miércoles. 24.04.2024

Tamames fue a hablar de su propio libreto en una ópera bufa. Hubiese aceptado la invitación de cualquier partido para hacerse oír en el parlamento. Le tocó a Vox y su portavoz ocasional tuvo a bien informarles de que suscribían sin saberlo el cambio climático, porque Tamames tenía este dato fidedigno como tantas otras opiniones relativas a lo que se le antojase. Su revisionismo reaccionario de nuestra memoria histórica y democrática fue particularmente ominosa. Molesto porque se le vinculara con Blas Piñar, endosó la Guerra Civil a Largo Caballero, como si el golpe militar del Caudillo contra la República hubiera sido irrelevante. También mostró su perplejidad por esos inmigrantes que venían a quitarnos empleos, porque descuidábamos el factor demográfico. El discurso no daba ni para una charleta de café y encima le molestó que intentaran replicarle con datos, pidiendo reformar el reglamento de la cámara para que se hablara menos. Un certero análisis como el suyo no admitía réplica. Ni siquiera se tomó la molestia de articular un mínimo programa por si prosperaba su moción y era investido como presidente del gobierno. Su vanidad quedaba colmada con ser candidato por un día. Fue una burla de mal gusto.

Quizá la vocación de Tamames sea la de quitar y poner gobernantes cuál demiurgo político que gusta de remodelar a su antojo las cosas

En su día fue primer teniente de alcalde con Tierno Galván, gracias a su militancia en el partido comunista, que abandonó para descubrir tardíamente la figura de Adolfo Suárez e impedir que hubiera otro alcalde socialista en la corporación madrileña. Quizá su vocación sea la de quitar y poner gobernantes cuál demiurgo político que gusta de remodelar a su antojo las cosas. Nadie había pronosticado que protagonizara este triste papel de un modo tan burlesco, siendo una mala caricatura del mayor de los esperpentos. Resultaba difícil mantener la compostura frente a tanta soberbia y tan empecinada necedad. Con todo su esperpento dio sus frutos. Dio pie a que una moción de censura se convirtiera en lo contrario. Asistimos a una inesperada contra moción de re-investidura que Pedro Sánchez supo aprovechar.

Frente a las descalificaciones recibidas, presentó un balance de los logros obtenidos durante una legislatura muy complicada donde hubo que hacer frente a la pandemia y seguidamente a los efectos colaterales de una guerra con grandes turbulencias económicas. Además dejó un turno a la parte morada del gobierno, representada por la vicepresidenta Yolanda Díaz. Esta, con tanta serenidad como contundencia le dio un buen repaso al candidato que actuaba como portavoz ocasional de la oposición. Sin recurrir al histrionismo fue desgranando lo conseguido por su Ministerio, al tiempo que hacía otro tanto con el resto del Gobierno, mencionando los aciertos cosechados por cada responsable ministerial, sin distinguir entre los partidos que conforman la coalición gubernamental. Supo presentar lo hecho como el fruto de una labor colegiada.

Presentó en suma el espíritu del proyecto Sumar, que quiere unir a quienes compartan un programa político sin luchas intestinas por cuotas de poder partidistas. Los hechos avalan una trayectoria política mucho más que las consignas y el reconocimiento de la propia valía tienes que ganártelo, al ser cosa de los demás y no admitir que lo expida una cansina reivindicación permanente del servicio prestado, como gustan de hacer quienes lideran Unidas Podemos, autoproclamados líderes de una izquierda que quiso sobrepasar al partido socialista y convierte su colaboración en un forcejeo permanente por ser los más guays. Veremos qué se anuncia el dos de abril. Pero la moción de censura interpuesta por Vox ha posibilitado que Yolanda Díaz hablara sin estridencias como copresidenta del actual gobierno, mostrando que una colación gubernamental admite conjugar visiones complementarias de los mismos problemas. La campaña electoral promete confrontar ideas pese al ruido de un sensacionalismo desestabilizador que no sabe dialogar y sólo pretende imponer sus recetas, cualesquiera que sean estas.

Yolanda Díaz aprovecha su alternativa en la contra moción de reinvestidura que le...