sábado. 20.04.2024
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La novedad es la unión de diversas fuerzas políticas con objetivos diferentes en cada país pero unidas por una serie de ideas comunes: La lucha contra el “comunismo”, la defensa de la propiedad privada y del libre mercado, y el odio de clases. Vox orquesta el puente entre la ultraderecha europea y Latinoamericana. Y el resultado es una fuerza que avanza con la consigna “libertad” sobre lo que Abascal y los suyos han dado en llamar la “Iberosfera”.

El acto organizado por Vox en Madrid el pasado 11 de octubre tuvo como oradores a los principales referentes de la derecha dura de América Latina. El libertario argentino Javier Milei, Keiko Fujimori, quien perdió las elecciones presidenciales en Perú en mayo pasado, Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia, José Antonio Kast, candidato a la presidencia de Chile, y Eduardo Bolsonaro. Todos firmantes de la Carta de Madrid, el documento publicado en el 2020 por VOX y la Fundación Disenso en el que se construye el marco de acción geográfica de la disputa, se señalan a los enemigos a enfrentar, y se refuerzan las ideas y conceptos a defender.  “Siempre me voy a sentir cómodo entre aquellos que defienden la libertad frente a todas las amenazas que se ciernen sobre ella, como el comunismo”, sostuvo el candidato de Avanza Libertad, fenómeno de la política argentina caracterizado por un discurso de odio en el que no faltan las amenazas explícitas hacia quienes disienten con su ideología. “Zurdos de mierda, los vamos a aplastar como ratas”, repite en sus oratorias de campaña.

La iniciativa de amalgamar a las derechas europeas con las latinoamericanas surgió en 2019 de la mano de VOX. Javier Ortega Smith fue recibido en Argentina por Victoria Villaruel, negacionista de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura cívico-militar que asoló el país entre 1976 y 1983, y actual candidata del partido liderado por Milei. Unos meses más tarde Ortega Smith regresó al continente, esta vez a Bolivia a defender al gobierno de facto de Jeanine Áñez que, en aquel momento, ya había cometido las masacres de Sacaba y Senkata por las cuales está siendo juzgada.

Esta unión de las ultraderechas impulsada por VOX se ha profundizado en los últimos meses con una agenda cuya prioridad parece ser la “guerra cultural” a la que convoca. Focalizado en su discurso anti-comunista, lo que la ultraderecha amalgamada pretende es una ofensiva conservadora contra los avances democráticos que en América Latina impulsaron igualdad de derechos y lograron sacar de la pobreza a millones de personas.

Ultraderechistas autodenominados libertarios de América latina se suman al clamor de Vox en el discurso de reivindicación colonial. Un ejemplo de estas simpatías fue el pedido de disculpas que el ex presidente argentino, Mauricio Macri, le ofreció al Rey Juan Carlos en la conmemoración de los 200 años de independencia. “Querido Rey, los patriotas de 1816 deberían haber tenido angustia por tomar la decisión de separarse de España”, dijo en esa oportunidad Macri.

Esta ida y vuelta entre las ultraderechas europeas y latinoamericanas se ha intensificado. El objetivo de esta unión es la guerra cultural que empuja el debate hacia el supuesto riesgo en el que se encuentra la libertad, la amenaza de un “comunismo” inexistente, la naturalización del odio, el racismo y la xenofobia. Y en Latinoamérica la legitimización de fuerzas políticas responsables de golpes de Estado.

Vox exporta su "guerra cultural" a América Latina