jueves. 28.03.2024
gabo

“De un premio que impulsa las mejores historias a un festival que las celebra”, con este lema se ha presentado la quinta edición de un encuentro celebrado en el Jardín Botánico de la capital antioqueña y otros nueve espacios habilitados, dándose cita más de noventa personas invitadas de veinte países.

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Festival Gabo en el Jardín Botánico de Medellín

Organizado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), el Festival Gabo cuenta con la colaboración de la Alcaldía de Medellín y los grupos empresariales Bancolombia y SURA. Durante el evento se hace entrega de los premios Gabriel García Márquez que reconocen labores periodísticas en cuatro categorías: texto, imagen, cobertura e innovación. Además, se otorgan los reconocimientos especiales a la excelencia en la profesión, de ámbito internacional, y el Clemente Manuel Zabala (CMZ) a la labor editorial más destacada dentro del Estado colombiano.

De las más de 1.300 postulaciones que concurrieron al premio Gabo, se seleccionaron tres finalistas por categoría. En la categoría texto los jurados Mónica González (Chile), Roberto Herscher (Argentina) y Paulo Werneck (Brasil) eligieron los trabajos de Consuelo Diéguez (Brasil), Alberto Arce (España) y Jorge Carrasco (Cuba). En la de imagen, Germán Rey (Colombia), Claudi Carreras (España) y Ana Cristina Navarro (Colombia) llevaron a la final a Javier Bauluz (España), fotógrafo español ganador del premio Pulitzer; a Consuelo Morales y el equipo de Pie de Página (México), y a Mauricio Monteiro de Cine-Canal(Brasil). Como mejor cobertura, Adelino Gomes (Portugal), Héctor Feliciano (Puerto Rico) y Marcela Turati (México) seleccionaron a Martín Rodríguez, de Nómada.gt (Guatemala); Mary Triny Zea (Panamá), y Hugo Mario Cárdenas, de El País de Cali (Colombia). Y para la innovación, Jean François Fogel (Francia), Daniela Pinheiro (Brasil) y María Catalina Colmenares (Colombia) optaron por: Florencia Coelho, de La Nación Data (Argentina); Germán Andino (México), y María Cristina Castro (Colombia).

Finalmente, los galardones recayeron en: Jorge Carrasco, en la categoría Texto, por “Historia de un paria”, aparecida en El Estornudo (Cuba), sobre un travesti de La Habana; el equipo compuesto por Consuelo Morales Pagaza, Prometeo Lucero, Daniela Pastrana, Ximena Nátera, Marcos Vizcarra, Iván Medina, Félix Márquez, José Ignacio de Alba, Fernando Santillán, Victoria Helena, Daniela Rea, Mónica González, Rafael Pineda “Rapé”, Adriana Tienda, Erik Kuru y Lucía Vergara, en la categoría Imagen por “Buscadores en un país de desaparecidos” publicado en Pie de Página (México); en el grupo de El País de Cali (Colombia), integrado por Ossiel Villada, Ana María Saavedra, Hugo Mario Cárdenas, Germán González y Lina Uribe, por su Cobertura de “El mapa de la muerte: 15 años de homicidios en Cali”, sobre la criminalidad en esa ciudad colombiana, y en Germán Andino, hondureño, por su trabajo “El hábito de la mordaza”, publicado en El País de México para la categoría Innovación.

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Ana C. Navarro conversa con las personas finalistas de la categoría Imagen

El premio a la excelencia ha recaído este año en Jorge Ramos, periodista mexicano del canal de televisión Univisión con sede en Miami, y el CMZ en Fernando Ramírez editor del diario La Patria de Manizales.

Más de quince mil personas han disfrutado de los tres días repletos de actividades y encuentros alrededor del periodismo, con más de cuarenta horas llenas de narraciones en la voz de sus protagonistas y sus profesionales. El festival se presenta como el encuentro de la celebración de las mejores historias de Iberoamérica en torno a la excelencia, la innovación y la coherencia ética. Reconocido como “un evento de ciudad que convoca a mentes curiosas” en torno al periodismo. Esa actividad que según Jaime Abello, cofundador de la FNPI, es “esencialmente ciudadana, una herramienta de defensa de los intereses de la gente y de circulación de información, para tener una sociedad democrática más vibrante”.

Destacadas personalidades de la información y la comunicación, entre ellas dos premios Pulitzer, los fotógrafos Rodrigo Abd (Argentina) y Javier Bauluz (España); algunos ganadores del María Moors Cabot, el premio periodístico internacional más antiguo, como Mónica González (Chile), Martín Caparrós (Argentina) o María Teresa Ronderos (Colombia), y tres premiados documentalistas que han presentado sus últimos trabajos en el marco del festival Marcela Zamora (El Salvador), Tatiana Huezo (México-El Salvador) y Miguel Coyula (Cuba), se han reunido alrededor de las diferentes secciones: “La cocina del periodismo”, con temas que van desde el periodismo narrativo hasta la inteligencia artificial; el “premio Gabo” en la que se conversa con las personas galardonadas con los diferentes reconocimientos; “Periodismo de tú a tú”, en la que once autores han presentado al público sus proyectos periodísticos emergentes sin presencia de intermediarios; las “Obsesiones de Gabo”, en torno a las pasiones del Nobel de Aracataca, desde la música al Caribe, pasando por la cultura popular, y las “Muestras”, con tres documentales y un consejo de redacción en vivo y en directo del portal satírico colombiano Actualidad Panamericana.

De las conversaciones con las y los finalistas sobre sus sentimientos y pasiones en este oficio, resaltaría dos frases pronunciadas por Javier Bauluz: “ponerse en el lugar del otro, es la manera de luchar contra la xenofobia” y que “los periodistas o somos humanos o no somos”. Totalmente pertinentes en estos momentos en los que la humanidad flota entre tormentas de intolerancia y marejadas de políticas excluyentes. Les sugiero visitar su trabajo “Buscando refugio para mis hijos“, por el que estaba nominado al premio.

Muchas de las charlas de esta edición giraron en torno a las narraciones de las múltiples violencias, sobre el instinto de vida, sobre las nuevas formas periodísticas y su papel en torno a la paz y los derechos humanos. Entre esas la charla mantenida por Luz Mely Reyes, de Efecto Cocuyo (Venezuela) con Camilo Jiménez, de ¡Pacifista! (Colombia); José Luis Pardo, de En Malos Pasos (España – México), y María Paulina Baena, de La Pulla (Colombia).

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Ma. Elvira Arango, Jorge Ramos y Rosental Alves

El premiado Jorge Ramos tuvo un conversatorio con la periodista colombiana María Elvira Arango, directora del programa Los Informantes, y con el brasileño Rosental Alves, director del Centro Knightpara el periodismo. En respuestas a las preguntas de sus contertulios, el mexicano conductor de Univisión Noticias afirmó que actualmente los periodistas debemos “cuestionar al poder y resistir” y que estamos “obligados a tomar partido”, sobre todo en temas como los derechos humanos, las mentiras públicas y la democracia. Alabó a Colombia por la firma de los acuerdos de La Habana y por la apuesta por la paz en la que está en estos momentos. Reconoció que una de las cosas que más le gustan de la profesión de periodista es el poder ser “joven y rebelde”. Invitó a las y los profesionales del futuro a dudar siempre de las informaciones “oficiales” y terminó pidiendo, tal como rezaba el título de su charla, que “desobedezcan, siempre desobedezcan”. En mi opinión, solamente un “pero”, sus reiteradas referencias a que “había que hacer algo contra las ´dictaduras` de Cuba y Venezuela”; ¿influencia de su residencia en Miami?

En una charla para celebrar la palabra en nombre de los ausentes, la periodista colombiana Patricia Nieto conversó con Mara La Madrid, psicoanalista argentina y coautora con Juan Gelman del libro Ni el flaco perdón de dios, y con Martha Nubia Bello, investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica (Colombia).

El libro de La Madrid, en el que se recogen voces de hijos de personas desaparecidos por la dictadura argentina, ha tenido su segunda edición en abril de 2017, veinte años después de la primera. La coautora ha declarado que ese texto fue una ofrenda de duelo y que apuesta por el poder de sanación que tiene la escritura, y ha afirmado que es de total actualidad por la desaparición de Santi Maldonado, activista argentino por los derechos de los mapuches. Para Bello, trabajadora social de la Universidad Nacional, en Colombia están documentadas 60.630 personas desaparecidas. Que en este caso lo están triplemente, cuando se los llevan, cuando el Estado los niega y cuando la sociedad los ignora. Se cuestiona ¿cómo es posible que haya tantos desaparecidos en democracia? Y asevera que no hay cicatriz de la desaparición, que falta movilización y que la gente se haga preguntas. Porque hasta el año 2000, en Colombia no existía el delito de desaparición forzada y para las asociaciones de víctimas la palabra es lo único que tienen para traer al presente lo que los poderes y la historia quieren borrar. Por eso las tres mujeres que conformaban este panel estaban de acuerdo con el título asignado al mismo, “La palabra es una herramienta de lucha”.

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M. Caparrós, A. Morales y M. González (de izqda. a dcha.)

También hubo lugar en el evento para la presentación del libro periodístico que el Consejo Rector de la FNPI selecciona para el festival. En esta ocasión ha sido No somos refugiados, del español Agus Morales. Acompañado de Martín Caparrós y de Mónica González, el autor ha presentado un texto que persigue el camino de las personas desplazadas, una crisis global que afecta todo el planeta. A través de México, Siria, Afganistán o el Mediterráneo, el periodista ha convivido y preguntado a las y los protagonistas de estos desplazamientos para poder entenderlos y escribirlo.

Para Caparrós, la obra muestra que “los verdaderos profesionales de la información son los que narran, no los que hacen productos”. Y para González, “los impedimentos para realizar buenos trabajos están en la mente, no en el género.”

Además, entre las actividades paralelas, once talleres para ahondar sobre temas como: las salas de redacción del futuro, cómo contar historias en un mundo multiplataforma, la radio en este siglo, la visión y la expresión fotográfica o la ética en el periodismo e internet.

En los tres días del festival se ha podido visitar la exposición del fotógrafo documentalista colombiano Federico Ríos. Instalada al aire libre a la entrada del Jardín Botánico, estaba formada por cincuenta imágenes, de las más de mil que tomó durante su recorrido, que constituyen una mirada distinta a la otra Colombia. Ese viaje le permitió comprobar, según confesó a Germán Rey durante la charla que sostuvieron en el festival, que “Colombia es más territorio que Estado” y que, pese a todo lo que le embarga, sigue siendo “Un país de generosidad inmensa” que le llena de esperanza y de ilusión. Su trabajo lo ha realizado con un celular porque el proyecto, denominado #Transputamierda, habla de movilidad y de confrontar épocas: las redes sociales modernas con las tradiciones rurales.

Durante el evento, el periódico El Espectador y el Museo de Antioquia han presentado, en la sede de la pinacoteca, la exposición “130 años de historia“, un recorrido por los hechos más importantes recogidos por el periódico, nacionale e internacionales, en sus trece décadas de existencia.

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Instalación en homenaje a Gabo presentada por El Espectador

El cierre del Festival Gabo 2017 ha estado a cargo de Totó la Momposina, quien ha puesto la música a las letras. Un homenaje a una de las grandes pasiones del genial García Márquez. el día anterior concedió una rueda de prensa para hablar sobre su concierto homenaje a Gabo

En la clausura, Abello reconoció que “este es el momento culminante de un año de trabajo entre Cartagena y Medellín para ofrecer el resultado de un proyecto de ambiciones globales: impulsar a periodistas y medios de lengua española y portuguesa de las Américas, España y Portugal, bajo la aspiración de hacer el mejor periodismo del mundo”.

El Festival de Gabo