viernes. 29.03.2024

En 1825, el gobierno de Chile ratificó tratados que le reconocen a los mapuches su gobierno, ¡que se cumplan los tratados!”, afirma uno de los portavoces indígenas

En medio de la crisis en la región de la Araucanía, al sur del país, donde los enfrentamientos se agravaron en los últimos días, dirigentes de los indígenas mapuches se reunieron en Temuco e hicieron público un documento de diez puntos con sus exigencias para superar el conflicto. El documento pide que el presidente Piñera pida perdón por el daño causado al pueblo mapuche. Aucán Wilkamán, uno de los portavoces indígenas, consideró que si el mandatario tuviese ese gesto sería una muestra de valentía, abriría las puertas para las futuras generaciones y comenzaría a superarse el conflicto.

La primera respuesta del gobierno fue la del ministro de Agricultura, Luis Mayol: “uno puede pedir lo que quiera, pero no corresponde en absoluto. Ningún presidente de Chile, ninguna autoridad, debe pedir perdón si no es con una reflexión mucho más profunda de un hecho que después de un largo análisis se compruebe que se corresponda que se haga”.

El portavoz de los mapuches expresó que la ocupación de la Araucanía fue un acto de lesa humanidad, “por tanto se tiene que reparar e indemnizar por el daño cometido en los 130 años y el Estado tiene que resarcir lo causado en todas sus formas”. También aseguró que era irrevocable el proceso hacia la autodeterminación, aunque no esté en la agenda del gobierno ni de los partidos. “En 1825, el gobierno de Chile ratificó tratados que le reconocen a los mapuches su gobierno, ¡que se cumplan los tratados!”, añadió Wilkamán.

El gobierno chileno no ha cumplido tampoco con el Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), relativo a los pueblos indígenas y tribales en países independientes. El mismo reconoce y protege los derechos de estos pueblos, incluyendo el derecho a asumir el control de sus propias instituciones, de sus formas de vida y los derechos sobre sus tierras y territorios.

Durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973), unas 700.000 hectáreas de tierra fueron devueltas a los indígenas como consecuencia de la reforma agraria. Pero la dictadura de Pinochet anuló la medida. Entre las tierras cuya devolución reclaman ahora los indígenas están las del Parque Tantauco, en la isla de Chiloé, que son propiedad privada del presidente, Sebastián Piñera y de empresas forestales.

Los mapuches son la principal comunidad indígena de Chile. De los 15,6 millones de habitantes que tiene el país, unos 700.000 son mapuches. No pudieron ser doblegados por la conquista española ni por las autoridades de la nueva República. La política de repoblación con colonos europeos –fundamentalmente alemanes, italianos y suizos-, llevó al despojo de sus tierras. Y desde hace años vienen luchando por recuperar sus ancestros.

La situación empeoró durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), cuando empresas madereras avanzaron en la explotación de la comarca. La recuperación de la democracia no mejoró gran cosa el enfoque del conflicto, incluso el presidente Ricardo Lagos (2000-2006) utilizó la Ley Antiterrorista de Pinochet durante una de las crisis periódicas. De hecho los últimos gobiernos han militarizado la región, con el envío de carabineros que, en ocasiones, han actuado brutalmente.

Ahora, nuevamente, se ha invocado la legislación antiterrorista, que fue defendida por el presidente Piñera: “aquí la ley no se está aplicando al pueblo mapuche, como dicen algunos, se está aplicando a los terrorista, sean de la etnia que sean (…) Les vamos a aplicar la Ley Antiterrorista cuando cometan delitos terroristas como, por ejemplo, quemar vivos a dos personas inocentes de la tercera edad”.

La región de la Araucanía es la más pobre de Chile, con un 22,5 % de sus habitantes en situación de pobreza y un desempleo del 12,1 %. Índices que afectan exclusivamente a los indígenas, no a los colonos de origen europeo.

El conflicto entró en una nueva fase el pasado 4 de enero, cuando Werner Luschinger y su esposa, dos ancianos latifundistas de origen suizo, fueron quemados vivos al ser incendiada su casa. Antes, los colonos se defendieron con las armas y lograron herir a un dirigente comunal mapuche, que es el único detenido por el incidente. El ataque coincidió con el quinto aniversario de la muerte del joven mapuche Matías Catrileo, por una bala disparada por la policía durante la ocupación de una finca, cuyo propietario era primo de Luschinger. El autor del disparo, el carabinero Walter Ramírez, fue condenado a tres años y medio de prisión, pero se le concedió la libertad vigilada y sigue activo en el cuerpo.

En Valparaíso, entre tanto, se celebró una reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, destinada a estudiar la crisis en el sur y en la que estuvo como invitado el ex magistrado español Baltasar Garzón. Su presencia, no obstante, tuvo que ser sometida a votación, ya que diputados oficialistas como Cristian Letelier (UDI), rechazaban su presencia, recordando su papel en la detención del ex dictador Augusto Pinochet en Londres. El presidente de la Comisión, el socialista Fidel Espinoza, consideró un orgullo recibir a Garzón y afirmó que la actitud de los diputados oficialistas “demuestra que esta derecha que tiene Chile no ha aprendido nada, es la misma derecha retrógada y dinosauria de los años ´70, de los años ´80”.

Garzón, por su parte, dijo al abandonar la sede del Congreso chileno: “Todos estamos de acuerdo en no aceptar los hechos violentos y también en que es necesario un diálogo, una profundización de la realidad de los pueblos originarios para llegar a un entendimiento a base de esa plataforma común de diálogo y entendimiento”.

Mapuches chilenos exigen la autodeterminación y que Piñera pida perdón