lunes. 29.04.2024
Fernando Sena, padrino en la incorporación de sus hijos Carmen y Fernando en el Colegio de Abogados de Granada
Fernando Sena, padrino en la incorporación de sus hijos Carmen y Fernando en el Colegio de Abogados de Granada

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Supo combinar el ejercicio de la abogacía en defensa de los más humildes con una frenética actividad social y política dirigida a la recuperación de los derechos y libertades democráticas en un contexto tan adverso como lo fue el de la dictadura. Una encomiable actividad desarrollada en un entorno de amplia solidaridad inserta en un movimiento obrero fuertemente preñado entonces de inequívoca conciencia de clase.

El pasado viernes 16 de febrero nos llegó la dolorosa notica de la partida física de Fernando Sena, quien fuera uno de los abogados que pusieron en marcha el primer despacho laboralista de Comisiones Obreras en Granada en enero de 1972, hace ya más de 50 años.

Fernando Sena ingresó en el Partido Comunista de España a propuesta de Pedro Limiñana Cañal, responsable político del PCE en Granada, cuando aún era estudiante de derecho en la Universidad de esta ciudad. Desde ese mismo momento, Sena decidió que su proyecto profesional, como abogado y como comunista, no podía ser otro que el ejercicio profesional de la abogacía entregado por completo a la defensa de los intereses obreros y populares en las antiguas Magistraturas de Trabajo y en los Juzgados y Tribunal de Orden Público de Madrid, desde donde supo combinar el ejercicio de la abogacía en defensa de los más humildes y de todos cuantos combatieron la dictadura franquista, con una frenética actividad social y política dirigida a la recuperación de los derechos y libertades democráticas en un contexto tan adverso como lo fue el de la dictadura. Una encomiable actividad desarrollada en un entorno de amplia solidaridad inserta en un movimiento obrero fuertemente preñado entonces de inequívoca conciencia de clase.

Fernando Sena fue uno de los abogados que pusieron en marcha el primer despacho laboralista de Comisiones Obreras en Granada en enero de 1972, hace ya más de 50 años

La defensa intransigente en la lucha por la plena recuperación de los derechos y libertades democráticas y de los derechos sociales y económicos de la mayoría social, en el proyecto de una restauración republicana a través de una ruptura democrática y de un verdadero proceso constituyente, le llevó a él y a sus compañeros y compañeras a librar una fuerte confrontación ideológica frente a los responsables de aquel pacto cuatripartito -nacionalismos vasco y catalán, socialdemocracia, dirigentes reformistas del PCE y el franquismo- que derivó finalmente en una transición inmodélica hacia libertades y derechos capitidisminuidos, que promocionó un sindicalismo reformista en detrimento de aquel sindicalismo combativo y de clase que caracterizó los orígenes de Comisiones Obreras y que hizo posible el resurgir del movimiento obrero en España. Un pacto que legalizó al franquismo con todas las consecuencias negativas que desde entonces conocemos y que nos coloca en la actualidad en una peligrosa deriva hacia el autoritarismo con el auge del fascismo y su faceta belicista.

Como consecuencia de ello sufrió todo tipo de represalias frente a las que nunca se doblegó. Arropado con la hermosa bandera republicana se despidió de todos nosotros el pasado viernes. Como ocurre con otros grandes hombres y grandes mujeres, su ejemplar vida será imperecedera.

Fernando Sena procedía de una familia acomodada de la burguesía urbana malagueña. Siendo estudiante de derecho decidió desclasarse, abandonar un futuro de previsibles comodidades para incorporarse desde la clandestinidad en la organización comunista, entonces a la cabeza de la oposición franquista, hacia un venidero proceso incierto y peligroso. Es muy fácil el desclasamiento de abajo hacia arriba, pero el recorrido inverso solo está al alcance de personas muy inteligentes, sensibles y especialmente generosas. Nos ha dejado siendo fiel a los hombres y mujeres que antes y ahora han sido y son objeto de opresión y explotación. Su dilatado ejercicio profesional constituyó una muestra de coherencia y firmeza, compatible con su trato amable, en un entorno social, político, económico y profesional marcado por el poder de la clase dominante, a la que combatió con el estudio riguroso, el argumento y su inseparable toga, el mono de trabajo como él decía.

Fernando se merece que por un momento paremos y lo recordemos, no porque se haya muerto sino por cómo ha vivido

Si bien es cierto que la muerte a todos nos iguala, también lo es que la vida no. Si bien es verdad que todos tarde o temprano morimos, también lo es que no todos vivimos igual. De la multitud de personas que vamos conociendo siempre pasa que, de vez en cuando, damos con una diferente, especial. Nadie merece vivir menos, pero hay personas que sin duda debieran vivir más

Fernando Sena se ha ganado un lugar destacado en nuestros pensamientos porque logró un hueco en nuestros corazones. Fernando se merece que por un momento paremos y lo recordemos, no porque se haya muerto sino por cómo ha vivido.

Creemos que una de las cosas que más podemos destacar de él son sus aparentes contradicciones. Inteligencia y bondad son ingredientes que rara vez abundan por igual en una misma persona. Y es que es una anomalía ser tan capaz y ser tan bueno. Es realmente extraño ser tan menudo y a la vez ser tan grande, ser tan fumador y tan sano, ser tan reservado y a la vez ser tan accesible.

Un compañero de despacho es alguien que la casualidad ha puesto a tu lado, alguien que ve cómo te caes y te levantas a diario, que ha visto de ti lo mejor y lo peor, un confidente y un camarada, un compañero de celda, un amigo entrañable. Para nosotros ha sido además un maestro en nuestro oficio, en donde destacó sobremanera en la especialidad del derecho a la seguridad social, pero sobre todo en nuestra vida. Hemos tenido la suerte de tenerle como modelo y como referente. 

Desde aquí agradecemos las innumerables muestras de afecto y recuerdo que recibimos en estos días, incluyendo la de las compañeras y los compañeros que tuvieron la fortuna de compartir estudios y amistad en la promoción 1966-1971 de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada.


Colectivo de compañeras y compañeros del despacho de abogados: Yolanda Benchetrit Cohen, Víctor Delgado Santiago, María José Fernández Gámez, Javier García Córdoba, Jonathan García Romero, Noemí Gutiérrez Hidalgo, José Labella Martínez, Enrique Labella Onieva, Encarnación Martín Martínez, Miguel Medina Fernández-Aceytuno, Alexis Medina Vázquez, Ángela Padilla Rodríguez, Carmen Sena Prieto, Fernando Sena Triviño.

Fernando Sena, cofundador del primer despacho laboralista de CCOO en Granada