El poeta, escritor y periodista argentino Juan Gelman, ganador del premio Cervantes en 2007 y autor de más de una treintena de libros, ha fallecido ayer a los 83 años de edad en Ciudad de México, donde residía desde 1976, tras exiliarse de su país de origen a causa de la dictadura militar.
EL POETA EXILIADO Y GOLPEADO
Gelman, que nació en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930, ha vivido como exiliado en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México, alternando su actividad política contra la dictadura militar con trabajos para la UNESCO. En su extensa carrera ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía, el premio Cervantes, el premio Pablo Neruda y el premio Reina Sofía de Poesía.
Durante su ausencia de Argentina llegó a estar condenado a muerte por la dictadura de Videla y sufrió de cerca el drama de los "desaparecidos" cuando su hijo y su nuera, embarazada, pasaron a formar parte de esa terrible y dolorosa lista. Su nieta fue uno de los bebés secuestrados en las cárceles y centros de internamiento o “chupaderos” y sólo en el año 2000, tras una larga y azarosa búsqueda, logró encontrarla. En Uruguay.
POESÍA CRÍTICA Y COMPROMETIDA
Desde que en 1956 publicó su primer libro, Violín y otras cuestiones, Gelman comenzó a ser conocido por Latinoamérica con obras como Cólera buey, El juego en el que andamos, Velorio del solo o Gotán. Su obra poética descansa sobre dos ejes esenciales: la preocupación por el lenguaje, en el que busca sus capacidades reveladoras alejándose del realismo plano y acrítico; la preocupación por la condición humana y la cercanía a los humillados de la historia. Es una poesía crítica coherente con su posición existencial, con su compromiso cívico desde la más temprana juventud.
Esa actitud, que le llevó a militar en las filas de la izquierda argentina de la situación política en Argentina, que dificultó la publicación y le obligó a exiliarse bajo amenazas de muerte y tras la desaparición de su mujer e hijos. Así, pasó un tiempo en Roma, París, Nueva York, hasta afincarse en México, donde vivía hasta la fecha.
En el exilio publicó la mayor parte de su obra. Libros como Hechos y relaciones, Si dulcemente, parte de una etapa reflejo del clima de derrota y pérdida sufrido por el autor. Otro aspecto curioso de la obra de Gelman es la presentación de su propia poesía como traducción, en algunas ocasiones del inglés, en otras de la vieja lengua sefadí. Atribuía sus versos a poetas apócrifos, como quedó de manifiesto en Traducciones III: los poemas de Sydney West.
UN PREMIO CERVANTES DEFENSOR DE LA MEMORIA COLECTIVA
En la entrega del Premio Cervantes, en abril de 2008, el discurso de recepción del premio por parte de Gelman fue una apelación a la memoria colectiva. De Latinoamérica, de Argentina y de España. En aquellos momentos, en nuestro país daba sus primeros pasos la Ley de Memoria Histórica. Gelman, delante del Rey y del presidente del Gobierno, entonces Rodríguez Zapatero, hizo una encendida y emocionada defensa de las víctimas, y de las exigencias de sus familias y descendientes en la búsqueda de sus desaparecidos y asesinados. Fue una suerte de exigencia a las autoridades españolas para que evitaran que las esperanzas de todos ellos no fueran frustradas. Tenía poderosas razones para expresarse así y enlazó, con ello, con el hilo conductor de fondo de su poesía desde el mismo momento en que se convirtió en un trasterrado.
Entre sus más importantes obras, escritas y publicadas tras su salida de Argentina, son de destacar Citas y Comentarios (1982), Hacia el Sur (1982), Salarios del impío (1993), Dibaxu (1994), Incompletamente (1997), Valer la pena (2001), País que fue será (2004), Mundar (2007), De atrásalante en su porfía (2009), Bajo la lluvia ajena (2009), El emperrado corazón amora (2011) y Hoy (2013). Hace dos años, en 2012, fue publicada en España, por la editorial Seix Barral, su poesía completa bajo el título Poesía reunida.
