Fotos: María Ramos | Cuando a la Cabra Mecánica empezaron “a sonarles las tripas” en 1997, Héctor y Julián aún no habían nacido, sin embargo, para ellos la banda forma parte intrínseca de su vida. Estos dos veinteañeros no fueron los únicos que decidieron trasladarse hasta Cartagena para asistir en Cartagena al primer concierto de la gira 25 aniversario de la mítica banda española, una gira que, de momento sólo tiene otras dos fechas en el Festival Gigante de Alcalá de Henares y en el Lea Beer & Music Festival de Las Palmas.
Al principio de la cuesta que lleva hasta el Auditorio Paco Martín, una furgoneta de jóvenes apura las cervezas antes de asistir a un concierto en el que se mezclarán con lo que quedó de los “perro-flautas” de principio de siglo, que para el concierto han recuperado parte de sus antiguos outfits y sacarán del escondite el cogollo que “les regaló el cuñao para una ocasión especial”, como ironizó Lichis desde el escenario.
Mamás que dejaron a los niños con los papás y regresaron a cuando las listas de la compra eran una canción y no una rutina, algunas niñas que hacían directos para Tiktok o modernos que andaban con los Reels de Instagram. Cuántas cosas han pasado en estos últimos trece años.
La Cabra comenzó y terminó el concierto con Felicidad, “Felicidad, qué bonito nombre tienes / Felicidad, vete tú a saber dónde te metes”, vete tú a saber dónde te has metido estos trece años e hizo un repaso por los seis álbumes de estudio de la banda, haciendo parada obligatoria en aquellos temas más míticos del repertorio como Hotel Lichis, Fábula del hombre lobo y la mujer pantera, Reina de la Mantequilla o Carne de Canción. Canción en la que Lichis dejó escritas las razones de su disolución, “Pasó el ratito de gloria, Las sinergias y los brillos. Pasó el cantante la gorra. Y compró coche y pisito. Somos carne de canción y todas van de lo mismo”,
Lichis de traje chaqueta blanco, que por apuesta o por lo que fuera, no se quitó durante todo el concierto, a pesar de la insistencia de buena parte del público femenino, demostró que conserva el carisma de antaño.
Después de trece años era lógico que el concierto careciera de los frenazos en seco de algunos temas que han perdido su garra o simplemente que hayan sido menos recordados que otros, pero los hits volvían a levantar al público de sus asientos en un Auditorio Paco Martín que registró una muy buena entrada.
Ya en los bises, que se hicieron sin salida ni entrada de escenario, pues todo el mundo esperaba el momento en el que Lichis, trece años después volviera a cantar sobre el escenario ‘La lista de la compra’. Público en pie dándolo todo en esta traca final que hace nimias cualquier reflexión sobre la necesidad del regreso de La Cabra o de otros grupos. Que vuelvan cuando quieran porque son parte de nuestra historia musical.
Fin de fiesta con los ochos músicos saludando al público puesto en pie mientras sonaba de fondo Lola de Los Brincos, “Y me dijo, Que se encontraba muy sola, Que pensaba que yo ya no la quería”. Como dijo Lichis, “A los (conciertos) que hago yo solo no venís cabrones”, pero la gente lo quiere a él y a su banda. Mereció la pena el reencuentro.
