jueves. 28.03.2024

Después de más de una década de tipos de interés estables el BCE se ha decidido a seguir la senda marcada por la Reserva Federal de los Estados Unidos de subir el tipo para intentar frenar la inflación. Los inusualmente bajos niveles de euríbor presentes en los últimos tiempos no son, ni mucho menos, lo normal. Este escenario solo ha sido posible debido al entorno de tipos de interés extraordinariamente bajos que ha propiciado el Banco Central Europeo.

La medida adoptada viene acompañada de la creación de un mecanismo (TPI) que tratará de evitar el retorno del incremento de las primas de riesgo de los diferentes países y la fragmentación de la eurozona.

Existen serias dudas de la eficacia real de esta medida en Europa. La actual inflación que se sitúa en el 8,6%, viene provocada básicamente por una contracción de la oferta de determinados bienes básicos, más que por un exceso de demanda o de calentamiento de las economías europeas. Producir y distribuir cualquier producto cuesta mucho más caro en cualquier sector de la producción y esto tiene un reflejo inmediato en los precios. 

En esta semana dos buenas noticias, por el lado de la oferta, pueden ser más alentadoras para el freno de la inflación que la subida de tipos. En primer lugar el acuerdo para permitir la exportación del trigo almacenado en Ucrania alcanzado en Turquía entre Rusia y ese páis con la mediación de las Naciones Unidas.

El precio del trigo y de otros cereales es uno de los que más ha crecido y tiene una repercusión directa en los países más dependientes de este producto y en las economías familiares más débiles. 

La segunda es la reanudación del suministro de gas a Europa a través del Nord Stream 1 después de varios días de anuncio sobre la pretendida voluntad de Rusia de cortar totalmente el suministro por esa vía. La tensión del precio del gas está llevando a un proceso preventivo de acumulación de grandes cantidades de reservas para el invierno que todavía lo encarece más. Como dice Tom Burns Marañón en su artículo "Hasta la vista Zelenski" publicado el 22 de Julio en el diario económico español Expansión, ningún dirigente político de la Europa avanzada quiere que sus ciudadanos pasen frío en invierno.

"La tentación apaciguadora es enorme porque ningún político quiere que su electorado esté titiritando de frío este invierno. Es difícil explicar que las democracias liberales han de racionar el gas porque se empeñan en enviar misiles a Ucrania. Putin cuenta con todo ello. Un mes más y habrán sido seis desde que Vladímir Putin ordenó a su tropa invadir Ucrania. No era nada personal, decía el capo de Moscú, mero business"

Más allá de los resultados concretos de estas medidas lo importante es que reflejan quizás una voluntad negociadora de las partes en conflicto que posibilite dar pasos adelante en la principal “causa” de la inflación en Europa y en el Mundo. La guerra de Ucrania y sus nefastas consecuencias en las cadenas de distribución de la energía y otras materias primas.

La subida de tipos tampoco incidirá directamente en la actitud de las empresas que están aprovechando las turbulencias de los mercados para multiplicar sus beneficios con subidas de precios descontroladas. Los estudios realizados a este respecto son concluyentes. La mayor parte de la inflación es atribuible al incremento desorbitado de los beneficios empresariales. Ahí están los datos del primer semestre de los bancos o empresas energéticas españolas.

El Euribor sigue al alza y se sitúa el viernes 22 de Julio en el 1,2% con tendencia para llegar probablemente al 2% a final de año según algunos analistas. Este indicador que se utiliza para calcular los tipos de interés comenzó su escalada en el inicio de la guerra de Ucrania. La inflación estructural ya venía siendo elevada, no hay que olvidarlo, pero se vio agravada por la guerra y como era de esperar el endurecimiento de la política monetaría debía llegar más pronto que tarde.

En abril, el euribor entraba en terreno positivo en su media mensual, que terminó cerrando en 0,852% en el mes de junio. Sin embargo, desde el viernes pasado, el indicador ha vuelto a superar el 1%, nivel sobre el que se ha mantenido durante la última semana. Por el momento, la media mensual a 22 de julio se sitúa en el 0,985%. De cerrar así, se trataría del mayor registro desde julio de 2012.

Este aumento del euríbor podría afectar de manera notable a la fortaleza del mercado inmobiliario, como ya está ocurriendo en Estados Unidos. Allí, las subidas de tipos de interés han contribuido a que las solicitudes de hipotecas caigan a su nivel más bajo en 22 años, según los nuevos datos hechos públicos públicos esta semana. En España, el incremento del euríbor repercutirá especialmente sobre las familias que tengan una hipoteca a tipo variable.

En lo que se refiere a las hipotecas a tipo fijo, aquellos que ya las hayan contratado no experimentarán ninguna subida en su cuota. Sin embargo, los que quieran firmar una en estos momentos deberán asumir unos precios más elevados que los que la banca ofrecía hace varios meses.

El Banco Central adopta esta medida, que algunos analistas consideran necesaria pero tardía, respecto de su extremadamente laxa política monetaria, que ha contribuido a disparar la inflación y devaluar el poder de compra del euro respecto al dólar que ha llegado a su mínimo de los últimos 20 años.

La teoría económica podría resumirse así: si suben los tipos de interés, los bancos encarecen los préstamos. Y si los bancos dificultan el acceso al crédito, se desincentiva el consumo, la inversión y se frena o ralentiza la actividad económica.

La repercusión de la medida, cuyo objetivo es rebajar los precios mediante la disminución del consumo, puede tener consecuencias negativas para el empleo y la actividad económica según algunos analistas. José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea considera que  "Con esta medida lo que hace el BCE es encarecer la inversión y el consumo a crédito, lo que va a suponer al final un descenso de las ventas, un descenso de la producción y una posible repercusión negativa en el empleo y en la actividad económica". "Esta es una decisión que nos mete más en el hoyo" 

La subida de tipos puede controlar subidas de precios pero sólo la que está vinculada a la oferta monetaria. La parte que tiene que ver los bienes y servicios sigue subiendo. Con el coste de los alimentos disparado, la energía descontrolada y los problemas de oferta generados durante la pandemia que todavía no se ha terminado, será muy dificil "doblegar la curva" de la inflación y conseguir las cifras tranquilizadoras que se siguen ofreciendo por las autoridades económicas. 

Por otra parte se indica como hecho positivo de la subida de tipos que los bancos ofrecen mayor remuneración por los ahorros, los ciudadanos ahorran más y obtienen mayores beneficios. La realidad es que los bancos siguen sin ofrecer mejores contraprestaciones de los ahorros y hay serias dudas de que lo vayan a hacer por lo que está por ver si los "ahorradores" saldrán beneficiados. Lo que si es automático es que los que tienen hipotecas a tipo variable empezarán a pagar más por su préstamo inmediatamente.

¿Será eficaz la subida de tipos aprobada por el BCE para frenar la inflación?