viernes. 26.04.2024
sanchez cumbre otan

El domingo 3 de julio de 2022 dediqué la mañana a leer, releer y subrayar el resumen de "El concepto Estratégico 2022" de la OTAN, publicado en El País. Mi ánimo oscilaba ente la indignación y el miedo.

Días atrás comentaba con unos amigos, de probada y larga militancia política y cultural de izquierdas, la triste y cabizbaja actitud de "la izquierda" frente al agresivo y permanente poderío de la derecha, del pensamiento único neoliberal. Del capitalismo a secas.

Una apatía paralizante incapaz de una utopía salvadora, un proyecto ilusionante, una estrategia que rompa el maleficio del siniestro There Is Not Alternative, traducido y asumido en castellano y en cientos de idiomas por todo el planeta, con sumisa reverencia a esa entelequia político-geográfica llamada Occidente. Un Occidente de 360 grados que pretenden identificarlo, desde el arco euroatlántico, como «el mundo libre». Un Occidente que solo cabe entenderlo como un nuevo Imperio, cuya cabeza ya no reside en Roma, sino en Washington o Wall Street.

Ante el silencio de la izquierda, la derecha imperialista busca imponer un nuevo orden mundial bajo el control de la OTAN

En esa lectura volví a tomar consciencia de que, ante el silencio de la izquierda, la derecha imperialista sí tiene una clara estrategia para imponer un nuevo orden mundial, bajo el control militar de una OTAN que aspira a ensancharse, hasta construir una red que garantice ese dominio. Así lo demuestra la construcción de un manifiesto-amenaza, tras su plenario en Madrid. Y no se trata de un nuevo «fantasma que recorra el mundo», sino de una declarada ofensiva imperialista.

Así se afirma, sin sonrojo ni disimulo, cuando se dice: «el objetivo principal de la OTAN es garantizar nuestra defensa (?) colectiva sobre la base de un enfoque de 360 grados». Y sigue: “La OTAN es el foro transatlántico UNICO, ESENCIAL e INDISPENSABLE " para la defensa del "mundo libre", de "nuestros valores" y nuestra forma de vida. La defensa y la imposición.

La primera medida "estratégica" para este pacifico proyecto ha sido acordar el compromiso de incrementar el gasto militar de los países asociados hasta alcanzar un 2% del PIB. Más armas, más ejercito por encima de cualquier veleidad ni siquiera socialdemócrata. Una más potente y unificada estructura militar, bajo el mando supremo de los EEUU, con una "misión defensiva y disuasoria", pero capaz de aplastar cualquier país que pretenda "subvertir el orden internacional", previamente definido por Occidente (solo una pausa, para mostrar mi extrañeza al ver escrita la palabra "subvertir", con viejas resonancias franquistas).

Bien está, incluso es obligado, movilizar la solidaridad internacional con un país, pertenezca o no a la UE o a la OTAN, agredido, invadido y bombardeado por otro estado, nada democrático y mucho más poderoso. Ayuda solidaria, sentimental, política, económica, diplomática, tal como se manifestó en un principio en el caso de Ucrania. Pero lo que no es digno es aprovechar este dramático acontecimiento para rearmar el ejército de Occidente y declarar un estado de guerra generalizado urbi et orbi, en un gran espectáculo mediático en Madrid.

Una lectura triste y demoledora, que muestra a una derecha, extendida por el planeta, envalentonada y matona, frente a una "izquierda ceniza" como la califica Ignacio Sánchez-Cuenca.

En el mismo domingo que leía el "Manifiesto de Madrid", oí las palabras obedientes de nuestro Presidente Pedro Sánchez ante este compromiso presupuestario, como un gran triunfo de la democracia occidental. Y, más aún, no solo mostraba su obediencia fiel a la OTAN sino que, como el primero de la clase que reclama el cariño del maestro, pretende aprobar sin tardanza una partida extrapresupuestaria de mil millones de euros, como primicia ejemplar de su compromiso. Y, con urgencia, quiere conseguir "un acuerdo de país que trascienda las particularidades ideológicas". Las "manías ideológicas", que algunos viejos izquierdistas aún conservamos.

Al parecer, al Secretario General del Partido Socialista Obrero Español la ideología le parece un obstáculo para cumplir con la salvífica Estrategia formulada en Madrid. Tierra de libertad cervecera, según Ayuso. Bajo la ondeante bandera española defendida por Abascal. Con la emotiva y sincera felicitación de Núñez Feijoo. Y el sonrojo de muchos madrileños.

Lamentablemente la palabra socialista ha sido raptada y suplantada por la palabra progresista. Por algo será.

En mi solo queda tristeza y una íntima rebeldía. No, jo dic no, diguem no…, como ultima defensa de nuestra dignidad.

Tristeza e indignación. OTAN NO