jueves. 25.04.2024
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Rafael Ribo, Sindic de Greuges.

Se ha producido una gran polémica sobre las declaraciones de Rafael Ribó, Sindic de Greuges (defensor de las personas) de Cataluña sobre el impacto que tendrían en las listas de espera quirúrgica catalanas el “sobrecoste” producido por la asistencia que reciben en los hospitales de esa comunidad autónoma personas provenientes de otras CCAA.

La polémica es en realidad falsa porque las declaraciones del Sr. Ribo no se corresponden con los hechos conocidos que son los siguientes:

Las personas en lista de espera quirúrgica en Cataluña tienen el récord numérico del país (168.108 a 30 de junio de 2019), lo que en principio no es de extrañar porque se trata de la segunda Comunidad en población. Si vamos a la tasa por 1000 habitantes, un sistema mejor para hacer comparaciones entre CCAA con población muy distinta, también se encuentra en primer lugar (23,32/1000, media de España 14,85%), estando en segundo si vemos el porcentaje de pacientes que esperan mas de 6 meses (26,8% versus 15,8%) y en tercer lugar en el tiempo medio de espera (146 días versus 115). Pero no solo esta a la cabeza en listas de espera quirúrgica, sino además en demora en las citas de Atención Primaria donde el 48,2% de las personas que pedían cita la obtenían con mas de 6 días de demora y el 18,1% con mas de 10 días (promedio estatal de 24% y 6% respectivamente). Es decir, una mala situación que entre otras cosas ha hecho que Cataluña se encuentre en el catorceavo lugar (sobre 17) en la clasificación de los servicios sanitarios de las CCAA que realiza anualmente la FADSP, eso sí que debería preocuparle al defensor de las personas.

Quienes reciben asistencia sanitaria en los hospitales catalanes y de las demás CCAA, provenientes de otras distintas en las que residen, lo hacen porque acuden a centros, servicios o unidades que han sido previamente acreditados como de referencia por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (donde están representados el Ministerio de Sanidad y todas las Consejerías de Sanidad de las CCAA, incluida Cataluña) que se hacen por petición expresa de estas. Por otro lado, las derivaciones de pacientes se solicitan por las CCAA de procedencia a las de destino y deben ser aceptadas y citadas por los centros a los que han de acudir. Es decir, si alguna comunidad autónoma no quiere entrar en el sistema es perfectamente libre de no hacerlo.

La asistencia sanitaria realizada es compensada económicamente mediante los Fondos de Cohesión, de acuerdo con unos baremos y unos procedimientos establecidos también por el Consejo Interterritorial,  por lo que en ningún caso deben suponer sobrecoste para ninguna comunidad autónoma y menos ser responsable de ninguna lista de espera quirúrgica, entre otras cosas porque se supone que cuando alguna comunidad autónoma inscribe a uno de sus centros como de referencia debe de asumir, y por lo tanto planificarlo, que acudirán al mismo pacientes de otras CCAA.

El gran problema de la Sanidad Pública catalana es que tiene el presupuesto per cápita mas bajo del país

Por otro lado convendría tener en cuenta que cuando un servicio se incluye como servicio de referencia, y consigue atraer a un número significativo de pacientes de otras CCAA, los costes unitarios de su actividad se ven considerablemente reducidos porque la infraestructura y personal necesarios para la mayoría de las técnicas (por ejemplo los transplantes) no es muy superior si se hacen 100 al año que si se hacen solo 50, o dicho de otra manera los servicios receptores de enfermos de otras CCAA se ven beneficiados por el uso de economías de escala que deben de valorarse a la hora de hablar de costes.

Finalmente, el porcentaje de derivaciones sobre las personas ingresadas en los centros hospitalarios no es muy grande, y aunque no es público (viva la transparencia) rondara en torno al 1% en toda la comunidad autónoma, aunque obviamente en centros concretos puede ser superior. En todo caso otras CCAA como Madrid y Andalucía son también receptoras importantes de pacientes de fuera de su comunidad y no se les ha ocurrido achacar sus listas de espera a este fenómeno.

Una cuestión distinta son la asistencia urgente que no corre a cargo de los Fondos de Cohesión, pero la lógica hace pensar que los residentes en Cataluña, que como ya se ha dicho es la segunda en población del país, generara muchas asistencias sanitarias en otras CCAA que no paga. No estaría mal que se regulase también la facturación de los costes entre las CCAA en este aspecto, que obviamente en su estado actual favorece a las que tienen más hospitales y más especializados.

Como se ve la realidad contradice al Sr. Ribó, porque el gran problema de la Sanidad Pública catalana es que tiene el presupuesto per capita mas bajo del país, porque lleva ya 2 veces prorrogando los presupuestos, y que esta fuertemente privatizada, con los sobrecostes reales que esto produce. Quizás haya estado desinformado, pero el planteamiento que ha hecho aparte de ser falso puede generar xenofobia, por lo que debería de disculparse, y si no lo hace dimitir. Los catalanes no se merecen un defensor de las personas tan imprudente y desinformado.

Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid

Las listas de espera en la Sanidad Pública y el Sr. Ribó