale ya como respuesta. La organización de la Feria debería sentarse a reflexionar con los expositores para encontrar soluciones que abarquen la diversidad del ecosistema del libro más allá de las cifras grandilocuentes y el relumbrón. Ochenta años de historia nos contemplan.
PEPO PAZ SAZ. Escritor y editor. Dirige el sello Bartleby Editores.