sábado. 27.04.2024
sacerdote

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 30 años de cárcel impuesta a un excura por delitos de abusos sexuales a 7 menores que cursaban estudios en el seminario de la Diócesis de Ciudad Real, donde el acusado era formador de los seminaristas.

La Sala desestima así el recurso de casación interpuesto por el exsacerdote contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, que elevó a 30 años la pena de 22 años y 8 meses que le había impuesto la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Además, confirma una multa por importe de 52.920 euros y una indemnización de 2.000 euros a cada una de las víctimas.

No era un mero juego

La sentencia, cuyo ponente ha sido el magistrado Juan Ramón Berdugo, rechaza la argumentación del recurrente de que las conductas imputadas respondieran a un mero juego asegurando que su actuación “consistió en actos hábiles para atacar la indemnidad sexual de los menores”.

Estos supuestos juegos se realizaban por ejemplo en la piscina con episodios de ahogadillas donde se producían roces o tocamientos supuestamente accidentales, pero que "suponen realmente que el acusado agarraba los genitales de los menores, siendo conductas reiteradas y prolongadas en el tiempo, durante toda la temporada de baño y afectantes a varios alumnos tutelados”.

“Tocar los genitales al menor para que el próximo año ‘le echara huevos’ al curso no puede entenderse como una técnica educativa”

Otros episodios de "evidente carácter sexual" se daban en las habitaciones, cuando el cura, con el pretexto de hacer unas curas obligaba a los chavales a bajarse los calzoncillos para palparles los genitales y el pene: “Tocar los genitales al menor para que el próximo año ‘le echara huevos’ al curso no puede entenderse como una técnica educativa”, afirman los jueces.

Del mismo modo, la Sala considera que “hacer desnudar a los menores no puede ser considerado como una mera prueba de confianza y los actos de masturbación o contemplación del pene de los menores atentan de forma evidente a la libertad e indemnidad sexual de estos”.

A esto se añade la agravante de prevalimiento respecto a 4 de las 7 víctimas al constatarse que el excura se aprovechó de su posición de formador en el seminario para perpetrar los delitos, con todo lo que ello comporta: por la edad de las víctimas, de13 años, y por el escenario donde se desarrollaron los hechos, en régimen de internado y sometidos a un ambiente de disciplina.

"El aprovechamiento de esta situación es indisociable de la consideración de las víctimas como vulnerables", dice el auto.

No fueron invenciones de las víctimas

La Sala considera verosímiles los testimonios de las víctimas, corroborados por testificales y periciales, y rechaza que orquestaran una maniobra tan perjudicial contra el acusado.

En este sentido, indica que “es muy difícil que pudieran ponerse de acuerdo tantas personas (menores y sus padres) para montar un escenario delictivo de esta envergadura y que no hayan incurrido en fisuras o contradicciones significativas, máxime cuando está probado las buenas relaciones que los menores mantenían hasta entonces con el que era su formador en el seminario e igualmente los padres con alguno de los cuales la relación era incluso de amistad. Además, no consta que los menores tuvieran conocimiento de lo que les estaba ocurriendo a los demás ni que lo hubiesen comentado entre ellos, pese a que todos lo conocían por ser internos en el seminario”.

Señala que las declaraciones de los menores, como dice la sentencia recurrida, “son claras, precisas, coherentes en la incriminación y sin contradicciones en cuestiones relevantes” y que fueron corroboradas por la declaración del propio acusado, que asumió alguna intervención en los hechos. “Es cierto que no se trata de una confesión de los hechos, pues no reconoce su culpabilidad; simplemente constatamos la certeza de la existencia de las situaciones denunciadas, que no responden a meras invenciones de las víctimas”, subraya la sentencia.

El Supremo confirma la pena de prisión a un excura por abusos a menores