lunes. 29.04.2024

Jaime Polo Mínguez | @lovacaine

Diego Vicentini, en su debut como director de largometrajes, logra plasmar de manera impactante la historia de Simón, un luchador por la libertad venezolano exiliado en Miami. La película es fruto de una evolución que comenzó con un cortometraje sobre las protestas en Venezuela en 2017, demostrando la dedicación del director al tema. Además, la elección de Christian McGaffney como protagonista, basada en experiencias previas con el cortometraje homónimo, resulta acertada, dando vida a un personaje complejo y profundamente humano.

"Simón" ha sido reconocida en varios festivales, con menciones especiales en el Festival de Cine de Florida y el Festival Internacional de Cine de Dallas. La película ha recibido múltiples premios en el Festival del cine venezolano de 2023, incluyendo "Mejor Película" y "Mejor Director". A pesar de no ser la candidata seleccionada para los Premios Óscar, su representación en los Premios Goya resalta su impacto internacional.

La fuerza de "Simón" radica en su capacidad para trascender la narrativa política y convertirse en una experiencia emotiva universal

La experiencia emotiva

La fuerza de "Simón" radica en su capacidad para trascender la narrativa política y convertirse en una experiencia emotiva universal. La película explora dilemas éticos y emocionales de manera excepcional, manteniendo la tensión y la empatía del espectador en cada momento. La conexión con el protagonista, Simón, es palpable, y su conflicto interno entre quedarse en Miami y empezar una nueva vida o regresar a su tierra sumida en la tiranía resuena profundamente.

La película no solo es un drama político, sino también una denuncia pública del caos y el dolor causados por la dictadura en Venezuela. Las opiniones de los espectadores resaltan la tristeza, la violencia, la presión y la impotencia presentes a lo largo de la trama. "Simón" se convierte así en un memorial para aquellos que lucharon por la libertad y un llamado a la acción internacional para apoyar a Venezuela. La película trasciende fronteras, tocando los corazones de espectadores de diferentes nacionalidades.

Esta historia es un testimonio de la resistencia, un recordatorio de los sacrificios en la lucha por la libertad y un llamado a la solidaridad internacional. Es imposible no compartir la ira contra los tiranos, los opresores que le quitaron la libertad a un pueblo y lo doblegaron hasta romper la armonía en un tormento de altas magnitudes. Nos costó a mi padre y a mí terminar la película sin sentir una profunda pena en nuestro cuerpo. Esto no debería seguir sucediendo pero sería un iluso creer que el mundo es feliz y todo cambiará.

Grandes actos necesitan grandes medidas.

Simón: libertad para Venezuela