miércoles. 24.04.2024
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Elizabeth Garrett Anderson nació, el nueve de junio del año 1836, en Whitechapel en Londres. Procedía de una familia numerosa y acomodada. Fue la segunda de los once hijos, siendo su padre Newson Garret, y su esposa Louisa Dunnell.Ella y su hermana fueron educadas en casa por su madre y una institutriz de origen humilde.

f11 copiaElizabeth Garrett Anderson

INTRODUCCIÓN

Las mujeres pudieron acceder por primer a vez a la enseñanza reglada de la Medicina en las universidades en el siglo XIX tras una ardua lucha en la que se entremezclaron engaños, argucias, malentendidos, agresiones... Tuvieron que superar múltiples trabas para poder licenciarse y ejercer. Solo unas pocas lo consiguieron.

La historia de la incorporación de la mujer a la Medicina desde la antigüedad hasta el siglo XIX ilustra a la perfección la transgresión social que causaron en diversos países de todo el mundo, pues osaron desarrollar su vocación, ser médicos, en una sociedad misógina.

Elizabeth Garrett Anderson fue la primera mujer que pudo ejercer la Medicina en Gran Bretaña tras una colosal lucha contra todos los estamentos universitarios y societarios médicos, la primera mujer alcalde en dicho país, la primera mujer doctorada en Medicina de Francia, y una de las pioneras del feminismo británico, que puso su prestigio médico a la cabeza de la causa sufragista para conseguir el voto de la mujer.

Elizabeth Garrett y sus coetáneas transgredieron las normas de las sociedades misóginas en las que vivían. Consiguieron progresivamente la normalización de la admisión de las mujeres, no solo en las facultades de Medicina, sino en toda la universidad.

SU FAMILIA

Su padre Newson era el más joven de tres hermanos y no tuvo nunca inclinaciones académicas, aunque poseía un gran espíritu emprendedor. Cuando Newson Garret tenía tres años, su familia se mudó a Long Acre, donde vivió durante dos años, mientras nacía otro hijo y su padre prosperaba en el mundo, convirtiéndose no solo en el encargado de una casa de empeños más grande, sino también en platero.


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Al terminar la escuela, la ciudad de Leiston tenía muy poco que ofrecerle al pequeño Newson, así que viajó a Londres para buscar fortuna. Allí, se enamoró de la cuñada de su hermano, Louisa Dunnell, hija de un posadero originario de Suffolk.

f10 copiaSt. Mary’s Dispensary for Women and Children

A pesar de disponer de poco dinero, Newson estaba empeñado en tener éxito en la vida y en el año1841, cuando tenía veintinueve años, se cambió con su familia a Suffolk, donde compró un negocio que comerciaba con cebada y carbón. La empresa tuvo éxito y se convirtió en un próspero hombre de negocios.

Como estamos viendo, era muy hábil para los negocios, se hizo rico y pudo enviar a Elizabeth y a su hermana Louie, de 13 y 15 años respectivamente, a un internado. Los Garretts vivieron en una casa de estilo georgiano enfrente de la iglesia de Aldeburgh hasta el año 1852. El negocio de malteado de cebada de Newson se expandió.

Después de la boda, la pareja se mudó a la tienda de un prestamista. Los Garret tuvieron a sus primeros tres hijos en rápida sucesión: Louie, Elizabeth y su hermano Dunnell Newson, quien murió a los seis meses de edad. Louisa lamentaba la pérdida de su tercer hijo, y no fue fácil criar a sus otras dos hijas en la ciudad de Londres de la época.

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LOS INICIOS DE ELIZABETH

Newson ya era un próspero hombre de negocios en el año 1850, lo que le permitió construir Alde House, una mansión en una colina detrás de Aldeburgh. Como fruto de la revolución industrial, creció en una atmósfera de vanguardia económica triunfante y sus hijas iban a crecer para convertirse en triunfadores en las clases profesionales de la Inglaterra de finales de la época victoriana.

Elizabeth y su hermana fueron educadas en casa por su madre y una institutriz de origen humilde. A los trece y quince años, ingresaron en una escuela para señoritas en Londres, dirigida por las tías del poeta Robert Browning. Allí cultivó su hábito por la lectura. Salió de dicha escuela en el año 1851 y empezó a abrirse camino en un mundo que desconocía.

Elizabeth aprendió sobre literatura en esta escuela, disfrutó mucho de la lectura, aprendió francés, idioma que luego le valdría para defender su tesis en la Sorbona y mejoró su escritura. Pero si algo tuvo en mente desde el principio fue la medicina.

Más tarde recordó la estupidez de sus maestras, aunque despertaron su amor por la lectura. Deploraba sobre todo su ignorancia en ciencias y matemáticas. Aunque sociables, las hermanas eran conocidas por sus compañeras como las Garrett que se bañan porque su padre había insistido en que les permitieran un baño en agua caliente a la semana.

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Cuando salieron de la escuela fueron enviadas a un breve viaje al extranjero que terminó en una memorable visita a la Gran Exposición en Hyde Park en Londres.

Conoció a Emily Davies en el año 1854, que era una feminista sufragista de la época en el Reino Unido, quien terminaría siendo amiga y confidente de Elizabeth. Esta leyó mucho sobre Elizabeth Blackwell, la primera mujer médica en Estados Unidos y cuando en una ocasión viajó hasta Londres, Elizabeth asistió a su encuentro y digamos, se enamoró de la medicina.

Siempre se habla de la importancia de tener referentes. En este caso, Elizabeth contaba con uno, Elizabeth Blackwell, primera mujer en recibir el grado de medicina en Estados Unidos y en ejercer la profesión en el mundo, a la que quiso emular tanto en el aspecto científico como en la lucha por los derechos de las mujeres.


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Elizabeth se casó con James George Skelton Anderson en el año 1871, fallecido en el año 1907. Tuvieron tres hijos, Louisa que fue también una importante médica pionera y sufragista, Margaret muerta de meningitis, y Alan.

Se mudaron a la mansión de los Garret tras la muerte de la madre de Elizabeth y allí su esposo murió de un derrame cerebral. Habían tenido un feliz matrimonio y ella dedicó luego su tiempo a la jardinería.

SU PREPARACIÓN EN MEDICINA

f6 copiaTras decidir que quería dedicarse a la medicina, al principio su padre se opuso radicalmente a la idea de su hija de practicar la medicina, pero luego la apoyó emocional y financieramente. Su madre, por el contrario, no estaba muy contenta con la decisión de su hija. Esta no solo era una opinión aislada, sino la de una sociedad entera. Pero, como toda historia del pasado, no era fácil para una mujer seguir sus sueños.

Elizabeth se enfrentó a una de las mayores injusticias de su época, el veto a las mujeres que querían dedicarse a una carrera universitaria, que deseaban tener una vida académica y profesional, que como Elizabeth, querían convertirse en doctoras sin tener que aguantar las miradas engreídas y las sonrisas displicentes de sus compañeros de pupitre varones.

Muestra de ello es la significativa conversación que Elizabeth mantuvo con un doctor, que es un buen ejemplo de lo difícil que iba a ser para ella acceder a cualquier escuela de medicina:

¿Por qué no quiere ser enfermera?”, le dijo uno de los doctores.

“Porque prefiero ganar mil, en lugar de veinte libras al año”, contestó.

Lo intentó en las escuelas de medicina de los hospitales de Grosvenor Street, Westminster y el London Hospital, pero en todas la rechazaron. Todos repetían lo mismo, no hay posibilidad de que una mujer entre en la carrera de medicina.

Después de esta visita inicial infructuosa a los principales médicos londinenses, Elizabeth decidió pasar seis meses como enfermera en la sala de cirugía en el Hospital Middlesex en agosto del año 1860.

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Por su buen hacer, se le permitió atender clínicamente y tras su primera operación intentó sin éxito inscribirse en la Escuela de Medicina del hospital, aunque se le permitió asistir a clases de latín, griego y materia médica con el boticario del hospital, mientras seguía con su trabajo como enfermera. También contrató a un tutor para estudiar tres tardes por semana anatomía, química y fisiología. Finalmente se le permitió entrar en las clases de disección y química.

Sus compañeros de estudio varones no se tomaron bien la presencia femenina de una mujer en el aula y, tras una multitud de reclamaciones, le denegaron la entrada y se vio obligada a abandonar el hospital, pero lo hizo con un certificado de honor en química y materia médica.

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Aceptaron la solicitud de Elizabeth, pero le exigieron completar su currículo con otras asignaturas y prácticas que aún le quedaban por hacer. Finalmente, tras varios años de estudio y trabajo en el ámbito médico, en el año 1865 obtuvo el grado de medicina y se convirtió en la primera mujer del Reino Unido en conseguirlo.


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Finalmente, obtuvo la Licenciatura para ejercer la medicina en el año 1865, siendo la primera mujer del Reino Unido en conseguirlo abiertamente. Anteriormente, la practicó James Berrry, una mujer que se disfrazó de hombre y adoptó una identidad masculina para estudiar y ejercer la medicina, viviendo toda su vida adulta como varón.

f4 copiaNo tuvo un comienzo fácil empezaron cerrándole la puerta en las narices en muchas ocasiones, pero terminó abriendo una consulta médica y fue la primera mujer británica en convertirse en doctora.

Designada como asistente general del Disobesario de Santa María en el año 1866, creó una facultad médica para mujeres. La clínica tomó su nombre en el año 1918, quedando renombrada como el Nuevo Hospital para Mujeres.

Obtuvo la membresía de la Asociación Médica Británica en el año 1873. Trabajó constantemente en el desarrollo del nuevo Hospital de Mujeres londinense. Fundó en el año 1874, la Escuela de Medicina para Mujeres de Londres, donde trabajó como decana. Fue una activa feminista.

A Elizabeth Garrett se la podría considerar la llave maestra, era una persona capaz de abrir aquellas puertas que parecen inquebrantables; de madera, de hierro, de cualquier material, que bajo la mirada del más temeroso, se hacen gigantes e inaccesibles.

Pese a tener el título, ningún hospital la contrató por ser mujer, así que abrió su propia consulta privada y dirigió un dispensario, el St Mary Dispensary for Women and Children, en una de las zonas más pobres de Londres, en Marylebone. Se puso en marcha en el año 1866, un año terrible para Londres a causa del brote de cólera que hubo en la ciudad.

Además de recibir a sus pacientes hacía visitas a domicilio. Finalmente, decidió convertirlo en un hospital para mujeres en el que solo trabajaran mujeres. De esta manera, se pasó a llamar New Hospital for WomenCuando Elizabeth murió le pusieron su nombre. Ahora es parte de la Universidad de Londres, que se inauguró en el año 1872.

No obstante, sentía que le faltaba algo, un doctorado en medicina. Consiguió que la admitieran en la Universidad de la Sorbona y terminó sus estudios en el año 1870. Tras el doctorado, fue nombrada oficial médico visitante del London Hospital for Children y elegida para ser parte de la Asociación Médica Británica.

f2 copiaCofundó la Escuela de Medicina para mujeres de Londres en el año 1874. Además de ser profesora, llegó a ser decana desde el año 1883 hasta el año 1903. Su actividad médica fue conociéndose mediante numerosos artículos científicos en diarios y revistas.

Contribuyendo a las razones feministas de la época, trabajaba con distintas asociaciones y hospitales de mujeres; tiempo después fundó también la Escuela de Medicina para Mujeres, donde trabajó como decana.

Aunque no se le puede considerar neuróloga, la suya fue una de las primeras tesis sobre la migraña en la historia.

ELIZABETH, LA POLITICA Y EL FEMINISMO

A Elizabeth la animaron a que se interesara por la política local, que era algo contrario a las prácticas de la época. Se le permitió la libertad de explorar la ciudad con sus marismas, la playa y el pequeño puerto cercanos, que contaba con astilleros de constructores de barcos y galerías de fabricantes de velas.


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Leyó la historia de Elizabeth Blackweel, como ya hemos visto y que se había convertido en la primera doctora de Estados Unidos en el año 1849.

f1 copiaCuando Blackwell visitó Londres en el año 1859, Garrett viajó a la capital para conocerla y se unió a la Sociedad para la Promoción del Empleo en las Mujeres, que organizó las conferencias de Blackwell sobre “la Medicina como profesión para las damas”.

Destaca su faceta como luchadora activa a favor del movimiento del sufragio femenino. De hecho, fue miembro del Comité Central de la Sociedad Nacional para el Sufragio de las Mujeres en el año 1889. No hay que olvidar que fue elegida alcaldesa en Aldeburgh.

CONCLUSIONES

Fue la cofundadora del primer hospital atendido por mujeres. Fue la primera Decana de una escuela de medicina británica. La primera mujer en Gran Bretaña en ser elegida miembro de un Consejo Escolar y, como alcaldesa de Aldeburgh, la primera alcaldesa de Gran Bretaña.

Su hija, Louisa Garret Anderson fue una conocida sufragista. Elizabeth dejó un gran legado a la historia de la humanidad que otras, como su hija Louis, han seguido con las razones feministas de cada época.


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Elizabeth Garrett Anderson, doctora y primera alcaldesa de Gran Bretaña