sábado. 20.04.2024
Disputa del Campeonato del mundo entre el chino Ding Liren y el ruso Nepominiachtchi
Disputa del Campeonato del mundo entre el chino Ding Liren y el ruso Nepominiachtchi

Se está celebrando en la ciudad Astana de Kazajistán el Campeonato del mundo de ajedrez de acuerdo con las normas de la FIDE al mejor de 14 partidas entre el ruso Nepominiachtchi (32 años) y el chino Ding Liren (30 años). Eso es así porque el actual campeón del mundo Magnus Carlsen –y considerado uno de los mejores de la historia– no ha querido participar en la disputa de este campeonato para seguir con el título o perderlo. Según sus declaraciones el motivo es que no está de acuerdo con las normas de tiempo para cada partida, pero también sabemos por otras declaraciones suyas de hace algunos meses de que había decidido no disputar el campeonato del mundo si su contrincante no era el iraní Alireza Firouzja (20 años), para lo cual éste debería haber ganado el torneo de candidatos, cosa que no hizo. Y, en efecto, todo indica por resultados obtenidos por Firouzja de que es uno los mejores jugadores actuales, pero a él se han unido este año y ya el año pasado jugadores jovencísimos como el indio Gukesh (16 años) y el uzbeco Abdusattorov (18 años) que podrían optar en un futuro a la corona mundial. Hay una nueva generación de jugadores muy jóvenes que pueden obtar en el futuro por la corona de campeón, sin que hayan dicho la última palabra jugadores más veteranos pero aún jóvenes como el armenio Levon Aronian (40 años), el filipino Wesley So (29 años), el japonés Hikaru Nakamura (35 años) o el italo-americano Fabiano Caruana (30 años), ninguno norteamericano de nacimiento pero que juegan con la nacionalidad USA.

Se está celebrando el Campeonato del mundo de ajedrez entre el ruso Nepominiachtchi (32 años) y el chino Ding Liren (30 años)

En cuanto a los dos que se están enfrentando en estos momentos los expertos no señalan a ninguno como favorito y, se podría decir, que puede ganar cualquiera de los dos, pero lo que es muy probable es que ninguno de los dos alcance la puntuación ELO de Carlsen, con lo cual el campeón in pectore seguirá siendo el sueco, aunque oficialmente será el chino o el ruso el próximo campeón FIDE del mundo. Como puede comprobarse por las nacionalidades de origen, no hay países que tenga actualmente una hegemonía clara [1] y larga en el tiempo, cosa que si ocurría desde que el ruso Alekhine [2] ganó la disputa del título al genio cubano José Raúl Capablanca en uno de los duelos más espectaculares de la historia. Desde entonces el campeón del mundo era ruso o soviético –para ser más exactos– con campeones como Botvinnik, Bronstein, Smyslov, Tal, Petrosian, Spassky, Karpov y Kasparov. Es verdad que hubo un pequeño interregno cuando el holandés Max Euwe le arrebató el título a Alekhine…, pero lo recuperó de nuevo en un torneo de revancha –entonces el campeón elegía al retador, pero hace tiempo que las normas FIDE no lo permiten– en… La racha soviética se rompió en 1972 en Reikiavik, Islandia, cuando otro fenómeno del tablero como fue Boby Fischer le arrebató el título a Boris Spassky en un encuentro muy mediatizado, con temas como la guerra fría y algunas manías de el de Baltimore, que dieron mucho juego a periódicos y periodistas que no solían ocuparse del juego de los 64 escaques y de ajedrez eran, a lo más, simples aficionados. Fischer era considerado antes del encuentro un genio del tablero, pero no había obtenido hasta la disputa del título grandes resultados, aunque ganara algunos torneos. En realidad, era un jugador con un talento fuera de serie pero desigual, algo inconsistente para considerarle hasta casi ese año campeón del mundo. Incluso antes de las eliminatorias previas el favorito era Spassky, pero en esas eliminatorias Fischer obtuvo dos victorias inauditas entre jugadores de élite: ganó 6 partidas por ninguna derrota y ningún empate ante el ruso Taimanov y el mismo resultado al que estaba considerado como un posible campeón del mundo, el danés Bent Larsen. También venció con claridad al que había sido campeón del mundo antes que lo fuera Spassky el también soviético Tigran Petrosian.

Pero Fischer se retiró del juego del ajedrez a nivel de élite sin defender su título en los años siguientes y le sucedió el también ruso Anatoy Karpov, que había ganado el torneo de candidatos previo. Karpov está considerado un heredero de Capablanca por su juego posicional. A éste le arrebató el título uno de los mejores de la historia como ha sido el azerbayano Garri Kaspárov, el ogro de Bakú, considerado a su vez heredero del estilo táctico de ataque de su compatriota Alekhine. Le siguió otro ruso, Victor Krámnik, a éste el búlgaro Veselin Topalov, a éste a su vez el indio Viswanathan Anand, y fue a este campeón indio al que arrebató el título el aún campeón del mundo Magnus Carlsen –aunque le quedan apenas un mes de título–, considerado por los expertos como uno de los mejores de la historia.

No hay países que tenga actualmente una hegemonía clara, cosa que si ocurría desde que el ruso Alekhine al genio cubano José Raúl Capablanca

Un tema curioso y muy especulativo que siempre se suscita entre los periodistas y aficionados al ajedrez es quién ha sido el mejor de la historia. La conclusión es que eso es muy difícil de establecer y la cuestión no tiene mucho sentido. Es, además, una pregunta ideológica porque encierra el prejuicio de considerar que siempre ha de haber un primero, un número uno, uno victorioso y un segundo siempre –y aquí se cuela la ideología– derrotado, un fracasado. Forma parte de la ideología neoliberal y de la pseudo-filosofía anglo-yanqui y también germana. Una estupidez cuando se quiere ir más allá de la mera especulación y entretenimiento, porque puede dar lugar a supremacismos –que esconden complejos de inferioridad– muy peligrosos, cosa que ha ocurrido con el idealismo alemán o con el todavía –pero por poco tiempo– supremacismo ideológico anglo-yanqui. Por eso decía Mijaíl Tal, otro de los mejores de la historia, cuando perdió su título de campeón que este título es efímero pero que el de excampeón es permanente. No obstante, hay dos formas de establecer alguna comparación: una es ver los resultados obtenidos por grandes jugadores que hayan coincidido en el tiempo en torneos o bien por la puntuación ELO, que se establece a base de incorporar a la puntuación de cada jugador en parte la puntuación de los contrarios a los que se derrota, se pierde o se empata, algo parecido pero no igual a lo que ocurre con el tenis. En el tiempo coincidieron Alekhine y Capablanca, además del que fuera campeón del mundo el alemán Emanuel Lasker, otro genio que mantuvo el título durante 27 años. Es verdad que Alekhine ganó el campeonato en 1927 por 6 victorias contra 3 derrotas y múltiples tablas, pero también es verdad que el cubano siempre había ganado al ruso hasta ese momento. Lo mismo pasó con Fischer y Spassky, donde el americano nunca había ganado al ruso antes de la disputa del título. Luego vinieron las peleas ajedrecísticas entre Karpov y Kaspárov y este último se hizo con el título por los pelos, también bajo consideraciones periodísticas de si el primero representaba el establishement soviético y el de Bakú la crítica al régimen cuando aún no había caído el muro de Berlín. En definitiva, mucho entretenimiento periodístico para no hablar de ajedrez dado que ello exige auténticos especialistas. Pero volviendo a Karpov y Kaspárov, ambos siguen jugando torneos, incluso algunos de élite, pero está claro que su tiempo ha pasado porque ambos pasan de los 60 años, aunque Kaspárov por muy poco.

Uno de los problemas que tiene el ajedrez es que la ventaja que da jugar con blancas –lo que supone iniciar la partida– hace que las estadísticas de victorias de blancas sobre negras estén en torno al 55% frente al 45% (no contamos las tablas). Una posible solución sería que las negras pudieran mover dos peones a la vez en lugar de uno al inicio de la partida, por ejemplo; otra, más arbitraria, sería que no valiera lo mismo las victorias con blancas que con negras a la hora de la puntuación y clasificación en los torneos. Aquí la imaginación puede hacer su papel.

Resulta llamativo que periódicos como el AS o MARCA no dieran noticias cuando España obtuvo en tercer puesto en el Campeonato del mundo

Resulta llamativo que periódicos supuestamente deportivos como el AS o el MARCA o programas deportivos –aunque luego hablen casi solo de fútbol– como Jugones o el Chiringuito no dieran noticias cuando España obtuvo en tercer puesto en el Campeonato del mundo de naciones último, con jugadores como Jaime Santos, David Antón, Danill Yuffa, Miguel Santos y Alexei Shirov, superando en la puntuación a países europeos de gran tradición ajedrecística como Polonia, Hungría, o a la misma Francia, que tiene a un jugador francés en la elite como es Vachier-Lagrave o que juega para ese país el iraní Firouza ya mencionado: ¡una vergüenza que los periodistas y periódicos españoles ni se hayan enterado, ni den la noticia ni parezca que les importe! Es excepción El País, que por medio del especialista Leontcho García suele cubrir los eventos de las 64 casillas desde hace décadas.

Y nada más, que gane el mejor [3] entre el chino y el ruso, pero todos los expertos consideran que todavía el mejor es el sueco Magnus Carlsen pase lo que pase en....


[1] En los próximos años es India quien tiene todas las papeletas para establecer una nueva hegemonía, pero aún es pronto para asegurarlo.
[2] Su verdadero apellido es Aliojin, pero se nacionalizó francés y la prensa francesa le cambió el nombre por el de Alekhine, lo cual es una estupidez puesto que los nombre y apellidos no se traducen.
[3] Cuando estoy escribiendo esto es el segundo día de competición y el resultado es de unas tablas y una victoria del ruso.

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