viernes. 29.03.2024

La derecha no quiere que las pensiones se eleven conforme al coste de la vida, un 8,5% en 2023, como propone el Gobierno.

Feijóo contesta con evasivas a las preguntas directas de los periodistas. Vox tacha la subida de electoralista. Y Arrimadas agita el enfrentamiento entre abuelos y nietos, con la falacia de que las pensiones de los mayores recortan los salarios de los jóvenes.

No es algo nuevo. Recordemos la ignominia del 0,25% de Rajoy. Cada vez que llega una crisis, la derecha política y económica aprovecha para alentar recortes sobre las pensiones de los mayores.

Negar la subida de las pensiones para 2023 conforme al IPC supone incumplir una ley votada en las Cortes Generales por los representantes del pueblo español

Como la cosa está mal, dicen, los mayores tienen que apretarse el cinturón. Nunca se refieren a sus mayores, claro, porque están cubiertos por rentas y pensiones privadas. Siempre reservan la tijera para los perceptores de pensiones públicas.

Negar la subida de las pensiones para 2023 conforme al IPC supone incumplir una ley votada en las Cortes Generales por los representantes del pueblo español. Supone también romper el Pacto de Toledo para las Pensiones, que en su recomendación segunda establece precisamente la elevación de las prestaciones conforme al IPC. Y todas las formaciones parlamentarias, salvo Vox, votaron esas recomendaciones.

Pero, sobre todo, oponerse a la subida de las pensiones con el IPC resulta una injusticia flagrante para los pensionistas españoles, que en su gran mayoría perciben prestaciones reducidas, con las que han de hacer frente al sostenimiento propio y, en muchas ocasiones, al amparo de familiares con dificultades.

Las justificaciones de la derecha son excusas, falsas en su mayor parte. Aluden al espantajo de gasto inabordable y la presunta insostenibilidad del sistema de pensiones. Plantean que el pago de las cotizaciones “asfixia” las cuentas de los empresarios.

No es verdad. Se trata de un análisis deliberadamente engañoso, tanto en términos estructurales como de coyuntura.

El gasto español en pensiones se sitúa en torno al 10,5% del PIB, por debajo de la media de la Unión Europea, que supera el 13%, y muy inferior al que disfrutan italianos (16%), franceses (13,4%), alemanes (13,2%) o suecos (12,8%).

Las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores y, gracias al empuje de nuestra economía y la buena gestión del Gobierno español, contamos hoy con la cifra récord de casi 21,5 millones de cotizantes. Son ya 2,37 trabajadores cotizando por cada pensionista cobrando, una ratio muy por encima de la presente en otras etapas de dificultad económica.

La “insostenibilidad” de las pensiones es una falacia, una justificación artera, una mala excusa para acometer nuevas injusticias sociales, para aumentar las desigualdades, sobre las espaldas de los más vulnerables de la sociedad, las personas mayores que han trabajado duro y que merecen la garantía de una pensión digna

Durante los ocho primeros meses del año 2022, los ingresos de la Seguridad Social se han incrementado en un 10,2%, con carácter interanual, mientras que las obligaciones reconocidas crecían al ritmo del 4,2%. El déficit de la Seguridad Social se situó en 2021 en el 0,9%, el porcentaje más bajo desde 2013.

Por vez primera desde que el Gobierno del PP esquilmara la hucha de las pensiones, reduciendo su contenido de 67 mil millones a solo 2 mil, el Gobierno de Pedro Sánchez vuelve a presupuestar una aportación al fondo para la sostenibilidad del futuro de las pensiones: tres mil millones de euros.

La “insostenibilidad” de las pensiones es una falacia, una justificación artera, una mala excusa para acometer nuevas injusticias sociales, para aumentar las desigualdades, sobre las espaldas de los más vulnerables de la sociedad, las personas mayores que han trabajado duro y que merecen la garantía de una pensión digna.

Resulta miserable fomentar, como hace Arrimadas, que los nietos contemplen a sus abuelos como los culpables de su precariedad laboral y sus salarios bajos. Los culpables de los contratos basura y los salarios injustos son sus empleadores avariciosos, y no sus abuelos con pensiones modestas.

¿Por qué la derecha ataca el sistema público de pensiones? Porque su modelo es otro. Si pudieran, acabarían con el modelo vigente de reparto solidario, para instaurar otros modelos, más injustos

No es verdad, como se dice también en estos días, que la subida de las cotizaciones para los salarios más altos sea un “abuso insoportable”. Todos los años suben las cotizaciones conforme suben las pensiones, y lo lógico sería, además, afrontar de una vez el “destope” tanto de las cotizaciones (más) como de las percepciones (menos) en los tramos salariales más altos.

Otro mantra falaz que suele utilizar la derecha es el de la “congelación de las pensiones por Zapatero en 2010”. En realidad, en aquel contexto crítico, el Gobierno socialista “congeló” solo las pensiones más altas, elevando -y mucho- las prestaciones mínimas y las no contributivas, además de sufragar la “paguilla” que compensaba el aumento de la inflación a todos los pensionistas.

¿Por qué la derecha ataca el sistema público de pensiones? Porque su modelo es otro. Si pudieran, acabarían con el modelo vigente de reparto solidario, para instaurar otros modelos, más injustos.

Si Feijóo y los suyos tuvieran la mayoría parlamentaria suficiente, reducirían las cotizaciones sociales a pagar por los empresarios y los perceptores de los salarios más altos, a cambio de reducir la cuantía de todas las pensiones. Los pensionistas humildes se empobrecerían, como ocurrió con la ofensa del 0,25%. Y los pensionistas pudientes complementarían sus percepciones con rentas y planes privados de pensiones.

La ultraderecha apuesta abiertamente por sustituir el sistema de reparto solidario por un sistema de capitalización, en el que cada cual cobra lo que rente el dinero que haya podido ahorrar por su cuenta. Que se salve el que pueda pagar.

Pero las pensiones van a subir. Un 8,5%. Lo que suba el coste de la vida. Porque lo dice la Ley. Porque lo merecen los pensionistas. Porque es de justicia. Así será, mientras haya un Gobierno de progreso como el de Pedro Sánchez.

El PP, contra la subida de las pensiones