Tema Distribuciones, dentro de su política de lanzamientos en DVD que pretende recuperar joyas ocultas de nuestro cine, acaba de poner a la venta tres títulos muy interesantes de Javier Elorrieta, un realizador decididamente a contracorriente. Se trata, por orden cronológico de filmación, de La larga noche de los bastones blancos (1979); La noche de la ira (1986) y Pacto de Brujas (2003), una improvisada trilogía en la que podemos apreciar todo el saber hacer de un cineasta al que podríamos llegar a tildar de “incomprendido”, ya que se atrevió a proponer un tipo de películas duras, inquietantes, y por momentos aterrorizantes para el espectador, un cine en constante búsqueda caleidoscópica de los distintos miedos terrenales que nos acechan.
Recuperar su obra, ahora que se dedica casi por entero al mundo de la música, donde acaba de publicar su cuarto álbum donde fusiona elementos del jazz y de la música francesa, es asomarse a historias con un punto macabro donde, como diría algún que otro mítico cronista deportivo, campan a sus anchas la nocturnidad y la alevosía. Es una pena que con los horizontes cinematográficos opacos por la crisis, el director lleve unos cuantos años intentando levantar su último proyecto, un film sobre el mundo del rap y su impacto en la sociedad actual titulado Jardines de asfalto, aunque también es cierto que la incomprensión ante sus propuestas se vio reflejada en algunos sonoros fracasos de crítica y público, como ocurrió sobre todo con sus proyectos más ambiciosos. Tanto Sangre y arena, donde tuvo que lidiar con una caprichosa estrella hollywoodiense en ciernes como Sharon Stone, de quien según cuentan acabó peleada con más de la mitad del equipo de rodaje, como Los gusanos no llevan bufanda, con actores internacionales en franco declive como Roddy McDowall y Anthony Perkins, no hicieron gran cosa por cimentar su carrera, más bien al contrario.
La larga noche de los bastones blancos: quien quiera ver a un jovencísimo Enrique San Francisco en un papel serio antes de especializarse en veterano monologuista con retranca aquí tiene una ocasión pintiparada. Aquí da vida a un ciego que se ve obligado a dejar el pueblecito de Ávila donde vive para trasladarse a Madrid ante la posibilidad de un trasplante de cornea. Mientras espera a que se de luz verde a la operación, el recién llegado a la gran ciudad tendrá tiempo de conocer y hasta retozar con unas muy ligeritas de ropa Virginia Mataix y Mireia Ros, además de entablar amistad con una pareja de grandes actores de la historia de nuestro cine: José María Rodero e Irene Gutiérrez Caba. La película recibió enconados elogios en forma de diversos premios como el que concedía el Ministerio de Cultura al mejor nuevo director.
La noche de la ira: pues si hablamos de grandes intérpretes de nuestro cine juntar en una misma película a las grandes Terele Pávez y Lola Gaos no es precisamente moco de pavo. Elorrieta lo consigue en un violento film donde Patxi Andión da vida a un médico que llega al centro de desintoxicación de un pueblo donde los habitantes son de todo menos pacíficos. Y es que hace años ocurrió en el lugar un episodio terrible con drogadictos de por medio, y ahora algunos aldeanos se toman la venganza por su cuenta, jugando al gato y al ratón con los enfermos de manera un tanto macabra. La película tiene sus momentos, aunque el tono general es aburridillo y no es hasta el tramo final, cuando la acción cobra protagonismo, que la trama remonta y nos ofrece un clímax realmente trepidante.
Pacto de Brujas: presentada con cierto éxito en la sección oficial del Festival de Cine Fantástico de Sitges en 2003, la cinta contó con el atípico protagonismo de la pareja formado por Ramón Langa y el televisivo Carlos Sobera (sorprende lo bien que se desenvuelven en sus respectivos roles de psiquiatra y guardia civil. Brujería, tarot y un mundo fantástico se mezclan en la investigación de un asesinato múltiple sucedido en un pequeño pueblo. El director, que adapta en esta ocasión una novela del escritor especialista en el género negro Andreu Martín, vuelve a lidiar con un exiguo presupuesto que se traduce en cierta pobreza a la hora de plasmar en pantalla todo este universo esotérico. Lo mejor: Elorrieta es un maestro a la hora de conseguir atmósferas, y Senillas se convierte en un paraíso lleno de verdor y luz durante el día para tornarse en auténtico escenario pesadillesco al anochecer.
Tema Distribuciones y Nuevatribuna sorteamos 2 DVD de La larga noche de los bastones blancos.
Para poder participar en el sorteo envía un mensaje con tus datos personales (nombre y apellidos, dirección completa, teléfono y correo electrónico) a cine@nuevatribuna.es
¡Mucha suerte! Podéis participar hasta el próximo 8 de enero. El día 9 de enero anunciaremos los ganadores y nos pondremos en contacto con ellos enviándoles un correo electrónico.