martes. 19.03.2024
Foto: RAE

Para el director de la Real Academia de la Lengua (RAE), Santiago Muñoz Machado, con motivo de una reciente intervención, en el Congreso Internacional de la Lengua Española, que tuvo lugar los días 27-30 de marzo, en Cádiz, en la que participaba, entre otros, Teresa Cabré, presidenta del Institut de Estudis Catalans (IEC), dentro de la mesa redonda "Lenguas y culturas un patrimonio común del Estado" dijo, "somos compañeros de viaje", y esto es lo que voy a poner en cuestión.

Ateniéndonos a la historia del IEC, sabemos que fue creada en el año 1907, a la vez que se creaba la Junta para Ampliación de Estudios (JAE), dado que se daban las condiciones ideológicas tanto a nivel del Estado español, como a nivel de Catalunya para ello.

En el año 1937, ya en plena guerra civil española, la JAE se traslada a Barcelona, y tendrá lugar sus reuniones en los locales del IEC, ya que habían incorporado a la delegación de la JAE, a los principales integrantes de IEC, como su presidente, Pompeu Fabra (Gaceta de la República 22 de noviembre 1937).



Las copias de las actas del año 1938, se encuentran en el Centro Documental de la memoria histórica. Vemos que hay total sintonía entre dichas instituciones.

Por el contrario, la historia de la Reales academias, como la de la lengua, siguen una trayectoria contraria. Primero se las suprime lo de "reales" por el gobierno de la II República (gaceta de Madrid de 21 de abril de 1931) y posteriormente fueron disueltas, creando el Instituto Nacional de Cultura (gaceta de Madrid 15-16 de septiembre de 1936). 

Como reacción, desde el gobierno golpista e ilegal franquista, de Burgos, se agruparon las ocho academias bajo el Instituto de España y se les devolvió lo de Reales (BOE de 8 de diciembre de 1937- BOE 2 enero 1938).

Cuando el director de la Real Academia de la Lengua, habla de la Constitución de 1978, con motivo del reconocimiento que se hace al tema pendiente de las nacionalidades históricas, como podemos ver en el video, se olvida explicarnos porque la Reales academias, incluida la que él preside, están en dicha Constitución, apartado 62j, de la monarquía y falseando su historia, obviando que fueron disueltas por la II República, y renombradas por Franco en 1937, pero solo ponen que son de la época de la Ilustración, siglo XVIII. 

Tampoco nos explica, porque siguen ocultando en la biografía del filólogo Tomas Navarro Tomas, que tienen en la RAE, que fue secretario de la JAE durante la guerra. 

Nos ha costado mucho, pero al final, un libro "Las reales academias nacionales de Madrid" publicado por el Instituto de Estudios Madrileños (CSIC) lo reconoce en el artículo de la Academia de Ciencias exactas, Físicas y Naturales, pero en cambio en la introducción al Congreso de la lengua española, sigue mal puesto, ignorando a legislación republicana, firmada primero por el presidente Niceto Alcalá Zamora, en 1931 y luego en 1936 por Manuel Azaña. La represión franquista sobre la JAE (a la que disolvió ilegalmente el 19 de mayo de 1938), y sus científicos con cárcel multa y depuración, como los casos paradigmáticos del dr. Luis Calandre Ibáñez, y Enrique Moles. También fueron duramente represaliados los integrantes del IEC, con exilio y depuración. 

Muy diferente fue lo que ocurrió con la re-creadas franquistas Reales academias, que tuvieron un trato de favor, teniendo emblemáticos edificios en Madrid, y en donde se fueron integrando a académicos mayormente franquistas, fascistas y monárquicos. Finalmente, para evitar que las volvieran a disolver, consiguieron ser protegidas por la Corona en la propia Constitución, gracias a una enmienda de UCD. 

Recientemente, el Instituto de España-Reales Academias, ha conseguido que se las incluya en la oficina de asesoramiento "científico" del Congreso de los diputados, así que todo lo real "atado y bien atado". 

La Real Academia de la Lengua y el Institut de Estudis Catalans, no son compañeros de...