viernes. 26.04.2024
scioli

@jgonzalezok / El peronismo, con Daniel Scioli como candidato a presidente, ha hecho una de las peores elecciones en las últimas décadas. Aspiraba a sacar al menos el 40 % de los votos, sacándole diez puntos a Mauricio Macri, lo que le hubiera dado la victoria sin necesidad de una segunda vuelta. Pero la realidad fue muy distinta: con el 97,19 % de los votos computados, ambos candidatos estaban con una diferencia mínima, con Scioli llegando al del 36,86 % de los sufragios y Macri con el 34,33 %. El resultado puede variar ligeramente cuando termine el recuento.

En las filas del frente Cambiemos, que llevaba a Macri como candidato a presidente, hay una euforia incontenible. Esta coalición de centroderecha está compuesta por el PRO, la fuerza que gobierna la ciudad de Buenos Aires, la tradicional Unión Cívica Radical, y el ARI, que lidera Elisa Carrió. Por el contrario, en el oficialista Frente para la Victoria, el clima era de consternación.

Porque los resultados en otros distritos son también catastróficos para el peronismo, fundamentalmente en la estratégica provincia de Buenos Aires. Allí, el ahora jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aspirante a la gobernación, fue derrotado por María Eugenia Vidal, del frente Cambiemos. Vidal, que ganó con contundencia, puso fin a 28 años de gobiernos sucesivos peronistas en la provincia. También perdió el oficialismo las ciudades más importantes de la provincia, como La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca. Y también en otros municipios, donde hay alcaldes peronistas que llevaban décadas. Esto incluye municipios del conurbano como Morón, Lanús, Pilar, etc.

Aníbal Fernández era el candidato de la presidente, Cristina Fernández, y de los jóvenes de La Cámpora. De hecho, los jóvenes kirchneristas soñaban con un refugio en la provincia, conscientes de que en un hipotético gobierno nacional, con Daniel Scioli de presidente, no tendrían lugar. La imagen negativa de Aníbal Fernández también arrastró a numerosos alcaldes de la provincia.

Lo que empezó a conocerse ya como efecto Aníbal sería uno de los grandes lastres en la campaña de Scioli. Aníbal Fernández ha sido denunciado por vinculaciones al narcotráfico. Como jefe de Gabinete ha protagonizado escenas memorables, como cuando defendió que Alemania tendría más pobres que Argentina.

En sus primeras declaraciones, el todavía jefe del Gabinete nacional culpó de su derrota al periodismo, por las denuncias en su contra, y también al “fuego amigo”, aunque no dio nombres. Rechazó ser el mariscal de la derrota, negando que haya arrastrado en su caída a Scioli.

Otras claves que ayudan a explicar estos resultados estarían el voto en blanco de las primarias, que se habrían ido en gran parte a Macri; el alto nivel de participación, que superó el 79 %; y la decisión de muchos ciudadanos de utilizar la opción del voto útil, que también benefició a Cambiemos.

El peronismo perdió también la provincia de Jujuy, al norte del país. Allí ganó Gerardo Morales, de la UCR. No solo derrotó a Eduardo Fellner, del FpV, que iba a por la reelección. En esa provincia el poder real lo tenía hasta ahora Milagro Sala, líder de la organización Tupac Amaru, un grupo que fue insistentemente denunciado por Morales por sus métodos violentos.

Los primeros datos oficiales tardaron horas en conocerse. Hasta pasadas seis horas del cierre de los colegios, la página oficial que debería empezar a dar resultados permaneció inactiva. Esto dio pie a versiones que indicaban que el retraso se debería a una crisis política interna en el gobierno por los malos resultados. Los sectores kirchneristas más fundamentalistas estarían responsabilizando a Scioli por este inesperado desenlace. Le reprocharían haberse salido del libreto del modelo kirchnerista, pero el que lo siguió al pie de la letra, Aníbal Fernández, fue derrotado sin paliativos. Los pases de factura no han hecho más que empezar.

Llama la atención que la presidente, Cristina Fernández, desapareció absolutamente de escena después de votar, en el sur del país. Regresó a Buenos Aires desde la provincia patagónica de Santa Cruz y, aunque tenía un lugar reservado en el búnker de Scioli, no se hizo presente. Ni siquiera usó sus cuentas en Facebook o Twitter, donde suele dar rienda suelta a sus inquietudes, sobre todo los domingos. Tampoco dio la cara el derrotado candidato a gobernador de Buenos Aires.

La segunda vuelta, que se celebrará el próximo 22 de noviembre, supone barajar y dar de nuevo. Y ya comenzó con los discursos de los candidatos. Mauricio Macri, que dijo que lo que sucedió este domingo “cambia la política de este país”, agradeció a los que le votaron aunque no fuera su primera opción, prometiendo trabajar para ganarse su confianza. Daniel Scioli también convocó a los que no lo votaron y empezó atacando al que será su adversario; “si fuera por Macri, no tendríamos Asignación Universal por Hijo, YPF ni Aerolíneas Argentinas”. Y dijo estar más convencido que nunca que los argentinos no quieren volver al ajuste, la devaluación y el endeudamiento.

De las palabras del tercero, Sergio Massa, poseedor de cinco millones de votos, más del 20 %, no se puede deducir cuál será su recomendación para noviembre. Solo dijo que en breve habría una reunión con todos los dirigentes y cargos electos, para elaborar un documento. Se puede deducir que será una propuesta programática y que estará en el campo de Macri la posibilidad de un pacto. El acuerdo no fue posible antes de las elecciones, cuando Massa lo propuso. Pero ahora sus votos se cotizan alto.

En definitiva, y a la espera de tener los resultados finales, se puede decir que el kirchnerismo fundamentalista fue el gran derrotado de la jornada. Es un golpe también para la presidente, que soñaba con dejar el cargo con un elevado índice de consideración. Entre los vencedores, naturalmente Macri, María Eugenia Vidal, la inesperada futura gobernadora de Buenos Aires, y Sergio Massa, el candidato presidencial más joven, que logró 5 millones de votos y que tiene futuro político por delante.  

Detrás de Scioli, Macri y Massa, los otros tres candidatos a la presidencia quedaron con el siguiente orden: Nicolás del Caño, del FIT (trotskista), Margarita Stolbitzer, de Progresistas, y Adolfo Rodríguez Saá, peronista de derecha.

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