Que Catálogos de Valverde 32 es una revista de poesía diferente a lo que se suele ver es algo que uno descubre con sólo un vistazo a sus portadas. El exquisito cuidado puesto en su edición va más allá de una impecable selección de autores, que no hace distingos entre jóvenes y veteranos ni se decanta por estilos. La maquetación, que prescinde de imágenes, utiliza letras y palabras no sólo como elemento de significado sino también por su valor visual; el resultado es efectivo, original y agradable para la lectura. En los pequeños detalles, como la calidad del papel, el acierto en la elección de las tipografías o la preciosa idea de no señalar el nombre del autor de cada poema hasta el índice final (con lo que el lector puede enfrentarse a las obras sin el condicionamiento de una firma) se muestra la sensibilidad que preside cada número de Catálogos de Valverde 32.
Otro factor de importancia para entender esta revista es la naturaleza temática de cada uno de sus números, que los convierte más en verdaderas antologías que en números de una publicación periódica: el primero (Decreto de abandono) giraba alrededor de la indolencia y la pereza, y el segundo (Hipotecas familiares) desarrollaba la herencia (deseada a veces, inevitable siempre) que cada poeta recibe de sus antecesores. Este tercero, Cartoemas, nos habla de los viajes, de lo que tienen siempre de iniciáticos. Se trata de un número doble porque, según el fundador de la revista Raúl Díaz Rosales (poeta y doctor en Filología Hispánica), “funciona como ida y vuelta: uno viaja para poder volver siempre”. Alfa y Omega son los títulos de cada uno de los dos números de Cartoemas, un libro coordinado por el mismo Díaz Rosales y la también poeta Ana Gorría.
“Funciona como ida y vuelta: uno viaja para poder volver siempre”Ya las solapas de la portada de Cartoemas (un ficticio mapa de metro en el que cada parada es un poeta diferente) nos avisa de lo que será la experiencia de lectura al transitar sus páginas: un viaje que puede tomarse en múltiples direcciones, con diversas líneas y etapas marcadas por la diversidad de estilos y el reconocimiento de que, en última instancia, lo único que importa más allá de géneros y formas es la calidad de cada poema. En este número de Catálogos de Valverde 32 podemos encontrar clásicos como Homero, poetas reconocidos como Pedro Casariego Córdoba, Álvaro García o Luis Alberto de Cuenca y jóvenes promesas como David Leo García o Yaiza Martínez. Una selección amplia que parece hecha pensando en aquella frase de José Vasconcelos: “los libros, como los viajes, se empiezan con inquietud y se terminan con melancolía”.
“Los libros, como los viajes, se empiezan con inquietud y se terminan con melancolía”Lástima que Catálogos de Valverde 32 sufra, como el resto de revistas de su especie (y como la poesía en general) del mal endémico de los problemas de financiación y distribución. Pese al apoyo de sus patrocinadores, el malagueño Centro Cultural Generación del 27 y la Editorial Alfama, Cartoemas acaba de salir a la luz y ya es difícil de encontrar si no es contactando directamente con sus coordinadores (a través de su página de Facebook o su blog) o en alguna de las presentaciones físicas que realizan por distintas ciudades españolas. En cualquier caso, Cartoemas es una lectura obligada para todo amante de la poesía.
